Nostalgia. Añoranza. Tristeza. Melancolía. Cuando acaba un Mundial, llega el vacío. Son cuatro largos años. No vale 'tempus fugit'. El tiempo pasa lento y por ello un Mundial cobra la importancia que cobra. Un Mundial es historia. El 12 de junio de 2014 se esperaba con ansia, incluso con desesperación. Había llegado. Y además, de la mano del día de los enamorados en Brasil. Qué mejor día que demostrarle al mundo el por qué uno se enamora. No solo de las personas, también del fútbol.

'Os tribalistas', grupo 'brasileiro', parecía cantar al mundo su canción "Ja sei namorar". "Já sei namorar, agora só me resta sonhar". El fútbol ya ha enamorado, solo queda soñar. Serán más de 30 días de sufrimiento, alegría y, sobre todo, pasión. Días mágicos. Eternos. De sueños. Brasil abre sus puertas para dar comienzo al mayor espectáculo futbolístico del mundo.

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Brasil ganó la batalla previa. Como si de una guerra a vida o muerte se tratase, los jugadores y todo el estadio cantaron el himno con rabia. Tanta rabia que parecía doler. Con todas sus fuerzas, el Arena de Sao Paulo estalló para dejar a Croacia helada. La primera batalla ya la habían ganado pero quedaba lo más difícil.

Hachazo al anfitrión

Kovac sabía que no podían tener miedo. Su once así lo demostraba. Los primeros minutos fueron para los locales, que a diferencia de lo que se esperaba, tocaban en campo Croacia se adelantó a los diez minutos gracias a un autogol de Marcelorival sin prisa. Los de Kovac, todavía tratando de respirar tras el himno brasileño, esperaban para salir rápidamente. Y así lo hicieron. El primer aviso vino por la banda derecha, cuando Perisic puso un gran balón al segundo palo que Olic remató fuera por muy poco. Pero el que avisa no es traidor y Croacia volvió a la carga. Una gran apertura de Rakitic volvió a dejar a Olic frente a Dani Alves. El croata, con confianza tras haberle ganado la primera acción, levantó la cabeza y centró por bajo en busca de Jelavic. Jelavic no apareció pero sí lo hizo Marcelo que empujó el balón al fondo de la red. Brasil se quedaba muda.

Como anfitrión y pentacampeón, Brasil sacó el orgullo. Brasil tiene el gen del campeón y eso nunca se pierde. Scolari lo definió así: "Hay quien ha ganado un Mundial y se cree el mejor. Imaginad nosotros, que hemos logrado cinco". Seres superiores. Así se ven los brasileños que fueron a comerse a una Croacia contemplativa.

Al son de Neymar

Neymar fue el encargado de echarse el equipo a la espalda. Regate, pase, regate. La defensa croata no podía pararlo. El delantero del FC Barcelona se movía por todas las zonas del ataque local provocando problemas muy graves. En el minuto 29, cuando más apretaba Brasil, hizo una diagonal de derecha a izquierda para disparar con su pierna zurda. El balón besó el palo pero acabó tocando la red para que estallase el estadio. Neymar aparecía y Brasil empataba. Felipao respiraba tranquilo.

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"Já sei onde ir, agora só me falta sair"

"Ya sé a dónde ir, ahora solo me falta salir". 'Os tribalistas' parecían saber el destino de Brasil. Croacia se había adelantado y eso había dejado sin fuerzas a Brasil. Pero ellos sabían cómo salir, sabían hacia dónde ir. Pero delante, aunque tocada, Croacia no había dicho su última palabra.

Rakitic y Modric aparecieron, por tanto, los croatas crecieron. Poco a poco, Brasil sufría más con el balón y eso fue debido a que Croacia crecía con el balón. La intensidad local bajó y eso se tradujo en menos ocasiones.

Croacia creció pero Brasil mató. Las individualidades pudieron con el colectivo y Brasil se aferró, entre otros, a Neymar. El delantero se colocó en el centro e intentó crear juego una y otra vez. En una se esas jugadas, a falta de 20 minutos, Fred recibió de espaldas dentro del área cuando cayó derribado. Lovren, el defensa que le marcaba, ni siquiera le tocó pero el colegiado señaló penalti. Neymar, cómo no, iba a ser el encargado de adelantar a los suyos. El delantero disparó con confianza y, aunque Pletikosa adivinó el lugar, solo pudo tocar el balón pero no rechazarlo. Brasil se adelantaba en un partido que estaba siendo más complicado de lo esperado.

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No venda la piel del oso antes de cazarlo

Los minutos finales fueron para la 'Canarinha'. Brasil presionó arriba e intentó evitar cualquier acción de peligro croata. Pero no lo iba a conseguir del todo. Croacia iba a tener dos ocasiones clarísimas que pudieron costarle el partido a los locales. La primera iba a tener polémica. Un buen centro al área buscando a Olic acabó con una falta muy dudosa. El colegiado señaló codazo o empujón a Julio César en el balón dividido, cuando posteriormente el balón iba a acabar en gol.

La segunda iba a llegar a falta de cinco minutos. Modric disparó con potencia pero Julio César reaccionó muy rápido para despejar el peligro croata. El Arena de Sao Paulo se mantuvo unos segundos en silencio justo antes de estallar. Tras la parada de Julio César, Brasil se fue al ataque y montó una contra vertiginosa. El balón acabó en los pies de Óscar que, de puntera como Ronaldo, batió a un lento Pletikosa.

El debut no podía acabar mejor para la selección anfitriona. Con sufrimiento, polémica y emoción empezó un Mundial que promete fuertes emociones. Un resultado, dos líderes: Brasil y Neymar.