24 horas ha tardado Peter Sagan en asimilar el 'golpe' y devolvérselo a Greg Van Avermaet. Si ayer la gloria fue para el belga, hoy el vencedor ha sido el eslovaco de Bora-Hansgrohe, que se ha adjudicado la clásica Kuurne-Bruselas-Kuurne al superar con suma facilidad al belga Jasper Stuyven (Trek-Segafredo) y el británico Luke Rowe (Sky) que, junto a Trentin y Benoot, conformaban un grupo de cinco que llegó en solitario a la meta.
El Campeón del Mundo ha logrado de esta forma la primera victoria de 2017, tras cosechar tres segundos puestos en el Tour Down Under y otro más en la Omloop ayer mismo. Además, mantiene el pulso con Van Avermaet (que hoy no pudo estar con los mejores) en un duelo por las clásicas que se antoja emocionante y no ha hecho más que empezar.
Un sube-baja traicionero, pero con opciones de sprint numeroso
La 69ª edición de la Kuurne-Bruselas-Kuurne se disputó sobre el tradicional recorrido circular de 200,7 km que albergó hasta un total de doce cotas, algunas con la dureza del pavés añadida. Con un inicio relativamente tranquilo, la parte central del itinerario reunía las condiciones idóneas para el espectáculo, con un sinfín de muros (entre los 1.000 y 2.500 m de longitud) que se encadenaban uno detrás de otro. Sin embargo, la última cota estaba situada a 50 kilómetros de meta, lo que aumentaba las probabilidades de un desenlace al sprint masivo gracias a un último tramo completamente llano camino de Kuurne, que se completaría con un circuito urbano de 15 km al que se darían dos vueltas.
Tardía fuga de nueve
Al contrario de lo que se podía pensar, los equipos de los favoritos se propusieron controlar la carrera desde el banderazo de salida y el fuerte ritmo (48,5 kilómetros durante la primera hora de carrera) impidió cualquier intento de escapada.
No fue hasta pasados los primeros 60 kilómetros cuando el pelotón aflojó y se formó una escapada de nueve hombres, que comenzó a abrir brecha en los primeros muros: Boivin, Boucher, Cordeel, Duchesne, Farazjin, Gougeard, Kirsch, Roelandts y Van Ginneken.
Tras coger una ventaja de hasta los cinco minutos, las ascensiones sucesivas (entre las que destacaban Kanarieberg, Cote du Trieu y Oude Kwaremont) fueron seleccionando la carrera hasta formarse un segundo grupo de veinte unidades con todos los gallos: Sagan, Van Avermaet, Démare, Martin, Stybar, Stannard, Trentin. En la punta, la escapada iba perdiendo unidades y por detrás un gran paquete de sprinters se quedaba rezagado.
Un grupo de 20 favoritos se destacó y terminó atrapando la escapada a falta de 30 km, con el pelotón amenazando por detrás
No obstante, aún faltaban 80 kilómetros y había mucho que decir. Mientras la escapada aguantaba con seis hombres, en el grupo perseguidor Katusha sufría un varapalo con la caída de sus dos corredores (Martin y Planckaert), aunque este último hizo un gran esfuerzo para volver a enlazar. Por otro lado, la ausencia de elevaciones en los últimos 50 kilómetros propició que el pelotón principal (de unas 60 unidades) se acercara a pocos segundos del grupo de favoritos, justo en el momento en que la combativa escapada del día era neutralizada al comienzo del circuito, con 30 kilómetros por delante.
Contraataque decisivo
Stuyven, Sagan, Trentin, Benoot y Rowe abrieron el hueco suficiente para jugarse la victoria en solitario
Con unos 25 kilómetros por disputarse y los favoritos en cabeza de carrera, el belga Jasper Stuyven (Trek, ganador del año pasado) lo probó en solitario, llevándose a rueda (de uno en uno) a Peter Sagan (Bora-Hansgrohe), Matteo Trentin (Quick-Step Floors), Tiesj Benoot (Lotto Soudal) y Luke Rowe (Sky). Un quinteto de auténtico lujo que pronto alcanzó una interesante ventaja superior al medio minuto sobre un mermado grupo perseguidor en el que viajaba Greg Van Avermaet, vencedor ayer en Gante y máximo rival de Sagan, que se quitaba de encima un peso importante.
Más atrás, el pelotón principal (con una nutrida presencia de sprinters) daba la caza por perdida, pues incluso tenía dificultades para fusionarse con el grupo intermedio. El descontrol de las clásicas volvía a ponerse de manifiesto y a pesar de un tramo llano tan extenso, la victoria se resolvería entre un grupo muy reducido.
Sagan venció de forma incontestable
Con tiempo de sobra para vigilarse, fue Trentin el primero en jugar sus cartas, pero el Campeón del Mundo no dio opción alguna a sus rivales. Arrancó bajo la pancarta de los últimos 200 metros y sacó tal distancia que apenas tuvo que esprintar en los últimos metros. Segundo fue Jasper Stuyven y tercero Luke Rowe. Por su parte, el francés Arnaud Démare dio tiempo al grupo perseguidor apenas seis segundos después, mientras el pelotón principal de Drucker, Groenewegen, Kristoff y Coquard hacía su aparición a solo trece segundos, a pesar de perder un minuto hasta los últimos compases.