Año interesante este 2016 en la capital francesa, que ya deja sus últimos suspiros futbolísticos para el nuevo año, y que aguarda impaciente por ver rodar de nuevo el balón en Francia y en el resto de Europa. Interesante pero algo turbulento también el año que se ha vivido a orillas del Sena, donde el club que preside un año más el adinerado qatarí Al-Khelaifi comenzó el año con un entrenador, Laurent Blanc, y lo está finalizando con otro, el vasco Unai Emery, aunque la esencia del proyecto sigue siendo la misma, esa esencia donde no pueden faltar grandes estrellas, dinero y también jugadores de nueva hornada, tratando de dar mayor protagonismo a la cantera parisina, que está aportando grandes talentos al primer equipo.

El PSG sabe que su deber es estar a la altura de lo que marca la Ligue 1, competición de la que ha sido dueño y señor estos últimos años, conquistándola una vez más este curso de la mano de Blanc. Pese a ello, su directiva sabe que esa gran inversión económica llevada a cabo estos años no está hecha para quedarse reinando sólo en Fancia, y esa ambición deportiva ha tratado de ser llevada a Europa, poniendo el punto de mira en la máxima competición, la Champions League, donde un pequeño error, un ligero traspiés, te deja noqueado de conquistar Europa. Quizá ese cierto conformismo en el que se encontraba anidado el PSG de Blanc llevó a los dirigentes del club francés a buscar un revulsivo, una nueva sinfonía que relanzara su proyecto y sacase al equipo de esa conformidad, y en esas llegó en verano Emery.

Quizá un club de gran historia en Francia como el París Saint- Germain, único equipo que no ha descencido jamás en la Ligue 1, además de ser uno de los más prestigiosos en cuanto a títulos se refiere, es normal que trate de buscar desesperadamente mayor protagonismo en Europa, ya que Francia se le ha quedado pequeña estas últimas temporadas, donde ha instalado la tiranía más absoluta. En el Parc des Princes sienten que ya es hora de volar más alto, de ser más ambiciosos y de luchar de tú a tú con los grandes de Europa. Cualquier técnico de Francia firmaría haber logrado la Ligue 1, la Copa de Francia y la Copa de la Liga, pero eso ya no es suficiente si eres entrenador en el PSG, eso ya no vale si en Europa te quedas a las puertas de unas semifinales, si caes en Cuartos de final mejor entrenar a otro equipo.

Tres trofeos cosechó el PSG en Francia para alegría de su afición. Foto: (psg.fr)
Tres trofeos cosechó el PSG en Francia para alegría de su afición. Foto: (psg.fr)

Comienzo con Blanc

El 2016 comenzó con Laurent Blanc en el banquillo, con la Supercopa francesa conquistada ya en el verano de 2015, y con el argentino Ángel Di María como gran incorporación de ese verano de cara al nuevo curso llegado desde Inglaterra. El nuevo año traería a las orillas del Sena dos títulos más, la Copa de Francia y otra Ligue 1 más para la colección, pero una vez más el año no pudo ser completo tras caer en los Cuartos de final en la Champions pese a mantener la potente estructura de años atrás conformada por los David Luiz, Thiago Silva, Thiago Motta, Verratti, Matuidi, Lucas Moura, Cavani e Ibrahimovic, sumado a nuevas estrellas como el mencionado Di María.

Lo cierto es que el técnico galo, ex-seleccionador de Francia, ha arrasado en su etapa en el PSG en cuanto a la competición doméstica se refiere, firmando unos números fabulosos tras su llegada allá por junio del 2013 a la capital. Esos números fueron refrendados este 2016 con la conquista de otros dos títulos más, tres sumando la Supercopa del comienzo en 2015. Este 2016 trajo una nueva Liga para los parisinos tras mostrarse como indiscutibles líderes a lo largo del curso, finalizando la primera vuelta como líderes invictos y con récord de puntos, donde llegó hasta los 51 nada menos, asustando una vez más a sus rivales, que nada pudieron hacer en la lucha por el título.

El míster del PSG firmó en febrero un nuevo contrato que le vinculaba al club parisino hasta el 2018, y tan sólo un mes después él y sus jugadores se proclamaban como campeones de la Ligue 1 por cuarto año consecutivo, logrando Blanc su tercer título liguero con el PSG y el cuarto en su haber como entrenador tras el conseguido en su etapa en el Girondins. El 13 de marzo los parisinos goleaban por 0 goles a 9 al Troyes y de esta manera tan efusiva se hacían con el título liguero.

