Allegri se presentó ante su afición con la cabeza gacha después del descalabro de la primera jornada de campeonato. Perder contra un recién ascendido no es la mejor manera de presentar un proyecto. Así que, como un presidente en crisis, agarró las tijeras y recortó su once titular hasta darle una forma irreconocible. Constant, Niang, Nocerino… fueron varios los sacrificados en la purificación de errores pasados. El caso más llamativo fue sin duda El Shaarawy. Pero los supervivientes a la quema captaron el mensaje. Nadie es imprescindible.

Con el Giuseppe Meazza expectante el árbitro pitó el inicio. Pero el Cagliari continúa con el vicio de la anterior temporada de llegar a los partidos con media hora de retraso. Y sucede que hay veces que cuando los jugadores cagliaritanos escuchan el silbato del árbitro el partido está ya resuelto. López debe ajustar el despertador para que los suyos no se desaparecen y se encuentren los tres puntos ya volando.

Corría tan sólo el minuto ocho cuando Agazzi recogió el primer balón de dentro su portería. Un balón que recorrió sin pasaporte ni oposición todo el centro de la defensa, hasta acabar mansamente en los pies de un sorprendido Robinho, que sólo tuvo que empujarla para acomodarla en el fondo de la red.

El único jugador sardo que parecía haberse percatado del comienzo del duelo era el capitán. Conti recorría desesperado todo el centro del campo dando palos, a falta de una solución mejor, a cualquiera que merodeara con la camiseta rossonera por los alrededores de su anegada área. Pero su esfuerzo fue inútil y el Milan no tardó en volver colocar un balón tras la línea de meta de Agazzi. Esta vez fue Mexes. El defensa francés aprovecho un rechace, tras un tiro de Balloteli, para subir al marcador un gol que parecía sentenciar el partido, no por lo grueso del resultado, sí por la caraja visitante.

Pero a la media hora sonó el despertador de los de Lopez, y lo hizo sonar su hombre más en forma, Marco Sau. El jugador sardo agarró un balón que no tenía ninguna intención ni peligro, lo orientó hacia su objetivo, y cuando ya no podía tener más defensas a su alrededor se liberó de él colocándolo con un grandísimo derechazo dentro de la portería milanista, muy lejos del alcance de Abbiati. Un grandísimo gol del pequeño sardo que aporrea la puerta de su selección.

Y con tanto ruido, con Sau y Conti aporreando, uno la puerta de la selección y otro las espinillas rivales, sus compañeros despertaron y empezaron jugar. El Cagliari se hizo con el esférico, con el campo y con el partido. En su media hora de ausencia habían acontecido tres goles, nada menos. Iban perdiendo, pero ahora ya estaban presentes y apretaron y arrinconaron todo Milán hasta convertir la gran ciudad en unos escasos metros. Los sardos presionaron y las entradas salvadoras de los defensas de Alegri fueron la jugada más repetida en esos minutos.

Cuando más cómodo se sentía el visitante, cuando había hecho su salón de casa del círculo central, llegó el gol de Balloteli. El delantero italiano había asistido, pero no había marcado su gol, y lo necesitaba. Así que llevaba todo el partido tirando a puerta, daba igual como, cuando o desde donde, sólo le faltó tirar desde el vestuario en el descanso. Por lo demás lo había probado todo. Y cuando menos se lo esperaba él y el público, otro error de la defensa rival puso en sus pies el caramelo que estaba esperando. Sólo y dentro del área Balloteli se encontró un rechace y fusiló a placer para apuntar otra muesca en su cinturón.

El gol de Balloteli cerró el partido. Le quedaba aún mucho por girar al reloj y al balón, pero sin transcendencia alguna. El debut de Matri, la lesión (quizás por vergüenza) de Sau después de marrar un gol cantado, el rumor que deslizaban las radios hablando del retorno de Kaka... poco más deparó el encuentro. Por el agujero que dejó el gol del número 45 del Milán se escurrió todo el empuje del Cagliari y de nuevo se quedó sólo el capitán, Conti, que volvió a lo suyo, a recorrer desesperado todo el centro del campo dando palos, a falta de una solución mejor.


AC Milan 3-1 Cagliari (All Goals) 01...