La etapa 15 del Tour de Francia será una etapa recordada por los amantes del ciclismo y no por haber sido importante por la general, sino por el espectáculo que se produjo en la fuga del día. Sí, aquella fuga que se produce cada etapa y que muchas veces es neutralizada por el gran grupo, pero que en ocasiones consigue la victoria. Y ese 17 de julio, la fuga consiguió ganar, con una espectacular disputa y con un gran descenso final de Jarlinson Pantano.
La formación de la fuga
Era una etapa muy codiciada por los buscadores de fugas, debido a esto, a los pocos kilómetros de empezar, cuando se iniciaba el primer puerto de primera categoría empezaron las hostilidades. Se formó una fuga de 30 corredores donde destacaban: Nibali, Majka, Pozzovivo, Vuillermoz, Ion Izagirre, Rolland, Pantano, Dumoulin, Zakarin… Esta fuga llegó a tener una ventaja máxima de unos ocho minutos, ya que el pelotón estaba interesado en permitirlo. Los primeros kilómetros transcurrieron hasta que llegó el punto decisivo, la aproximación al puerto de la jornada, el Grand Colombier.
Empiezan las hostilidades en la fuga
Todos los integrantes de la fuga sabían que en el Grand Colombier se debía estar atento porque algunos corredores se podían ir y no volver a ser vistos hasta la meta. Para ello los corredores importantes estaban bien colocados, provocando que la disputa hiciese una selección y se redujera el grupo. Y llegó el momento, a 51 kilómetros de meta se hizo una gran selección con dos corredores que se fueron en solitario, Zakarin y Majka. Cuando llegaban a la cima salió del grupo perseguidor el francés Alaphilippe para intentar reintegrarse en el descenso. Y empezó la fiesta de Pantano, atacó del grupo perseguidor en el descenso y se unió con el francés. Los dos ciclistas consiguieron formar un cuarteto en cabeza, ya que se unieron a los dos primeros que habían coronado.
Alaphilippe no tenía suficiente, ya que estaba acompañado y sabía que en la última subida podían hacerlo sufrir, y se lanzó, ataco y se fue. Debido al ataque del ciclista del equipo Etixx-Quickstep, el ruso Zakarin se quedó cortado, ya que estaba bajando sin correr riesgos.
No había suficiente espectáculo, se produjo un nuevo golpe de teatro, un problema mecánico de Alaphilippe le hizo perder las opciones de victoria, perdiendo mucho tiempo y llegándole a sobrepasar el dueto perseguidor, además de Zakarin, Vuillermoz, Pauwels y Reichenbach.
Empieza el espectáculo con Lacets du Grand Colombier, el último puerto de la jornada
Y llegó el momento culminante de la etapa en la fuga, se empezó la última ascensión. Se inició el duelo Majka-Pantano, Pantano-Majka, con los rivales a 38 segundos. El polaco puso el ritmo y Pantano sufría, se retorcía. Y llegó, llegó el ataque de Majka a 19 km. de meta. Pantano supo sufrir y se volvió a enganchar. Y el del Tinkoff lo volvió a probar y lo consiguió. El colombiano sufría y sufría, y llegó Reichenbach desde detrás.
Majka coronó con catorce kilómetros por delante y 20 segundos de margen, pero llegó la hora del “suicida” Pantano y se lanzó como un cohete hacia la meta. El polaco se ponía nervioso y se salía de la carretera, propiciando que a 9’3 km. de meta se formara el dueto que se jugaría la victoria. Sí, Pantano lo había hecho, había sufrido y sufrido, pero había conseguido recortar 20 segundos en aproximadamente cinco kilómetros, con un descenso espectacular.
En el llano que había antes de la línea de meta se turnaron los relevos hasta llegar al último kilómetro con margen para disputarse la victoria de etapa. Se lo pensaron, nadie quería gastar. Pantano se dio cuenta que se acercaban y aceleró el ritmo. Majka lanzó el sprint, pero el colombiano se había guardado una bala en la recámara y la gastó en el último suspiro para superar a Majka y llevarse el triunfo de etapa.
Pantano no se lo creía, había sabido sufrir, había hecho un descenso de vértigo y había podido disputar el sprint y ganar, nadie se lo podía creer; él tampoco. Acababa de conseguir su primera gran victoria en una gran vuelta y le había dado a su equipo, el IAM, una gran alegría en su último Tour de Francia.
Y la pregunta salta a la vista: ¿Si una fuga puede generar tanto espectáculo en los descensos finales de etapa, se podría generar con los favoritos? ¿Se han fijado para planificar el Tour de Francia de 2017?