Echó a rodar la Premier League 15/16 para dos de los equipos llamados a pelear por los puestos de arriba durante la presente temporada, el United con el objetivo principal de intentar conseguir el título y los spurs con la intención de clasificarse para la próxima edición de la Champions League. El encuentro pasó por todas las fases posibles, ya que, tras entrar muy bien el Tottenham en el partido, el grave error de Walker hizó que se echarán muy atrás y el United les acorralara. Tras el descanso, ninguno de los dos equipos consiguió imponer su juego y el encuentro pasó por una fase de pelotazos y perdidas constantes del balón, salvo por alguna jugada aislada, hasta que, en los minutos finales, el equipo dirigido por Mauricio Pochettino se lanzó a la desesperada a por el empate haciendo que el conjunto local 'plantara el autobús' delante de su portería.

Dominio visitante y gol en propia

El Tottenham se presentó en el Teatro de los sueños con la idea principal de hacer que el equipo dirigido por Louis van Gaal deseara no tener la pelota. Algo que pusó en práctica desde el primer minuto del encuentro, aprovechandose de las dudas que poseía el equipo local a la hora de salir jugando desde atrás, con un gran presión elevada que hacía que los centrales del Manchester United optarán por un pelotazo en largo o que los jugadores de más calidad de los red devils, Carrick y Schneiderlin, no pudieran recibir cómodos el esférico.

Para colmo de la afición y el equipo local, los spurs no sólo conseguían robar rápido el esférico sino que, también, conseguían mantenerlo y hacer grandes jugadas pese a la presión que el equipo de Louis van Gaal ponía en práctica. Gracias a esto llegó la primera ocasión visitante, y la más clara de todo el encuentro, en el minuto cinco, cuando el talentoso mediapunta danés, Eriksen, aprovechó una gran dejada del hombre gol del Tottenham, Harry Kane, para plantarse sólo ante el portero argentino del Manchester United, Sergio Romero. Sin embargo, el habilidoso jugador de los spurs envió su disparo por encima del larguero al intentar superar al guardameta local picándosela por encima.

El United, incapaz de sacudirse la presión visitante, intentaba llegar al área rival a base de centros inofensivos que eran despejados por la defensa o atajados sin problemas por el guardameta Vorm. El Tottenham lo siguió intentando con disparos lejanos que no causaban mayor peligro a la defensa local, hasta que, una gran internada por la banda derecha de Walker, que le había ganado la posición a Ashley Young, hizo que el nuevo guardameta de los diablos rojos tuviera que emplearse a fondo para evitar el gol visitante. Minutos más tarde, Dembelé se plantó sólo ante Romero, pero la jugada fue invalidada por un fuera de juego muy dudoso.

Tras 20 grandes minutos del conjunto visitante, un error en la salida de balón de Bentaleb fue aprovechado por el equipo de Louis van Gaal, que montó una rápida jugada que terminó con Wayne Rooney dentro del área del Tottenham. Sin embargo, el capitán del Manchester United se durmió, algo raro en un jugador de su calidad, permitiendo que Walker llegara e intentará mandar a córner el esférico con tan mala suerte que el balón acabó introduciendose en su propia portería.

Momento del gol en propia de Walker. Foto: @premierleague

Jarro de agua fría y cambio de papeles

Tras el gol, el Tottenham entró en estado de shock y el United tomó las riendas del encuentro, disponiendo de numerosas ocasiones para poder ampliar su ventaja. A los pocos minutos, una gran combinación de la línea de tres cuartos del United, Mata, Depay y Young, acabó con este último llegando a línea de fondo, dentro del área del Tottenham, y poniendo un pase de la muerte que acabó siendo despejado po la defensa de los spurs. El equipo de Mauricio Pochettino se defendía como 'gato panza arriba' y sólo era capaz de detener las embestidas locales con faltas.

Tras una de esas faltas, Mata dispusó de una buena oportunidad para aumentar el marcador pero su disparo acabó siendo repelido por la barrera. Con el paso del tiempo el encuentro empezó a decaer, el Tottenham no era capaz de reponerse del golpe sufrido y el United prefería tener la pelota y no arriesgar, y únicamente algunas acciones aisladas de los jugadores locales dieron emoción al encuentro. Mata con un buen disparo que se marchó fuera por poco y Depay con un disparo que no encontró portería, tras robarle Carrick el esférico a Dier, intentaron sin suerte poner el 2-0 en el electrónico antes del descanso.

Depay intentando aumentar el marcador. Foto: @premierleague

Sin dueño fijo y sufrimiento final

A la vuelta de vestuarios, ambos equipos intentarón imponer su juego para mantener el resultado e intentar aumentarlo, en el caso del Manchester United, o para igualar la contienda y, porque no, darle la vuelta al electrónico, en el caso del Tottenham. Sin embargo, esa lucha acabó provocando que el partido no tuviera un dominardor claro y transcurriera entre robos y pelotazos, hasta que van Gaal dio entrada al terreno de juego al centrocampista alemán, Bastian Schweinsteiger, quien dio algo más de dominio al conjunto local.

Gracias, principalmente, a ese dominio, llegó la mejor ocasión del segundo tiempo para el Manchester United, una buena jugada de Ashley Young que terminó con su disparo haciendo emplearse a fondo al guardameta holandés Vorm, quien, además, se encontraba muy tapado por su defensa. Tras esta buena jugada, Van Gaal buscó tener mas el control del esférico, introduciendo en el campo a Ander Herrera, mientras que Mauricio Pochettino buscó tener más calidad en los metros finales introduciendo al argentino Lamela.

El partido continuó siendo una lucha en el centro del campo que acabó con los porteros como si fueran unos especatadores más, hasta que, a falta de cinco minutos para el final del tiempo reglamentario, el Tottenham se lanzó con todo a por un empate que hubiera logrado si no fuera gracias a las grandes intervenciones realizadas por el nuevo portero del Manchester United, Sergio Romero, quien tuvo que emplearse a fondo para detener un cabezazo de Harry Kane que fue desviado por Smalling y posteriormente un fuerte disparo del argentino Lamela.

No quedó tiempo para más y el Manchester United sumó los tres primeros puntos de la Premier League 15/16 a su casillero gracias al gol en propia de Kyler Walker y a las grandes actuaciones realizadas por el argentino Sergio Romero y el central inglés Chris Smalling, quien consiguió evitar muchas ocasiones peligrosas con grandes acciones defensivas.

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