La cita que congregaba el Vélodrome era una de esas, que sabes, que no van a defraudar. El Marsella se veía las caras con el FC Nantes, un equipo que en general está protagonizando una buena campaña pero que, desde las vacaciones navideñas, parece que se ha desinflado. Por su parte, los locales también están plasmando su buen juego en lo que va de campaña. Metidos en la zona de arriba de la clasificación y clasificados para los cuartos de la Europa League, el cuadro marsellés sólo tiene elogios respecto a su juego. Los dos equipos tratarían de hacerse con unos tres puntos muy valiosos: el OM si ganaba conseguiría prácticamente certificar la tercera posición, aprovechando el empate del Olympique de Lyon en su partido en el sur de Francia contra el Montpellier. Por otro lado, los canarios si se llevaban la victoria, conseguirían la quinta posición.

Antes de que diera comienzo el choque, se procedió a la entrega del trofeo al mejor jugador del mes de enero de la Ligue 1. Florian Thauvin recibía la distinción ante su afición.

El francés es uno de los mejores jugadores de la liga francesa // Foto: OM
El francés es uno de los mejores jugadores de la liga francesa // Foto: OM

El Nantes cogía ventaja

El colegiado depositaba en la zona central del terreno de juego el balón y realizaba el primer pitido del encuentro para marcar el comienzo. En los primeros minutos, ambos cuadros querían hacerse con el centro del campo para mantener la posesión e implantar así su juego. Sin embargo, la intensidad y las faltas harían de los instantes iniciales momentos de juego 'tosco'.

Poco tardó en llegar la sorpresa a las tierras marsellesas. Leo Dubois hizo con su golpeo que el esférico se convirtiera en un misil dirigido al arco de Steve Mandanda. Fue un golazo que llegó desde la esquina derecha del área del Olympique de Marsella. Poco pudo hacer el portero del Marsella para detener el obús. Al tercer intento, después de una bonita dejada de cara de Rongier, llegó el primer gol de la noche. Consecuencia del mal posicionamiento defensivo de los locales. El FC Nantes sacaba provecho y llegaba fácilmente a la zona contraria del verde. Muchos fallos en la zaga local por el tremendo periodo de ansiedad. 

Dubois celebra su magnífico tanto // Foto: Arnaud Duré
Dubois celebra su magnífico tanto // Foto: Arnaud Duré

Continuaba la magia en el Vélodrome y ninguno de los dos descansaban. El OM quería encontrarse con el gol para plasmar las tablas en el marcador, pero el Nantes no le pondría las cosas fáciles. Liderados por Claudio Ranieri, los que vestían de amarillo se posicionaban para esperar el error en el ataque de sus adversarios y hacer sufrir así a sus rivales por ambos flancos. Se echaba en falta la presencia en el rectángulo de juego del 'nipón' Sakai. El OM sangraba por los costados y los rivales se aprovechaban de ello. Con menos ocasiones que sus rivales, el Marsella se marchaba a vestuarios con el objetivo de salir con otros bríos. El FC Nantes trataba de continuar la senda del buen trabajo.

Se obró el milagro

Ya habían charlado los entrenadores con sus equipos, les habían dado las indicaciones a sus pupilos. Comenzaba la segunda parte y el Olympique de Marsella era dueño y señor del esférico. Los de Rudi Garcia buscaban su gol para meterse en el partido e intentar conseguir el empate. Por su parte, los visitantes seguían en la misma dinámica que al final de los primeros 45 minutos. Aguardaban en la zona trasera de su campo, protegiendo las arrancadas de los locales, e intentaban cazar el balón para montar la contra. Así, el Nantes conseguía ejercer peligro en la portería de Mandanda.

Tras unos primeros veinte minutos de fútbol, lo poco del Marsella en todo el partido llegaría gracias a una majestuosa chilena de Payet al más puro estilo de Jean Pierre Papin. Sin embargo, Tatarusanu estaba en su salsa y la noche estaba siendo suya.

La chilena de Dimitri Payet // Foto: Arnaud Duré
La chilena de Dimitri Payet // Foto: Arnaud Duré

Las llegadas no cesaban por parte del Olympique de Marsella y el Nantes no hacía más que esperar, defender, robar y formalizar contra. Esta fue la dinámica durante toda la segunda mitad. Hasta el final del encuentro el cuadro liderado por Rudi Garcia intentaría encajar el gol del empate ante la incesante espera de los amarillos. Cuando ya no se esperaba el canto de ningún otro gol, el de siempre llegó. Florian Thauvin, la magia, la elegancia, la clase, el gol. Tras un centro medido de Payet, las cabezas locales remataban a una portería en la que parecía que había alrededor de once guardametas. Sólo Thauvin tenía la vista indicada para encontrar el hueco entre los jugadores del FC Nantes. El cuero se colaba y tocaba la red de la portería de Tatarusanu. El árbitro indicaba el final del partido.

Cabizbajos, los jugadores visitantes abandonaban el verde. Los del Olympique de Marsella se iban festejando por todo lo alto que habían conseguido el empate in extremisTras el reparto de puntos, los de Marsella duermen terceros, superando por poco al Olympique de Lyon y colocándose cuatro puntos por detrás del AS Mónaco. Por su parte, el FC Nantes se posiciona séptimo, igualando en la clasificación al Montpellier.