Nos remontamos a las 17:00 del 4 de julio de 1954, en el Wanforkstadion ante 60000 espectadores. Final del Mundial de Suiza. La poderosa Hungría de Gustztav Sebes, contra la Alemania Federal de Sepp Herberger. Hungría llegaba a la final como favorita, después de eliminar a Brasil por 4-2 en cuartos de final, y a Uruguay 4-2 en semifinales. Alemania por su parte, llegaba a la final después de vencer a Yugoslavia por 2-0 en cuartos, y en semifinales, 6-1 a Austria. Estas dos selecciones ya se habían enfrentado en la primera fase, con un contundente 8-3 a favor de los húngaros. Por si no fuera poco su favoritismo, el combinado llevaba 3 años aproximadamente sin perder un partido. Todo parecía indicar que Hungría conseguiría su primer campeonato mundial, pero el fútbol nunca deja de sorprendernos. 

Los onces iniciales para esta final eran estos: 

Los dos entrenadores salieron con toda la artillería para afrontar los siguientes 90 minutos. 

El partido empezó con dos goles de Hungría muy tempraneros, en el minuto 6 marcaba Puskas después de un rebote de la zaga rival, y en el 8, Czibor aprovechó un malentendido entre el portero y el defensa rival para marcar el 2-0. Todo el mundo esperaba que el partido acabase como el de la fase de grupos, pero Alemania se recompuso del golpe y en el minuto 10, Morlock, tras un centro de Rahn, acortó distancias. 8 minutos después, Rahn enganchó un centro y puso las tablas en el marcador.

En el descanso, Herberger dio una charla a los alemanes, y salieron en la segunda parte con mucha más energía y mucho más unidos. La segunda mitad siguió con Hungría atacando y perdonando muchas ocasiones, encontrándose con varios palos, y un penalti no pitado. Pero cuando parecía que la final se iba a resolver fuera del tiempo reglamentario, de nuevo Rahn consiguió controlar un despeje, amagó el chut, se desprendió de su marcador y... marcó, acabando así con el sueño húngaro de conseguir ganar el mundial. Todo el estadio enloqueció, los alemanes no se lo creían, acababan de remontar un 2-0 a la poderosísima Hungría. 

FOTO: Marca
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Tras la final, se publicó un artículo en el periódico "Sueddeutsche Zeitung", titulado "Dopaje en Alemania desde 1950 hasta la actualidad", se basaba en un estudio hecho por diversas universidades como la Universidad Humboldt de Berlín, la Universidad de Münster y la Universidad de Friburgo. El artículo decía que los jugadores alemanes de la final del mundial de 1954 se habían dopado con pervitinas y metanfetaminas. 

Impacto y reacciones 

"Alemania avanza por el costado izquierdo con Schäfer. El pase de Schäfer a Morlock es despejado por los húngaros. Y Bozsik, de nuevo Bozsik, el carrilero derecho de Hungría se hace con el balón… Pero esta vez lo pierde, ante Schäfer. Schäfer centra, despejan de cabeza, Rahn debería disparar desde atrás, ¡Rahn dispara! ¡Gooool! ¡Gooool! ¡Gooool! ¡3-2 para Alemania!". 

- Herbert Zimmermann, locutor alemán. 

"Debo tomar una cierta distancia respecto a este partido. Es una sensación maravillosa cuando un equipo responde de esa manera a la confianza brindada. Es magnífico lo que estamos viviendo".  

- Sepp Herberger, seleccionador de Alemania. 

"Fuimos los campeones morales."  

- Ferenc Puskás, capitán de Hungría. 

Este hito pasó a la historia como “El Milagro de Berna”. Sin ninguna duda una de las remontadas más épicas de la historia.