El encuentro comenzaba con un ritmo algo pausado, en el que los locales tenían algo más de posesión. El Newcastle se sentía cómodo con el esférico, moviéndolo de un lado a otro, sin embargo no conseguía crear un excesivo peligro sobre la meta de Pickford. 

Rooney siempre aparece

Con el paso de los minutos, el dominio de la pelota se fue igualando y el Everton parecía despertarse del letargo con el que había iniciado este encuentro. Wayne Rooney se convertía en el protagonista del centro del campo Toffee, liderando todas las llegadas que el conjunto visitante acumulaba sobre la portería contraria.

El Newcastle iba desapareciendo por momentos, la fluidez en su juego cada vez era menor y sus únicas ocasiones eran tiros lejanos y centros al área que no causaban ningún peligro a la defensa del Everton.

Este momento en el que los locales parecían desconectarse, sería aprovechado por el Everton, que lograba el primer tanto del encuentro, por medio de su capitán Wayne Rooney. El futbolista inglés aprovechaba un rechace en el interior del área tras un grave error en el despeje del guardameta del Newcastle. Los Toffees conseguían adelantarse en el minuto veintisiete, reflejando en el marcador su mejoría sobre el césped.

Wayne Rooney anotaba el único tanto del encuentro. Foto: premierleague
Wayne Rooney anotaba el único tanto del encuentro. Foto: premierleague

Este gol de los visitantes, sirvió para que el Newcastle se activara y comenzara a crear de manera insistente oportunidades en el área contraria. Los extremos del conjunto Magpie se estaban convirtiendo en un quebradero de cabeza para los defensores del Everton, superándolos en cada una de las llegadas que sumaban los locales en los minutos finales de la primera parte. 

A cinco minutos del final, el Newcastle tendría la mejor oportunidad para lograr el empate, sin embargo, un fantástico remate de Mikel Merino desde fuera del área se estrellaba en el palo, perdiendo la ocasión para colocar el uno a uno en el marcador.

El final de estos primeros cuarenta y cinco minutos llegaba con el resultado de uno a cero a favor del Everton, en un partido donde no hubo muchas ocasiones, pero que Wayne Rooney estuvo acertado para conceder la victoria momentánea a su equipo.

Sin respuesta local

El Newcastle iniciaba esta segunda mitad mucho mejor, saliendo muy enchufado desde el vestuario, con el objetivo de anotar el primer gol cuanto antes. El acoso sobre la portería visitante estaba siendo constante, creando mucho peligro mediante jugadas a balón parado que, no terminaban en gol por muy poco.

Este empuje solo dudaría los primeros diez minutos, pues a partir de ahí el Everton comenzó a ser mejor sobre el terreno de juego, de nuevo con un protagonismo brillante por parte de Wayne Rooney, que entendía perfectamente lo que pedía el partido en cada momento.

Pickford salvando al Everton con una fantástica parada. Foto: premierleague
Pickford salvando al Everton con una fantástica parada. Foto: premierleague

En el minuto 65, el conjunto visitantes estuvo a punto de conseguir el segundo gol en el encuentro. Una falta botada por Wayne Rooney sería cabeceado por Ashley Williams, sin embargo, el portero del Newcastle estaría muy atento para despejar a córner esta importante ocasión, que hubiera supuesto la sentencia del partido. 

A partir del minuto 70, el juego pasó a ser algo espeso, el partido no pasaba del centro del campo y apenas podían verse oportunidades en las áreas. Los hombres de Rafa Benítez insistían en la idea de crear oportunidades desde las bandas, no obstante, los remates salían desviados o eran detenidos con suma facilidad por Pickford.

El Newcastle parecía haber perdido la esperanza en este partido, enfureciendo a la afición Magpie que veía como su equipo perdía la cara por este partido y en los últimos minutos era el Everton los que encerraban a sus rivales en su propio campo. 

El árbitro añadía cuatro minutos de descuento en los que el conjunto local desaprovecharía un par de córners que no llevarían ningún peligro. El Everton terminaba consiguiendo los tres puntos en un partido que se decidió por un error del portero local, ya no hubo excesivas oportunidades durante los noventa minutos. El Newcastle encadenaba su tercera derrota consecutiva, dejándolos a tan solo dos puntos de la zona de descenso.