Nápoles quiere el 'Scudetto'. El conjunto del sur de Italia tuvo que lidiar con un duro rival para poder llevarse tres puntos capitales en la lucha por el título de la Serie A. El partido, pese al resultado final, no fue sencillo para los napolitanos, que tuvieron que darle la vuelta por dos veces al marcador. Primero al gol de Jankto que logró equilibrar Insigne. Ingelsson volvía a poner por delante a los de Údine, mientras que Albiol, Milik y Tonelli certificaron la remontada local.
Mertens empezaba en el banquilloSe disputaba la jornada nº33 con el objetivo claro del Napoli de sacar los tres puntos y esperar el posible e improbable fallo de la Juve en su desplazamiento a la cancha del Crotone. Para ello, Sarri ponía en liza una de sus mejores formaciones, aunque con algún cambio significativo. El más llamativo, la entrada de Milik en el lugar de Mertens. Por otra parte, el Udinese necesitaba los puntos para escapar de la zona de peligro, que solo veía seis puntos por encima.
Sopresa y reacción
Avisaba en los primeros compases del choque el equipo de Sarri con un disparo seco de Hamsik que repelía con una gran estirada el meta Bizzarri. Posteriormente era Insgine el que obligaba a intervenir de nuevo al portero de Údine. Casi por acumulación de centros estuvo cerca de adelantarse el club de San Paolo. Bizzarri no se entendía bien con sus compañeros y sembraba las dudas en dos despejes en semifallo.
Lo más destacado del equipo visitante era un remate a la media vuelta de Barak que atrapó Pepe Reina. Insgine, el más activo en el equipo napolitano, dejaba otros dos destellos de calidad con un par de remates desviados que hacían que el equipo se volcará en busca del primer gol antes del descanso. Sin embargo, el tanto iba a aparecer en el feudo visitante. Jankto empujaba en el segundo palo un centro desde la derecha, poniendo patas arriba el feudo napolitano.
El gol 'psicológico' de InsignePese a ello, acto seguido y justo antes del descanso, los locales iban a conseguir por medio de su hombre más activo en la primera mitad el tanto del empate. Insigne recibía el pase entre líneas de Zielinski, y con un precioso regate y un disparo raso al palo largo batía al meta Bizzarri. Tablas y el equipo de Sarri hacía lo más complicado. Igualar de manera inmediata el error que habían cometido.
Vendaval napolitano
El segundo acto depararía una auténtica locura. Empezó ya con un intercambio de ocasiones. Dos para cada equipo que finalmente no pudieron acabar dentro de la portería de Reina o Bizzarri. Si lo haría la tercera aproximación de Udinese. Centro de Zampano y remate inapelable de Ingelsson para colocar el 1-2. Sarri se veía obligado a tirar de su máximo goleador, el belga Dries Mertens, que ingresaba inmediatamente al terreno de juego.
Sin embargo, pronto iba a aparecer la mejor versión del equipo napolitano. En el 65' Albiol con un testarazo contundente en un saque de equina igualaba el electrónico de San Paolo. Ya sólo había un equipo sobre el terreno de juego, y a base de insistencia iba a llegar el tanto de la remontada. Disparo de Callejón que rechazaba Bizzarri y se lo dejaba franco a Milik, que empujaba el esférico a placer.
La sentencia iba a llegar por medio del otro central en una acción calcada al tanto del 2-2. Tonelli cabeceaba otro saque de esquina para cerrar el encuentro con el definitivo 4-2. Con estos tres puntos y el empate de la Juve, los de Sarri se colocan a cuatro del líder, al que le tienen que visitar el próximo domingo a las 20:45 en el Juventus Stadium. De ganar, el equipo de Nápoles se metería de lleno en la lucha por el título. Porque el Napoli sigue creyendo.