El miércoles contra España la selección iraní demostró ser una muralla capaz de hacer frente a cualquier tipo de peligro propuesto por la selección española. Solo fue necesaria una jugada para que 'La Roja' capitalizara y se llevara las tres unidades ante un equipo que se defendió a capa y espada, causando dolores de cabeza a los de Fernando Hierro. 

Los conceptos defensivos

La táctica defensiva del cuadro iraní se basa inicialmente en una línea de cinco o incluso de seis jugadores, la cual disminuye a cuatro cuando el equipo está en transición de ataque. No solo se trata de los defensores, pues la mayoría de jugadores son férreos en el mano a mano, garantía en el juego aéreo y colaborativos entre ellos. La labor colectiva hace que el trabajo sin balón sea el corazón de la selección, entre todos pelean y recuperan los balones, minimizando espacios al contrario a como dé lugar. 

Realizan un repliegue intensivo en campo propio, no temen a entregar el balón al contrario con tal de agotarlo físicamente e incluso psicológicamente cuando estos no pueden abrir la zaga. 

Los pilares del muro 

Es fundamental resaltar la labor de Beiranvand bajo palos, es un arquero atajador, seguro y que constantemente ha mejorado su labor entre los postes. Pouraliganji es un defensor laborioso, consistente, que hace buen trabajo por alto, comprime los espacios y ofrece buena salida con balón; en el juego contra Marruecos demostró hacer una buena alianza con Cheshmi  y ahora con Hosseini en el corazón de la defensa. 

Queiroz, entrenador de Irán. | Foto: FIFA
Queiroz, entrenador de Irán. | Foto: FIFA

Por las bandas, Rezaeian y Hajsafi colaboran con mucho cuidado a sus espaldas, con determinación y son muy buenos en los anticipos y los cortes de jugadas de los oponentes. 

Poco más adelante, Ezatolahi es pieza clave para colaborar en tareas defensivas cuando es necesario y también para robar y entregar balones. Ebrahimi y Amiri fungen como "comodines", a diferencia de Ezatolahi que permanece en la posición del centro del campo y aparecen con más frecuencia y ofrecen salidas más limpias, así como cambios de frente que corrompen cualquier zaga.