Recién desembarcado en Europa, Neymar vuelve a casa para brillar. Es la estrella de Brasil. Felipão sabe a lo que juegan y sabe de la importancia de Neymar. Su magia en ataque combina a la perfección con el músculo del centro del campo. Neymar es el fiel reflejo de la historia de Brasil en un solo jugador: joga bonito.

En Barcelona, todo han sido dificultades para el delantero. El precio de su fichaje, todavía por determinar, ha sido una losa para un jugador tan joven. Neymar ha tratado de hacer su juego pero no ha conseguido aclimatarse a un juego muy distinto al que estaba habituado en Brasil.

Con 31 goles, Neymar es el máximo goleador de la 'Seleção'Brasil juega para Neymar. Scolari ha creado un equipo rocoso y físico para crear espacios en la segunda línea de delanteros una vez reciban. Neymar es el protagonista de muchas jugadas de esas jugadas. Una vez recibe, Neymar debe demostrar por qué se le han entregado tantos galones. El delantero no duda en encarar, regatear y disparar a puerta. En Brasil, a diferencia de en Barcelona, puede sacar a relucir todo su arsenal de recursos.

Neymar no solo es importante en la creación de jugadas ofensivas. El delantero es el máximo goleador de la selección con 31 goles en 49 partidos, unos números que demuestran su importancia en el equipo. Su temporada en el FC Barcelona no ha sido mala en cuanto a números, el delantero ha marcado 22 goles y ha repartido 19 asistencias.

El hecho de apostar por el contrataque beneficia sobremanera a Neymar. Con espacios, es letal. Su velocidad vertiginosa se mezcla con un regate mágico, creando un jugador muy difícil de parar. Rara vez no gana la espalda a la defensa o no es derribado de cualquier forma. Neymar crea sensación de peligro solo con recibir el balón, algo de lo que muy pocos jugadores pueden presumir en el mundo.

En cuanto al Mundial, Neymar puede ser la pieza clave en los partidos más complicados de Brasil. Toda selección campeona necesita un jugador que marque las diferencias aunque las cosas no funcionen. Más allá de la fase de grupos, Brasil necesitará un jugador con una marcha más en ataque. Como en su día Ronaldo o Romario, Neymar tratará de sacar las castañas del fuego a una selección que aspira a ser campeona del mundo.