En un lindo día de verano con un clima extraordinario, el estadio Louis ll abría sus puertas para que comience uno de los deportes que hace movilizar al mundo. En la Ligue 1 empezaba la segunda fecha con dos equipos que quieren llegar a lo más alto de ésta competencia, que es una de las más importante de Europa. El Mónaco que venía de golear en su visita contra el Nantes, se enfrentaba al Lille que también goleó en su encuentro contra el Rennes en la primera jornada.
El Estadio dio la bienvenida a la gente, que venía a ver un gran encuentro entre dos clubes que vienen a buscar la gloria, en el cual están dispuestos a dejar el alma en la cancha para darles una alegría a la gente, que con sus manos aplaudiendo hasta que le salgan callos en las manos, alientan con todo como un buen hincha fiel. Las tribunas se llenaron de rojo y blanco que dominaba casi todo el estadio. Mientras que en la otra parte predominaba el color de la visita. El clima era caluroso pero la tribuna era una caldera hirviendo, en la cual los hinchas gritaban hasta quedarse afónicos.
El Lille no dejó respirar al Mónaco
El árbitro francés Thomas Leonard agarró la pelota y la trasladó hacia el centro del campo de juego, con un su silbato predominante dio la señal y la pelota empezó a rodar. En los primeros minutos del primer tiempo, los príncipes buscaban el gol, pero la visita se iba despertando de a poco, sorprendiendo en todos sus ataques. Fue así que la primera jugada de gol fue para el Lille y ocurrió a los 28 minutos del encuentro, cuando el defensor portugués José Miguel Da Rocha Fonte aprovecha un centro de esquina para rematar pero el arquero Benaglio pudo salvar al local del primer gol del partido.
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Luego tuvo su oportunidad el Mónaco, el delantero colombiano Radamel Falcao García lanza un gran centro por el lado derecho para que Jovetic intente finalizar la jugada, pero no pudo hacerlo. Después el mismo jugador del conjunto local tuvo otra oportunidad, con un remate al arco que fue rechazado al tiro de esquina. En éste momento, era un partido reñido, en el cual atacaban con una buena profundidad. Las uñas de los hinchas se gastaban de los nervios que tenían del encuentro, más cuando atacaba la visita.
Los príncipes no pudieron anotar
Después de 15 minutos de descanso, los jugadores salían de sus respectivos vestuarios para culminar los 45 minutos restantes de éste partido. El Mónaco empezó a adueñarse del balón. Fue así que a los 52 minutos del segundo tiempo, “el tigre” Falcao, quiso lograr obtener la pelota y llegar al área en donde quedó mano a mano con el arquero, pero no pudo agarrar la pelota.
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Luego, el colombiano tuvo otra oportunidad a los 60 minutos, cuando logró insertar el balón en el arco, pero se fue desviado y no pudo ser el primero de los locales. Después el jugador cafetero tuvo la oportunidad más notable del partido, con un penalti cobrado a los 68 minutos, pero el portero de la visita le negó el gol de la victoria. En cambio el Lille no se iba a quedar con la manos vacías, y Pepe lograba tirar un buen lanzamiento, pero ahí apareció la figura del encuentro, el portero Benaglio, que salvó otra vez al Mónaco. Y esa es la última jugada del partido, en la cual el árbitro lo culminó con su silbato. Con este resultado los dos equipos quedaron con cuatro puntos en la tabla de posiciones.