Tras un verano de silencios, de insinuaciones y de abonos de cláusulas millonarias, Neymar Jr se vistió de corto con la nueva equipación del que es su nuevo equipo, el PSG, en su nuevo hábitat, la Ligue 1. El escenario, un repleto Stade du Roudourou, colaboró para añadir lustre a tan mediática cita. Situada en la Bretaña, Guingamp, de 7.000 habitantes, albergó el multitudinario debut en el fútbol francés de una de las tres grandes figuras actuales del fútbol mundial.

Formaba Unai Emery con el clásico 4-3-3 que ha distinguido al conjunto capitalino desde la etapa de Laurent Blanc. Los papeles oficiales situaban a Neymar en la banda izquierda, mientras Di María arrancaba por la derecha. Por detrás, los interiores Marco Verratti y Adrien Rabiot gozarían de cierta libertad para combinar con el frente de ataque, debido a la protección que siempre otorga el mediocentro Thiago Motta. El PSG arrancaba con el once de gala el día del flamante estreno de su gran fichaje, si bien el banquillo, con hombres como Javier Pastore, Blaise Matuidi o Gonçalo Guedes, era de absoluto ensueño.

El debut de Neymar generó una enorme expectación. | FOTO: PSG.fr
El debut de Neymar generó una enorme expectación. | FOTO: PSG.fr

Movilidad absoluta desde la mediapunta

Pese a que la teoría sugería que Neymar se pegaría a la banda izquierda, asumiendo su rol de extremo a pierna cambiada de un modo muy similar al ejercido en su etapa en el Barcelona, el arranque del partido dejaba a las claras que el protagonismo del brasileño se establecería por encima de sistemas y posiciones. Y es que, lejos de estar abierto en el terreno de juego, el de Mogi das Cruzes se situó en la mediapunta, muy centrado, y actuando con total libertad. Al brasileño se le vio cómodo combinando, de forma constante, con Rabiot y Verratti, muy cerca de su posición, y también con el teórico extremo de la banda opuesta, el rosarino Ángel Di María. Las bandas quedaban completamente libres para que los laterales, Daniel Alves y Layvin Kurzawa, las explotaran. Unai Emery, pues, tenía reservado para su equipo un plan colectivo en el que Neymar asumiera una función central. La figura que lidera y perfecciona y entramado de élite.

Partiendo desde la banda izquierda, pero apareciendo por todo el ancho del terreno, el ex del Barcelona protagonizó, junto a todo su equipo, una primera parte de muchos quilates, sometiendo a un EA Guingamp que suele sentirse muy cómodo siempre que juega en casa -de hecho, es uno de los estadios que más se le ha atragantado históricamente al PSG desde que los bretones ascendieron-. Las combinaciones de Neymar con sus compañeros eran rápidas y eficaces, construyendo a su son un ataque móvil y muy dinámico, pero que, sin embargo, fue incapaz alterar el marcador durante la primera mitad.

Combatividad y primeras jugadas de gol

Pese a la ausencia de gol, las sensaciones tras los primeros 45 minutos de Neymar en el fútbol francés eran más que positivas. Las conexiones del jugador brasileño, tras tan sólo un rato jugando con sus nuevos compañeros, tenían un nivel extraordinario, y hacían el ataque parisino muy difícil de predecir y detectar para el rival. No tenía incentivos Unai Emery para modificar nada de cara a lo que restaba de encuentro, pues las sensaciones indicaban que el tanto visitante estaba al caer.

El PSG exhibió un fútbol ofensivo coral ante el Guingamp. | FOTO: PSG.fr
El PSG exhibió un fútbol ofensivo coral ante el Guingamp. | FOTO: PSG.fr

Pocos minutos después de la reanudación se percibió que uno de los trazos más clásicos del libreto táctico del entrenador de Hondarribia, la presión tras pérdida sea cual sea el área del campo en que se produce, había sido ya interiorizada por la nueva estrella parisina. En varias jugadas del choque se vio a un Neymar especialmente altruista en la presión; una actitud que demuestra la motivación del jugador y la buena adaptación que éste ha tenido a los planes de su entrenador.

El trabajo del '10' y el de todo el frente de ataque en esta suerte fue lo que ocasionó el primer tanto visitante, tras una pérdida en el área del Guingamp que derivó en que tres jugadores del PSG -uno de ellos, Neymar- encimaran a Jordan Ikoko, poseedor del balón, pocos segundos después. El congoleño, de cara a su propia portería, no podía girarse y tenía que soltar el balón rápido, por lo que decidió retrasarlo a su portero con un pase excesivamente fuerte, que se acabó colando en el arco. Detrás de una acción aparentemente afortunada para los parisinos se esconde, como se ha explicado, un extraordinario trabajo sin balón, que acabó posibilitando el primer gol de los parisinos en el encuentro.

Neymar sumó su primera asistencia en Ligue 1 en el gol de Cavani. | FOTO: PSG.fr
Neymar sumó su primera asistencia en Ligue 1 en el gol de Cavani. | FOTO: PSG.fr

Con el Guingamp mucho más abierto aparecieron los espacios, para regocijo de todo el frente de ataque visitante. Rondando la hora de partido llegaría la primera asistencia de Neymar en Francia: un pase en profundidad muy vertical hacia Cavani, que el uruguayo, mano a mano con Johnsson, no desaprovechó. Con el 0-2 campeando en el marcador y el encuentro encarrilado, el plan no se modificó, pero sí el fin del equipo, mucho más insistente en buscar a Neymar para que éste pudiera estrenarse como goleador.

A pocos minutos del final llegó el premio, que sirvió para coronar una completísima actuación, y sobrepasando las expectativas del debut. Neymar Jr. conseguía anotar tras una jugada embarullada en el área bretona que consiguió desatascar Edinson Cavani. El charrúa se deshizo del defensor al filo de la línea de fondo y colocó un pase de la muerte para que su compañero brasileño viese puerta por primera vez en Ligue 1. Era el broche de oro para un gran debut, que arrojó esperanzadoras conclusiones de cara al juego colectivo del equipo, y que otorgó muchas pistas para desentrañar el rol de Neymar Jr en su nuevo ecosistema.

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Sobre el autor
Alex Fernández
Redactor en VAVEL España y graduado en Economía. Fútbol y ciclismo. Escribo sobre lo que me gusta en Widefutbol.com