Este fin de semana iniciará la temporada número 24 de la Premier League con los 20 mejores clubes de Inglaterra peleando para quedarse con el trofeo de una de las ligas más competitivas del planeta.

El Manchester United, máximo ganador de la competición y el más laureado de todos, buscará ser protagonista de la competición con su nómina de jugadores estrellas y un objetivo claro que es salir campeones después de las 38 jornadas.

Atrás quedaron los malos resultados y las campañas discretas desde la salida de Sir Alex Ferguson, y el futuro se llena de expectativas con los nuevos refuerzos y lo que pueda mostrar este equipo dirigido por Louis van Gaal.

Temporada 2014/2015, más enseñanzas que triunfos

En la pasada campaña se dio el debut de Louis van Gaal en el banquillo de Old Trafford tras la salida de David Moyes quien dejo al equipo sin poder jugar la Champions League.

En 38 partidos del holandés entrenando a los diablos rojos, se vio a un club que estaba en medio del buen juego y el pésimo rendimiento. Con buenos partidos y malos encuentros, resultados importantes y marcadores de pesadilla. Una campaña irregular, llena de altibajos y polémicas respecto a jugadores que no daban la talla como fue Falcao y Ángel Dí María, ambos en otros clubes tras su salida en este verano.

Además, la táctica de Louis van Gaal fue cambiando constantemente conforme a las situaciones que ocurrían, variando de su habitual 3-5-2 al 4-3-2-1, 4-2-2-2, 4-1-4-1, 3-2-4-1 y el último que se conoció del 4-2-3-1, todo esto por la gran cantidad de lesionados que tuvo, al punto de llamar a los juveniles a debutar como titulares en partidos de máximo nivel, suspendidos y algunos de bajo rendimiento.

En el remate de torneo, el equipo se quedó por fuera de la pelea por el título faltando cinco jornadas y del cupo a fase de grupos de la Champions League en la penúltima jornada, asegurándose el cuarto puesto.

De todo esto es difícil decir que fue una buena temporada, pero sería un error afirmar que fue mala sabiendo que el equipo pasa por un proceso de transición desde el retiro de Sir Alex Ferguson en 2013 tras 27 años dirigiendo, por eso es que fue un campeonato importante para conocer y definir muchas cosas sobre el equipo que finalmente afrontara la era post Ferguson.

Una pretemporada de alto nivel y buenos resultados

De nuevo la preparación del Manchester United fue en Estados Unidos en la International Champions Cup, torneo amistoso que el equipo había ganado en 2014. El primer partido, que sirvió para presentar a las nuevas contrataciones y el estilo de juego que usará van Gaal en la temporada, fue contar el América de México, actual ganador de la Liga de Campeones de la CONCACAF, al que vencieron por 1-0 en Seattle.

Luego se dio el juego ante el San Jose Earthquakes, club de la MLS, en California con victoria de los ingleses por 1-3, y después el partido ante los campeones de la Champions League, el Barcelona, con el juego a favor de los diablos rojos en Los Ángeles.

El último encuentro se dio en Chicago enfrentando al Paris Saint-Germain, el cual derrotó al Manchester United por 2-0 y se quedó con el trofeo de la competición.

Fueron cuatroencuentros con tres victorias y una derrota, siete goles a favor y cuatro en contra, un balance positivo con el buen rendimiento de todos los jugadores que tuvieron minutos en el campo de juego.

Cuatro contrataciones de gran nivel

Louis van Gaal tenía clara las posiciones a reforzar en su equipo para devolverle la competitividad perdida la temporada pasada, y desde antes que terminara la liga había empezado a contratar.

El primero en arribar fue Memphis Depay, atacante del PSV Eindhoven que llegó al club por 27 millones de euros por pedido del entrenador holandés quien lo conoce por su paso por la selección y que tiene muchas facultades para atacar y ser un mediocampista ofensivo.

Después de él, en el verano se anunció la llegada del defensor Matteo Darmian, proveniente del Torino e internacional con Italia, por 18 millones de euros. Una contratación importante, ya que es es un jugador que ayudará mucho en la zona defensiva, ya sea como central o lateral derecho.

Poco después de la noticia del italiano, se dio el primer gran golpe en el mercado de fichajes con el traspaso del volante alemán Bastian Schwensteiger, quien venía desempeñándose durante años en el Bayern de Múnich y que hace un año se coronó campeón del mundo, además de ser catalogado como uno de los mejores mediocampistas del mundo y que arribaba a Old Trafford por 18 millones de euros.

Con la llegada de Schweinsteiger también apareció Morgan Schneiderlin, un futbolista francés que había brillado con el Southampton la temporada pasada, pagando el club 35 millones de euros por él, con el objetivo de darle mayor equilibrio en la zona medular.

El último jugador en llegar al club fue Sergio Romero, el portero argentino que venía brillando con su selección desde el Mundial de 2010 y quien era conocido por Louis van Gaal desde el AZ Alkmaar. El club lo contrató libre tras su desvinculación de la Sampdoria, dándole mayor seguridad a la portería de los diablos rojos.

Ser campeones, único objetivo

Han pasado dos años desde que el Manchester United se coronó ganador de la liga inglesa, y desde allí ha visto a sus más acérrimos rivales, Manchester City y Chelsea, levantar el trofeo que los diablos rojos estaban acostumbrados a tener cada año.

La afición, cuerpo técnico, jugadores y dirigentes tienen la obligación en estos momentos de retomar el camino de la victoria, ese que se perdió en los últimos dos años pero que ahora esperan encontrar y conseguir un título.

Regresa la Premier League, y con ella el nuevo comienzo del Manchester United, su equipo favorito, para reconquistarla y jamás dejarla.

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