El Estadio Olímpico de Atenas se encontraba abarrotado. La final del máximo trofeo a nivel de clubes en Europa se encontraba en disputa. El Hamburgo y la Juventus serían los protagonistas de la noche. Y aunque solo hubo en gol en el partido, aquella final será recordada por ser el máximo logro del Hamburgo a nivel de clubes.

35 años después de ese día, el Volksparkstadion se encontraba abarrotado. Esta vez, no para presenciar una final del Hamburgo, sino todo lo contrario, para ser partícipes de un hito histórico en el futbol alemán, el primer descenso del Hamburgo. A pesar de la victoria frente al Borussia Mönchengladbach, debían esperar la caída del Wolfsburgo la cual no sucedió, por lo que su sentencia estaba dictada.

La noche mágica en Atenas

El equipo que llevo a la gloria al Hamburgo | Foto: @HSVsphera
El equipo que llevo a la gloria al Hamburgo | Foto: @HSVsphera

Aquel equipo del Hamburgo se paró de la siguiente manera para disputar la final: en el arco con Uli Stein, la defensiva estaba conformada por Manfred Kaltz, Ditmar Jakobs, Holger Hieronymus y Bernd Wehmeyer, en el mediocampo Jürgen Groh, Wolfgang Rolff, Felix Magath, Jürgen Milewski y en la delantera se pararon con Horst Hrubesch y Lars Bastrup, todos ellos dirigidos por el austriaco Ernst Happel.

La Juventus contaba con jugadores del calibre de Dino Zoff, Massimo Bonini, Michel Platini y Paolo Rossi, y eran dirigidos por Giovanni Trapattoni, considerado por muchos expertos como el más grande entrenador italiano en la historia.

A pesar de ello, sus esfuerzos fueron neutralizados de principio a fin, y un solitario gol del histórico jugador del Hamburgo, Felix Magath a los 8 minutos del encuentro, fue suficiente para que El Dinosaurio se coronara como el monarca de Europa.

En aquella noche histórica de Atenas, se escribía un nuevo capítulo en la historia del fútbol, David había vencido a Goliath. La Juventus contaba con uno de los mejores planteles de su historia, y a pesar de ello, la mentalidad siempre ganadora de los alemanes, pudo alzarse por encima de ese enorme plantel.

Se detiene el reloj en Volksparkstadion

El primer descenso del Hamburgo | Foto: bundesliga.com
El primer descenso del Hamburgo | Foto: bundesliga.com

El histórico reloj se había detenido. Los aficionados entre lágrimas se consolaban unos a otros, los más radicales lanzaban bombas de humo al campo y los jugadores, al borde del llanto, trataban de buscar respuestas. 55 temporadas consecutivas en el máximo circuito del futbol germano habían llegado a su fin.

La respuesta estaba ahí, frente a sí. Tres cambios de entrenador en la temporada, 19 derrotas y apenas 8 victorias sentenciaban el descenso del Hamburgo. A pesar de que con la llegada de Christian Titz, El Dinosaurio mejoro notablemente y se quedó a 2 puntos de jugar la promoción, no se puede jugar con fuego y salir ileso, el Hamburgo no se iba a salvar por unos pocos partidos destacados, pues todo el año para ellos había sido paupérrimo y la frialdad de los números así lo dicta.

El Hamburgo volverá, de eso no hay duda, faltará saber en cuanto tiempo lo podrá lograr, pues la segunda categoría del fútbol germano no es sencilla y deberá pelear cada punto si quiere regresar la próxima temporada.

35 años pueden ser poco o mucho, el tiempo es relativo. Pero el Hamburgo deberá aprender de ambas noches, la del Olímpico de Atenas para recordar su grandeza, y de la de Volksparkstadion para no cometer el mismo error en el futuro.