El PSG goleó 0-9 al Troyes para proclamarse campeón de la Ligue 1. Foto: (ligue1.com)
El PSG goleó 0-9 al Troyes para proclamarse campeón de la Ligue 1. Foto: (ligue1.com)

Supercopa, Liga... y Copa

Al premio liguero se le añadió poco después otro más, en forma de Copa de Francia esta vez, en su edición número 99, el PSG se hacía con este prestigioso torneo francés batiendo en la gran final a su máximo rival, el Olympique de Marsella, con el que disputó una nueva edición de Le Classique para hacerse con el preciado trofeo, eso sí, con mayor sufrimiento de lo esperado, quizá más que el que tuvo para hacerse con la Ligue 1, tras dejar por el camino a rivales como el Toulouse, el Olympique de Lyon, el Saint-Étienne, el correoso Lorient, que le disputó una semifinal muy ajustada, y al OM en la gran final disputada en el Stade de France el 21 de mayo, donde alzaba su décima Copa de Francia tras batir a los marselleses por 2 goles a 4 en un partido que controló y sentenció en la segunda mitad gracias a los goles de Matuidi, que abrió el marcador, de Cavani, y de Zlatan Ibrahimovic, que firmó un doblete para sentenciar al Marsella.

El PSG conquistó la Copa de Francia ante el Marsella. Foto: (psg.fr)
El PSG conquistó la Copa de Francia ante el Marsella. Foto: (psg.fr)

Nueva decepción europea

El año 2016 dejaba nuevos éxitos en Francia para los de Blanc, pero ese éxito no pudo ser completo fuera de las fronteras galas, y es que el PSG volvió a caer por cuarta temporada consecutiva en los Cuartos de final de la Champions League, competición que acabaría ganando el Real Madrid. 

Esta vez el verdugo en los Cuartos fue el Manchester City inglés, que a posterior se enfrentaría en las semis al Real Madrid. El equipo británico apeó a los franceses de lograr su objetivo en Europa en una eliminatoria muy disputada, en el que el resultado de la ida fue la clave, ya que los ingleses mantuvieron el tipo en París pese a los esfuerzos parisinos por lograr un mejor resultado, encuentro que acabó con un 2-2 favorable a los intereses visitantes, que jugaron con la ansiedad de su rival en la vuelta en el Etihad Stadium. 

El 12 de abril un solitario gol de De Bruyne bastó al City para pasar de ronda y sentenciar a un Blanc que tenía esperanzas de alcanzar por fin esas ansiadas Semifinales. Inglaterra fue la tumba del técnico francés, que pese a haber firmado un nuevo contrato en febrero hasta 2018 acabó abandonando el club parisino tras este nuevo fiasco europeo.

El PSG cayó por cuarto año seguido en Cuartos de Champions. Foto: (psg.fr)
El PSG cayó por cuarto año seguido en Cuartos de Champions. Foto: (psg.fr)

Adiós Blanc, Hola Emery

Pese a los tres títulos logrados, segunda vez que el PSG lograba los tres títulos nacionales en un mismo año, Laurent Blanc fue destituido para dejar sitio a la llegada del técnico del Sevilla, el vasco Unai Emery. El 27 de junio el club francés hacía oficial la marcha del míster francés, que se iba tras tres años de éxitos en Francia, donde cosechó 11 títulos, pero eso no le bastó para continuar, y es que la asignatura europea fue demasiada losa para un equipo del que se esperaba más en Champions.

El francés cerraba así su etapa en París, con ese sabor amargo de no triunfar en Europa, aunque feliz de la marcha de los parisinos en Francia. Quizá esa relajación en Francia, esa ausencia de mayor competencia perjudicó a los franceses en Europa. Blanc pagó cara esa falta de mordiente ante rivales europeos de mayor envergadura y más acostumbrados a luchar frente a rivales más competentes en sus ligas.

La marcha de Blanc daba carpetazo a una etapa ya pasada del PSG, y un nuevo entrenador, esta vez con acento español, llegaba a orillas del Sena. El vasco Unai Emery, hasta entonces entrenador del Sevilla, fue fichado como nuevo dirigente del banquillo parisino para hacerse cargo del nuevo proyecto deportivo que afrontaba el club, con Europa como principal meta. El 28 de junio se hacía oficial la llegada del español a Francia, firmando por 2 temporadas, aunque con una tercera opcional en caso de cumplir con los objetivos marcados por el club.

Blanc fue destituido tras el fiasco europeo y llegó Emery. Foto: (psg.fr)
Blanc fue destituido tras el fiasco europeo y llegó Emery. Foto: (psg.fr)

Altas y bajas

Con la llegada de Emery, los cambios en la plantilla estaban asegurados pese a que el PSG contaba ya con un gran plantel. Lo más destacado sin duda, la marcha de Ibrahimovic al fútbol inglés tras la llegada de Mou al United. El sueco acabó contrato y la Premier llamaba a su puerta, y Mou encantado de contar de nuevo con la magia de Ibra. El espigado delantero dejó París tras convertirse en el máximo goleador de la historia del club con 156 goles en su haber.

