Los subcampeones olímpicos recibían a Inglaterra en un partido amistoso, cuando en unos día se cumplirá un año desde la última vez que se vieron las caras. Las selecciones absolutas se habían enfrentado en el partido homenaje a Lukas Podolski en el Westfalen, las categorías inferiores hicieron lo mismo y nuevamente con Southgate en el banco. Los últimos encuentros de ambos conjuntos nacionales acabaron de forma distinta, los ingleses perdieron en Francia 3-2, mientras que la selección alemana ganó a Turquía.

Los germanos comenzaron mejor que la selección inglesa, mucho mejor, después de unos minutos iniciales sin mucho ritmo, se cumplía el minuto 6 con la primera llegada peligrosa de la Mannschaft en la que, su capitán, Maximilian Arnold pedía penalti. A partir de ese momento, sólo se jugó en campo inglés, se sucedían las aproximaciones peligrosas tanto por bandas como por el centro. Selke primero, y Meyer después tuvieron las más claras.

Poco a poco Inglaterra llegaba al área rival pero con poco peligro. Después de un saque de esquina a favor de los alemanes y de una clara ocasión de Meyer, que el defensor sacó bajo la línea, Nadiem Amiri disparó y marcó el primer gol en el minuto 23 de partido. Ponía así la ventaja justa en el marcador. Y la tónica dominante hasta el gol no cambió después de este. Inglaterra no mostraba ningún síntoma de buen fútbol, y el mediocampo no aparecía. Con el 1-0 se fueron al descanso, pero antes con la amenaza del segundo por parte de Arnold en un tiro lejano.

Amiri hacía el 1-0. Foto: UEFA.com
Amiri hacía el 1-0. Foto: UEFA.com

Con el pitido del colegiado comenzaba la segunda mitad, con una Inglaterra un poco más atrevida pero aun así eran los alemanes los que seguían siendo superiores.  Con rápidas jugadas al contragolpe tenían lugar los acercamientos de los de Southgate. Uno de los más peligrosos tuvo lugar a la hora de partido. Poco a poco se fueron haciendo con el control del balón, mientras que Alemania respondía con velocidad y a la contra. 

En los últimos veinte minutos los ingleses parecieron despertar por completo e ir a por el partido, llegaban cada vez con más peligro al área rival. Por medio de Chalobah o los buenos pases de Baker se sucedían las ocasiones pero faltaba concretarlas. Las interrupciones con motivo de las sustituciones no favorecían a los británicos que seguían intentándolo pero sin suerte.

Inglaterra lo intentaba, pero sin suerte. Foto: UEFA.com

 

Una de las más claras fue en el minuto 80 tras una buena combinación en campo alemán, y un muy buen balón al área en el que el portero tuvo que esforzarse para, finalmente, atajar el balón, desquiciando así a la delantera inglesa. Con respecto a los alemanes, no hubo ni rastro del equipo que se vio en los primeros 45 minutos. Y lo que era un monólogo con ritmo alto en la primera mitad se convirtió en un encuentro en el que quien lideraba era Inglaterra, y la intensidad fue mucho menor.

En los últimos minutos del encuentro se vio por primera vez en todo el partido una presión intensa del combinado inglés en campo contrario, con el fin de recuperar el balón tras pérdida. Sin embargo, el resultado no se movería más y el 1-0 sería el resultado final. Partido gris en términos generales en el que la primera parte fue claramente mejor que los segundos cuarenta y cinco minutos. Así, se reafirma la buena dinámica de Alemania, y aún más la mala dinámica de los británicos que vuelven a perder como lo hicieron con Francia, en el partido anterior, en el mes de noviembre. De esta forma, los alemanes han sido capaces de ganar a Inglaterra en dos ocasiones en menos de una semana.