El Deadline Day dejó numerosos e importantes traspasos. Una de estas importantes transacciones fue la venta del centrocampista inglés de veintisiete años Danny Drinkwater procedente del Leicester City, al vigente campeón de la Premier League, el Chelsea FC. El traspaso del jugador nacido en Manchester supuso para los blues un desembolso de 38 millones de euros, convirtiéndose de esta manera en el séptimo fichaje más caro de la historia del club londinense dirigido por el técnico italiano Antonio Conte. 

El mediocentro inglés fue una de las piezas clave en la obtención del primer y único título de liga ganado por el Leicester City. Junto al que será también su compañero a orillas del Támesis, N'Golo Kanté, formaron uno de los centros del campo más sólidos jamás vistos en las Islas Británicas. Su gran sacrificio en ambas partes del terreno de juego, su valentía y su capacidad de liderazgo permitieron al humilde Leicester alzar el título de la Premier League al final de la temporada. Ahora, el vigente campeón de la liga inglesa ha vuelto a reunir a ambos centrocampistas con el fin de revalidar el título. Se aseguran un mediocampo sólido y sin fisuras.

Danny, viene de hacer una buena temporada con el Leicester a nivel individual pues la última temporada de los foxes no fue todo lo exitosa que esperaban. Rápidas eliminaciones en FA Cup e EFL Cup y un mal arranque liguero, condenaron al tres veces campeón de la Copa de la Liga a una desafortunada y decepcionante temporada. Los únicos momentos que hicieron soñar a la afición del Leicester fueron las noches europeas, las mágicas noches de UEFA Champions League. Liderados por Drinkwater, lograron alcanzar los cuartos de final peleando la clasificación frente al Atlético de Madrid hasta el último segundo.