¡Por fin! Todos esperábamos este momento: un signo de debilidad sobre Simon Yates (Mitchelton-Scott). Ha ocurrido en Prato Nevoso, en la última ascensión de la décimo octava etapa del Giro, al fin Yates ha mostrado que su autoridad no es infranqueable. 30 segundos ha perdido el indiscutible líder hasta ahora sobre sus más cercanos perseguidores en la tendida subida donde ha vencido Schachmann (Quick Step).

La monotonía provocada por el absoluto poderío de la maglia rosa puede haber llegado a su fin. Dos etapas alpinas por delante, y el líder muestra indicios de agotamiento, lo que ha puesto los dientes largos a sus directos rivales.

Etapa crucial

La antepenúltima etapa reflejará que un sueño ha despertado dentro de los primeros de la general, la lucha por la maglia rosa sigue viva. La etapa, asimismo, no será para menos. 185 kilómetros distancian Veneria Reale del monte Jafferau en Bardonecchia. Además, estos 185 kilómetros contienen alguna que otra dificultad, entre ellos nada más y nada menos que la Cima Coppi de esta edición, el Colle delle Finestre (2.178m). Pero 60 kilómetros antes, los corredores ya habrán superado la primera tachuela del día, el Colle del Lys en el kilómetro 48 de carrera servirá de aperitivo para los ciclistas que todavía luchan por terminar este Giro. Tras superar y descender el Lys, 60 kilómetros de llano, entre los que se encuentra la primera meta volante del día en Sant'Antonino di Susa, esperan a los participantes, antes de llegar a la localidad de Susa, donde dará comienzo el temido Colle delle Finestre. 18,5 kilómetros a más de 9% de desnivel y con un aliciente añadido: los últimos ocho kilómetros sin asfaltar. La última vez que el giro ascendió este puerto, Mikel Landa puso contra las cuerdas al líder Alberto Contador, quizás en esta edición se viva una situación parecida pero con protagonistas diferentes.

Aun así, en esta edición la etapa no finalizará en Sestriere (como lo hizo en el 2015) y Sestriere será el penúltimo puerto de la jornada, en su subida estará la segunda meta volante de la jornada, en la localidad de Pragelato. Tras ascender, los ciclistas bajarán hasta Oulx para dirigirse en una ligera subida hasta el pueblo de Bardonecchia, donde dará comienzo el puerto final: el monte Jefferau, siete kilómetros al nueve por ciento les llevará hasta la línea de meta, colocada en lo más alto de la subida.

Estrategia y fuerza

Es, sin duda, una de las etapas claves de este Giro y las circunstancias de carrera están a la par. Yates no parece estar como hace una semana, por lo que Dumoulin (Sunweb), Pozzovivo (Bahrain-merida), Froome (Sky), Pinot (Groupama-FDJ) y compañía podrían tratar de atacar desde lejos. Sin duda, esta etapa mostrará si Simon Yates está a la altura de los grandes campeones y lo de Prato Nevosso ha sido un bajón puntual o si le está pasando lo que en la Paris Niza le ocurrió y las tres semanas se le han alargado. 

Además de la valentía, los rivales más cercanos de la maglia rosa tendrán que mostrar sus fuerzas si quieren dejar atrás al británico del Mitchelton-Scott. Por su parte, las estrategias tendrán un papel importante en esta etapa y habrá que estar atento a ver quién se mete en la fuga inicial, ya que algunos gregarios podrían ser decisivos en esta etapa.  Mitchelton-Scott ha demostrado ser la formación más fuerte, pero si el líder no responde, estos no podrán hacer nada.

La victoria de etapa también estará muy luchada, la escapada tratara de hacer camino, pero si los gallos se mueven, quizás sus opciones se verán mermadas. No obstante, seguramente, grandes escaladores que no están muy adelante en la general, como Aru, tratarán de luchar por alzar los brazos.