La cita fue en Old Trafford, imposible faltar; y más viendo lo que fue el partido: Manchester United y Everton nos brindaron un muy buen espectáculo, como nos tiene acostumbrado el fútbol inglés.

El United debía hacer bien las cosas, sabiendo que ésta fue la antesala del choque que mantendrá frente al Real Madrid por Champions. Fiel a su juego, aprovechó sus ráfagas de fútbol para poner en apuros a un Everton que llegó a Manchester a hacer lo que podía, a intentar frenar al local imparable que hoy día se encuentra en la cima de la tabla y sigue a paso firme.

Para empezar a quedarse con el partido, van Persie empezó a moverse: luego de dejar a Howard en el camino, su remate dio en el palo izquierdo del arquero norteamericano. Ya comenzaban a avisar los dirigidos por Sir Alex Ferguson, que mantienen una diferencia de 12 puntos por sobre su perseguidor -Manchester City-.

Por decantación, por perserverancia, llegó el primer gol del partido. El ingreso al área de van Persie por derecha, pelota para Giggs y el volante super experimentado coloca la pelota en el único lugar que se podía: entre Howard y su palo izquierdo. Golazo de los Red devils para estirar diferencias y empezar a marcar territorio. A pesar de esto, el Everton no se quedó atrás y puso lo mejor para poder alcanzar a su rival. Leon Osman remató desde lejos exigiendo a un De Gea muy bien parado, tal como lo estuvo todo su equipo. Los Toffees no gravitaron en el primer tiempo y estuvieron desaparecidos, no lograron llegar al arco del rival y ni siquiera hubo un indicio de que quisieran llegar a anotar, aunque sea, un gol.

La parsimonia del visitante le vino muy bien al United, ya que siguió presionando hasta alargar la distancia. Van Persie no paró de buscar, hasta que encontró el gol de la misma manera en que se lo había perdido al inicio del encuentro. Gol y felicidad para los locales, mientras que del otro lado solo había preguntas y un desconcierto muy grande mientras iban todos al vestuario.

El complemento encontró a ambos equipos más tranquilos, aunque con una marcada superioridad por parte del Manchester United que seguía buscando abultar el marcador a su favor. Van Persie siguió siendo insoportable para la defensa Toffee, que intentó marcar el camino con el ingreso de Jelavic sin conseguir dicho objetivo. La más clara de esta parte fue, sin dudas, un cabezazo de Evans que Howard resolvió de manera espectacular; también hubo un remate de Carrick desde lejos que el mismo arquero logró desviar con la punta de los dedos.

Los visitantes no lograron llegar a su mejor versión, no hicieron pie en Old Trafford y en ningún momento pudieron conseguir lograr complicar al rival. Ni Fellaini, ni Pienaar, ni Jelavic pudieron doblegar la defensa Roja y dejaron pasar la chance de dar el batacazo para seguir sumando puntos pensando en competiciones europeas. Por el lado del United, ya son 12 los puntos que le lleva a su rival Manchester City y, a esta altura, pareciera que se va marcando el camino del destino final de esta Premier League 2012/2013.