Ya son tres los años en los que las flechas plateadas dominan el Gran Circo. Dos años Hamilton y uno Rosberg. Nadie ha podido vencerles, ni en pilotos ni en constructores. La bomba de cara a 2017 saltó un día después de que finalizara la carrera de Abu Dhabi; Nico Rosberg anunciaba, tras ser campeón del mundo por primera vez, que dejaba la Fórmula 1 para siempre. Tras dejar a todo el mundo boquiabierto, esto deja una plaza en el equipo para la próxima temporada. El elegido acompañará al inglés, que sumará ya su quinta temporada en el equipo de Brackley.

Un equipo que ha dominado más de lo que lo hizo Red Bull de 2010 a 2013, ambos incluidos. Lewis y Nico solo han permitido ocho victorias a sus rivales, en 59 grandes premios disputados. Repartidas de la siguiente manera: Cuatro Daniel Ricciardo, tres Sebastian Vettel y una Max Verstappen. Una temporada más de ensueño para Mercedes y que si siguen trabajando de esta manera, en 2017 podrían seguir dominando el Gran Circo. Los aficionados esperan que no sea así, pues son ya cuatro temporadas (2013 Red Bull, 2014-2016 Mercedes), en las que un único equipo pelea por el mundial.

Lewis Hamilton y Nico Rosberg descubriendo el W07 | Foto: Getty Images
Lewis Hamilton y Nico Rosberg descubriendo el W07 | Foto: Getty Images

La temporada 2016 parecía que iba a ser el fin del dominio aplastante, aunque no del dominio, pues bien, no acertaron. De las tres temporadas, esta fue la más dominadora por los de Toto Wolff y Niki Lauda. De 21 carreras disputadas, solo pudieron vencerles en dos, una por abandono de ambos (Gran Premio de España), y el otro por abandono de Lewis y un choque de Rosberg al inicio de la carrera (Gran Premio de Malasia). El W07 hacía acto de presencia por primera vez en el circuito de Montmeló, en los Test days.

Sin hacer ruído en los 'Test days'

Sumar y sumar quilómetros, ese era el objetivo. La mejor fiabilidad de toda la parrilla quería ser puesta a prueba. En las primeras cuatro jornadas de test, Mercedes no dominó ninguna. Es cierto también, que no utilizaron la máxima potencia y que tampoco montaron los neumáticos más blandos, algo que sí hicieron otros equipos. Lewis Hamilton y Nico Rosberg, acumularon la friolera cantidad de 675 vueltas o, lo que es lo mismo, más de 3.000 kilómetros. Ferrari dominaba tres de las cuatro primeras jornadas, solo el Force India de Nico Hulkenberg conseguía superarlos.

Nico Rosberg en los test del circuito de Montmeló | Foto: Getty Images
Nico Rosberg en los test de Montmeló | Foto: Getty Images

Llegados a la segunda semana de los días de pruebas, Mercedes ya enseñaba sus garras. En el regreso a pista tras unos días de descanso, Nico Rosberg se hacía con el mejor tiempo, además de muchas vueltas, al igual que Lewis Hamilton. Solo dominaron esa sesión, pues en los tres últimos días, Ferrari volvía a poner el máximo en su coche para terminar los test con muy buenas sensaciones. Fue en el último día cuando saltaron las alarmas en Mercedes por una avería en el Mercedes de Lewis Hamilton, exactamente por un fallo de transmisión. A pesar de eso, pudieron solucionarlo y Nico Rosberg cerraba los test en el circuito de Montmeló.

Lewis Hamilton durante el último día de test en Montmeló | Foto: Getty Images
Lewis Hamilton durante el último día de test en Montmeló | Foto: Getty Images

Tras unos test en los que la prioridad fue sumar el máximo número de vueltas posible, se llegaba a Australia con la duda de si la diferencia entre Mercedes y el resto iba a ser tan grande como en 2015 y 2014. Era toda una incógnita, pero se resolvió rápido; la diferencia era más o menos la misma que en los anteriores dos años, Mercedes iba a dominar una vez más en el Gran Circo.

Nico Rosberg, campeón y adiós por todo lo alto

No hizo falta que fuera el que más victorias acumulara en su casillero para llevarse ese ansiado título, nueve bastaron. Un año que no olvidará jamás. Tras ser padre en 2015 y campeón este año, las ganas de pasar el resto de sus días alejado de las pistas tras cumplir su sueño se hicieron realidad. Llegar hasta aquí le ha costado sacrificio y mucha fe en si mismo, pero lo ha logrado. Tras dos años a remolque de Lewis Hamilton, finalmente le ha podido batir en pista. A pesar de ser campeón, ha seguido siendo criticado debido a que en los uno contra uno no es lo suficientemente listo como para vencer a pilotos de la talla de Lewis

La temporada para el alemán comenzó de la mejor manera posible, de ensueño. Lograba cuatro victorias en las cuatro primeras citas del mundial. Tras haber disputado cinco grandes premios, dejaba a Lewis Hamilton 43 puntos por detrás. Una ventaja de la que no había dispuesto en ningún momento y que por seguro no iba a desaprovechar, o seguro que eso pensaba él en ese momento. Pero no fue así, tras el encontronazo del Gran Premio de España, la caso cambió.

