Partido a vida o muerte en territorio napolitano para un Olympique de Marsella que podía despedirse de la competición europea. Una derrota dejaba a los de Elie Baup fuera de la UEFA Champions League y, en caso de empate entre Borussia Dortmund y Arsenal, sin posibilidades de optar tampoco al tercer puesto de grupo.

Para el Nápoles, la ocasión se presentaba propicia para aventajar a alguno de sus dos rivales por la primera plaza del grupo, con vistas a los enfrentamientos directos que le quedan con ambos. Los de Rafa Benítez han cuajado un gran inicio de Serie A y Champions League, sumando únicamente dos derrotas frente a la invicta Roma y el reforzado Arsenal.

Elie Baup optó por formar con Jordan Ayew en punta, más móvil y rápido, en lugar de Gignac, para una disputa física con los centrales. El OM salió con la defensa adelantada, el doble pivote clásico y mucha calidad en la zona de tres cuartos, lo mejor de los franceses. El Nápoles partió con laterales largos y ofensivos, extremos veloces alejándose de la banda y Pandev secundando a Higuaín.

El balón parado decide

Ambos equipos comenzaron el encuentro con mucha timidez, tratando de cometer pocos errores. Ninguno lograba dominar el juego, aunque el Nápoles daba una sensación de peligro superior a la de su rival. Sin embargo, el que se adelantó fue el Marsella. Thauvin botó un córner desde la banda diestra y Andre Ayew ganó la partida a Maggio, para batir con un cabezazo cruzado a Reina. Una muestra más del poderío en el juego aéreo del ghanés, a pesar de su estatura.

A raíz del tanto, el OM cogió la confianza necesaria para empezar a tomar las riendas del encuentro. Valbuena apareció y los franceses dejaron ver el fútbol asociativo que pueden llegar a alcanzar. Mientras tanto, el equipo italiano creaba algunas ocasiones con muy poco. Callejón y Mertens ponían el peligro en los napolitanos.

Otra jugada a balón parado volvió a dar un giro al encuentro. Gokhan Inler, a la salida de un córner, recogió un rechace en la frontal y con una volea cruzada con la zurda puso el 1-1 en el marcador. Un tanto con dedicatoria especial, con el suizo alzando la camiseta de su compañero de equipo Giandomenico Mesto, operado recientemente por la rotura de ligamento cruzado anterior de su rodilla. Pocos instantes después, Pandev asistió de cabeza a Higuaín para que el argentino solo en el área volteara el marcador.

Medio partido de esperanza

Los dos tantos fueron un jarro de agua fría que el Olympique no supo digerir. Los franceses se encontraron anulados, a merced de un Nápoles que no supo aprovecharse de la situación. Tras el descanso, el OM salió dispuesto a dejarlo todo sobre el césped. El resultado no servía a los franceses y únicamente quedaba luchar y tratar de llevarse tres puntos de un campo complicado.

Thauvin dio el primer susto a los italianos con un disparo seco con la izquierda que se marchó a centímetros del arco de Reina. Baup dio entrada a Payet por Valbuena, perdiendo en control y ganando en desequilibrio. Precisamente fue el extremo el que puso el centro para que Thauvin aprovechara un despiste de Armero para empatar el encuentro.

Con el empate llegaron los minutos en los que el Olympique de Marsella parecía más cerca de la victoria. El Nápoles no llegaba al área de Mandanda. Los de Rafa Benítez no chutaron siquiera en la primera media hora de segunda mitad. Un tiro bastó. Otra vez ganando la espalda de la defensa, Mertens recibió en el área marsellesa y centró al segundo palo para que Higuaín la empujara a placer.

El 3-2 terminó de hundir al equipo francés, que estaba mereciendo algo más que una derrota. En los últimos minutos, Insigne y Armero pudieron ampliar aún más el marcador, con el Marsella ya desconectado, pero los goles ya no llegaron.

Gran victoria para el Nápoles, que se coloca empatado a nueve puntos con el Arsenal y aventaja a Borussia Dortmund que tiene seis. Los de Rafa Benítez dieron la vuelta al encuentro cuando peor estaba para ellos, demostrando solidez y pegada. Dura derrota para los marselleses que se quedan con pie y medio fuera de Europa, tras un buen encuentro. Entre Ligue 1 y Champions League, los de Elie Baup suman siete encuentros consecutivos sin vencer. Para poder optar a Europa League tendrían que ganar al Arsenal, golear al Dortmund que les venció 3-0 y esperar que el Nápoles también ganara a equipo alemán.

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