Feyenoord, después de un partido igualado y trabado en muchos aspectos, venció 1-0 a Den Haag en una nueva fecha de la liga holandesa de fútbol. El tanto fue anotado por el goleador del equipo rojiblanco: Karim El Ahmadi

La paridad fue el común denominador en todo el partido y, de acuerdo a los medios holandeses, El Ahmadi se erigió como el héroe que salvó al Feyenoord de que el partido fuera peor. Desde la disposición táctica de ambos equipos, se vaticinaba un partido interesante y complicado de disputar. En los hechos, fue así. 

Primer tiempo

El encuentro tuvo una estrella indeseada: Kuipers. Alguno de ustedes, pensará que se trata de algún jugador importante que se haya destacado en todo el juego. Sin embargo, Kuipers es fue el referee del partido y su incidencia hizo mella durante el desarrollo del juego. ¿La razón? Sacó tarjetas cuando más se necesitaban. Cuando la paridad rige el juego futbolístico, eso exige un árbitro más riguroso y capaz de delimitar una disciplina para que los jugadores no se desmadren y evitar así un desarrollo del partido signado por la violencia. La protesta fue la segunda invitada al concierto del fútbol que se desarrolló en el estadio del Feyenoord. De hecho, Steven Berghuis (uno de los jugadores destacados de la actual liga holandesa) recibió una amarilla por parte de Kuipers. 

Giovanni Van Bronckhorst (exjugador del Barcelona y del Arsenal) hizo todo lo posible para romper el muro defensivo planteado por Den Haag. Eso fue rápidamente aprovechado por el conjunto visitante que tuvo tres ocasiones claras de gol frente al arco escoltado por el guardameta, Robert Zwinkles. 

Segundo tiempo

El complemento representó todo un desafío para los dirigidos por Van Bronckhorst. La creatividad e imaginación, como cual pintor que dibuja o ingeniero en informática que trata de idear un producto para toda la gente, estuvieron a la orden del día en el duro escollo que significó la defensa de Den Haag.

El encuentro estaba para cualquiera de los dos contrincantes, a tal punto que sólo un gol definió la historia. La parcialidad de ambos equipos gritaban desaforadamente y el reloj corría.La boca de cada uno de los hinchas estaban cansadas, como almas que buscaban la luz para su plenitud. El gol no llegaba. Corrían los minutos y no ocurría nada, absolutamente nada. Hasta que Karim El Ahmadi, luego de una jugada magistral, estampó el 1 a 0 que implicó la decepción y la frustración de la parcialidad de Den Haag.

Anteriormente a eso, el marroquí tuvo ocasiones para convertir, pero se encontró con Robert Zwinkels. 

De esa forma ,y como si fuera una batalla de 300 o una película dirigida por Zack Snyder, Feyenoord se quedó con un partido que quedará grabado por lo épico y por la "guerra" que significó el partido.

La contienda hizo que los soldados de ambos batallones terminaran cansados. Cada uno de ellos se retiró al lugar, donde lo esperaba, con cierto disgusto y, tal vez cierto conformismo, los comandantes. En ese momento la tropa Den Haag estaba preparando con todo su séquito la próxima operación. No será nada sencilla. La logística tendrá que ser importante. La actuación de los agentes encubiertos será primordial. El fútbol moderno así lo exige y más aún la derrota.

Feyenoord deberá recabar más información de la esperada, para dar con el paradero de su próximo rival. La victoria para los rojiblancos no debe representar comodidad o zona de confort (guiño para Sigmund Freud y para los lacanianos). La preparación de la caballería rojiblanca será determinante para la próxima batalla de las tantas que prepara esta interesante liga eredivisie.