La cara y la cruz de la moneda en el inicio | Foto: Getty Images
La cara y la cruz de la moneda en el inicio | Foto: Getty Images

Nico Rosberg se iba de vacaciones 19 puntos por debajo de su compañero de equipo, solo habiendo conseguido una victoria (Bakú), en los siete grandes premios posteriores al de España. Desperdició una excelente ventaja y, además, debía volver a remontar puntos al tricampeón. Se volvían a complicar las cosas para el alemán, pero por fin, supo resolverlas como magnífico piloto que es, y demostrando que la madurez la había adquirido de una vez por todas.

Al volver de las vacaciones volvió el Nico de prinicipio de año, tres victorias consecutivas (Bélgica, Italia y Singapur)Dos carreras más y un abandono de Lewis le bastaron a Rosberg para depender de si mismo en el tramo final, las últimas cuatro carreras. Cuatro segundas posiciones daban el ansiado título al alemán, que por fin lograba su sueño que tenía desde pequeño. Era el premio al trabajo bien hecho durante todo el año, el rompecabezas de cómo batir a un piloto tan fuerte mentalmente como Lewis Hamilton, todo eso y mucho más consiguió Nico al proclamarse como campeón del mundo de la Fórmula 1. 

Nico Rosberg con el título mundial de pilotos | Foto: Getty Images
Nico Rosberg con el título mundial de pilotos | Foto: Getty Images

Lewis Hamilton también es humano

Cometió más errores que nunca, por momentos pareció que había vuelto al pasado, a su temporada de novato. Una temporada complicada para el inglés, siempre lo es para él si no gana. Pero este año, Lewis, demostró que también es humano y que se puede equivocar. No es una máquina, no puede hacerlo todo perfecto en cada momento. Por tercera vez desde que tiene opciones de ganar el título no lo hizo (2007, 2010 y 2016). Tres veces campeón, dos veces subcampeón y una cuarta plaza.

Al contrario que su compañero de equipo, el inicio de temporada para Lewis fue complicado, horrendo para él. Cinco carreras para olvidar en las que no consiguió ni una sola victoria. A pesar de que la temporada no había hecho más que empezar, al inglés se le notaba distinto, muy nervioso, como si fuera el primer año en la Fórmula 1 y se tuviera que jugar el título en ese comienzo. Por suerte para él, pudo remediar la situación que tenía tras Australia, Baréin, China, Rusia y España; 43 puntos por debajo de Rosberg.

Tras estas, vino una remontada espectacular, marca de la casa. Desde Mónaco hasta Alemania, justo antes del parón, el inglés se puso en modo Hammer Time y se ponía por primera vez líder, además con 19 puntos de ventaja. En ese periodo el Mercedes no falló, la fiabilidad era impresionante, solo una carrera no ganó, pero fue por su culpa, en Bakú. El cerebro del inglés le catapultaba a liderar el campeonato en la undécima carrera.

Lewis Hamilton en lo alto del podio de Hungría | Foto: Getty Images
Lewis Hamilton en lo alto del podio de Hungría | Foto: Getty Images

Tras el parón veraniego, volvió el Hamilton infantil, pero también humano. Volvían los errores que acabó pagando caros a final de temporada. La imagen de la temporada quizá haya sido la suya en Malasia, tras romper el motor y cargar contra su equipo. Él no tuvo la culpa, pero el equipo tampoco, simplemente son cosas que pueden pasar a lo largo del mundial, y esta vez le tocó a él. Un final de ensueño no bastó para proclamarse como cuatro veces campeón del mundo e igualar a Sebastian Vettel. Lewis mostró, su lado más humano, y dio al mundo una valiosa lección de que todos se pueden equivocar, pero no por eso hay que criticar a nadie de tu alrededor. Él lo hizo, sí, pero también pidió perdón, algo que el equipo le agradeció en todo momento. El año que viene, Lewis volverá a la carga con el nuevo monoplaza de Mercedes.

Lewis Hamilton tras ganar en Abu Dhabi, su victoria más amarga | Foto: Getty Images
Lewis Hamilton tras ganar en Abu Dhabi, su victoria más amarga | Foto: Getty Images

2017, ¿otro año más de dominio?

Para responder esta pregunta habrá que esperar a los test, ya que es una incógnita para todos los equipos quién dominará la próxima temporada en el Gran Circo, tras todos los cambios que habrá en la normativa. Aunque no se sabe, todos apuntan a que Mercedes podría volver a reinar por cuarto año consecutivo, con Lewis Hamilton al frente y con un compañero de equipo del que todavía se desconoce el nombre. Los aficionados esperan que la Fórmula 1 vuelva a ser lo que fue durante esos años gloriosos, esos años impredecibles en los que no se sabía quién iba a ganar. Todos esperan que Mercedes no vuelva a tener la superioridad que ha tenido, así que los demás tendrán un objetivo: disminuir la diferencia tan abismal que tienen.