El debut de Gennaro Gattuso como entrenador del primer equipo del Milan será histórico para la Serie A, pero no del modo en que el italiano hubiera querido, pues el protagonismo de un partido un tanto gris lo acaparó Alberto Brignoli. El portero del Benevento se enfundó la capa de héroe para, con un remate de cabeza ajustado a la cepa del palo largo de la portería defendida por Donnarumma, poner el empate a dos en el minuto 95. El gol suponía la consecución del primer punto en la historia del modesto equipo local en la Serie A así como el final de la racha consecutiva de catorce partidos perdidos.

El Milan acabó el partido con diez debido a la expulsión por doble amarilla de Romagnoli. La decisión arbitral levantó polémica, pero Gattuso zanjó el asunto en su primera intervención: “No voy a hablar del árbitro, eso no me importa. Para mí es más importante agradecer a los míos, que hoy han dado todo de sí para conseguir la victoria. El gol del portero en el descuento nos ha confirmado que todo le sale mal al equipo desde hace tiempo, hay que cambiarlo”.

“Hoy debemos lamernos las heridas”, continuó el técnico, siendo crítico “tenemos el deber de mejorar en todos los aspectos, no nos podemos permitir perder puntos con tanta facilidad. Lo de hoy entraba en mis planes como posible situación, no puedo cambiarlo todo en cuatro o cinco días”.

Rino, para finalizar su intervención, pasó a subrayar los aspectos que fallaron en el encuentro: “Podríamos haber desarrollado las maniobras mucho mejor, faltaba algo incluso a nivel de personalidad, hemos sido pasivos en fases del encuentro y lo hemos pagado caro porque enfrente nos hemos encontrado con un Benevento soñador y luchador. Ahora que hemos tropezado con el primer error toca darlo todo y mirar al futuro con ambición”.