El fútbol es once contra once y aunque a priori siempre haya un favorito sobre el papel, este deporte tiene el factor sorpresa que siempre le hace diferente y bello.

En la noche de este sábado se ha hecho notable esta cualidad del fútbol, ya que el Benevento, equipo que cierra la tabla con cuatro victorias, dos empates y 27 derrotas visitaba San Siro, hogar del Milan, equipo que hasta hace nada estaba disputando competiciones del estilo de la UEFA Champions League y ganándolas, como demuestra su palmarés con siete orejonas en su haber.

El partido era clave para un Milan que quiere culminar el año lo más arriba en lo que a clasificación se refiere y dejar ya cerrada su participación en la UEFA Europa League del año que viene.

En frente se encontraba el Benevento, equipo que se encuentra en el farollilo rojo de la clasificación con 14 puntos a 15 puntos de la salvación, lo que hacía prácticamente que estuviese descendido a la Serie B.

Dadas las bajas de Çalhanoglu, Conti y Romagnoli, Gattuso innovó en su dibujo y decidió salir con un 4-4-2 formado por Donnarumma en portería; defensa formada por Calabria, Bonucci, Zapata y Ricardo Rodríguez; en el mediocampo formarían Borini, Kessie, Lucas Biglia y Bonaventura; la punta de ataque estaría formada por André Silva y Cutrone.

Por su parte, el Benevento usó el mismo dibujo que en su último choque liguero frente el Atalanta con un 3-4-2-1 formado por Puggioni en portería; defensa de tres con Tosca, Djimsiti y Sagna; mediocampo formado por Viola, Sandro, Cataldi y Letizia; un poco más adelantados como mediapuntas Iemmello y Brignola y en la punta de ataque Djuricic.

La relajación pasa factura

En una noche primaveral y de buena sensación térmica sobre un San Siro con una entrada algo regular debido a la baja identidad del rival, comenzaba el choque con un Milan que buscaba presionar la salida del balón rival.

En el minuto cuatro de juego, Borini cae a banda y centra buscando a Cutrone como receptor, pero Puggioni anduvo atento para meter la mano abajo y cortar el pase. El Milan buscaba hacerse dueño de la posesión a la vez que volcaba sus ataques sobre la banda derecha.

En el minuto 14, el Benevento se animaría a buscar el gol con una jugada de Sagna que termina con un centro que atrapa Donnarumma. Un detalle táctico del Milan fue que Lucas Biglia estaba ejerciendo de pivote a la hora de defender y por sus pies empezaban casi todas las jugadas de ataque milanista. En el minuto 16 de juego, una falta de entendimiento de Ricardo Rodríguez con Donnarumma en una cesión al portero casi termina con un autogol del suizo que evitó el portero bajo palos.

Tras unos minutos sin ninguna muestra de peligro de ambos equipos llegó la jugada del 0-1. Corría el minuto 28 y una jugada de conducción de Viola termina con un pase hacía Iemmelo que se quedaba solo para batir a Donnarumma. La jugada tuvo su miga ya que la posición desde la que partía el autor del gol era algo dudosa y el colegiado recurrió al VAR para posteriormente dar la autoría del gol que suponía el 0-1.

Tras el gol, el conjunto rossonero buscó un juego más directo con el fin de intentar poner el empate con la mayor brevedad posible. Acciones para conseguirlo antes del descanso tendrían de sobra. La primera con un centro bombeado de Kessie que remata Cutrone desequilibrado y alto, la segunda con un centro chut de Ricardo Rodríguez que repelió Puggioni y la última con un disparo suave de Bonaventura que detuvo el meta del Benvento.

Con estas acciones llegábamos al descanso del partido con el resultado sorprendente de 0-1.

Iemmello tras anotar el 0-1 / Foto: gettyimages
Iemmello tras anotar el 0-1 / Foto: gettyimages

Segunda parte sin reacción

La segunda parte comenzaba sin ninguna variación en ninguno de los dos onces iniciales, aunque Gatusso no tardaría mucho en meter una variación como fue la de Suso por Borini en el 49 de partido.

Tras un inicio de segunda parte de tanteo, el Milan puso la directa con un chut de Kessie desde la frontal con el exterior de su bota derecha que rebotó en el larguero de la portería de Puggioni.

Sin más tardar, en el 64, una jugada hilvanada termina con un chut de Bonaventura sin aparente peligro, aunque el Benevento no se quedaría con los brazos cruzados y una salida a la contra finalizó con un disparo de Viola que salió rozando el palo derecho de la portería de Donnarumma.

Con el paso de los minutos, el Benevento decidió defender la renta de un gol y su entrenador dio entrada a Venuti por Brignola cambiando el dibujo a 4-4-2.

Con el paso atrás en lo ofensivo del Benevento, los locales buscaban marcar para poder soñar con la remontada y ocasiones tuvieron para ello. En el 73, un centro de Kessie encontraba a Cutrone que remataba al cuerpo de Puggioni.

En el 79 de juego, Diabaté veía la segunda amarilla y la consiguiente expulsión al saltar con los codos en altos e impactar en el rostro de Borini dejando al Benenveto con 10 efectivos en el tramo final del choque.

En el minuto 84, el Milan tendría la última gran ocasión con un centro de Ricardo Rodríguez que Cutrone remató casi sin fuerzas. A partir de ese momento, el Milan buscó centros imprecisos que no encontraban rematador.

Con los tres pitidos del colegiado, el partido llegaba a su fin sellando la épica victoria de un Benevento, que en su primera visita a San Siro consigue la victoria ante un Milan que roza el ridículo ante el colista de la competición.

Desolación milanista tras la derrota / Foto: gettyimages
Desolación milanista tras la derrota / Foto: gettyimages
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