Otro ilustre que dejó el club fue el central braslieño David Luiz, que dejó 40 millones en las arcas parisinas para partir también a Inglaterra, al Chelsea en concreto. La defensa se vio resentida con las marchas de los laterales Digne, cedido en la Roma, y que partió en verano a Barcelona para formar parte del club blaugrana, y de Van der Wiel, que acabó contrato y se fue a Turquía a formar parte del Fenerbahçe.

Sirigu se fue cedido al Sevilla y Stambouli se marchó al Schalke 04 alemán por 10 millones de euros, dejando más dinero en París, dinero que fue necesario para traer nuevos jugadores sin desfasar mucho en el presupuesto.

Para competir con Trapp llegó el portero francés Aréola, procedente del Villarreal, donde se encontraba cedido y donde firmó un gran año bajo palos. En la línea defensiva destaca la llegada de Thomas Meunier, lateral derecho potente procedente del fútbol belga, y por el que el PSG pagó 7 millones al Brujas.

Dos centrocampistas nuevos fueron fichados sin escatimar en dinero, Krychowiak, traído del Sevilla de la mano de Emery, y que costó unos 30 millones ya que contaba con buen cartel en Europa. El otro fue Giovani Lo Celso, jovencísimo medio argentino de Rosario Central, por el que se pagó 16 millones de euros, pero que fue cedido finalmente para que adquiera mayor experiencia.

Para reforzar el ataque tras la marcha de Ibra, llegaron Ben Arfa y Jesé. El primero llegaba a París con el cartel de estrella tras deslumbrar en el Niza en la Ligue 1. El canario, por su parte, llegaba al Parc des Princes como jugador de futuro y por petición expresa de Emery, que sabía que en el Real Madrid tenía muy complicado triunfar y por el que se desembolsaron 25 millones en las arcas del Santiago Bernabéu.

La marcha de Ibra fue dura para los parisinos. Foto: (psg.fr)
La marcha de Ibra fue dura para los parisinos. Foto: (psg.fr)

Comienzo de curso

La nueva temporada con Emery no pudo comenzar mejor, ya que el PSG se proclamaba campeón de nuevo de la Supercopa francesa tras derrotar de forma contundente al Olympique de Lyon por 4-1 el 6 de agosto en Austria. En la Liga la cosa comenzó bien también tras derrotar por 0-1 al Bastia en la primera jornada liguera.

Con un equipo muy potente y manteniendo buena parte del esqueleto de años anteriores, los parisinos se las prometían felices e ilusionados con el nuevo proyecto de Emery, pero los problemas empezaron a llegar muy pronto, ya que el español no se hacía del todo con el control de la situación y eso se veía en el campo, donde el equipo carecía de un estilo propio y eso le creaba problemas a la hora de cerrar los partidos.

El equipo cosechó dos derrotas en los siete primeros partidos de Ligue 1 y eso comenzó a encender las alarmas en la directiva, que veían como el nuevo proyecto comenzaba con mal pie. Lo cierto es que el mal juego y los malos resultados se unieron a problemas extradeportivos, con Jesé o Ben Arfa como protagonistas, entre otros. Los dos nuevos fichajes no parecen haberse entendido con Emery, ue dejó de contar pronto con ellos.

Tras esta primera vuelta liguera disputada, el PSG ocupa una tercera posición que no se esperaba, ya que hasta ahora estaba acostumbrado a reinar sin problemas. Los de Emery llevan ya más derrotas (4) que en toda la competición del año anterior (3).

El PSG de Emery comenzó ganando la Supercopa ante el Lyon en Austria. Foto: (psg.fr)
El PSG de Emery comenzó ganando la Supercopa ante el Lyon en Austria. Foto: (psg.fr)

En Europa, ante el Barça

Tras firmar una buena fase de grupos en Champions, aunque el Arsenal acabó primero, los parisinos entrarán de lleno en materia ante el Barça en los Octavos de final, algo que hace temblar a los parisinos de cara a dar un paso adelante en Europa este año. Si a Blanc le pesó el no pasar de Cuartos en los tres años que dirigió el PSG, a Emery le puede costar muy caro el enfrentamiento ante el Barça de Messi, y es que el club catalán no se le da bien al vasco, que lo ha tenido que sufrir en la Liga española en los equipos que ha dirigido.

El mal inicio liguero ha hecho mella en el club, pese a haber ganado la Supercopa ante el Lyon y seguir con vida en la Copa de Francia, Emery asume un reto realmente difícil, ya que se encuentran terceros en Liga a 5 puntos del líder, el Niza, y por detrás del Mónaco. En Champions, salvo cataclismo culé, los parisinos lo tienen muy crudo dada la superioridad barcelonista y la mala situación de los franceses.

De cualquier manera, el 2017 aguarda grandes retos para los de Emery, que deberá mejorar mucho en cuanto a juego y resultados si quiere continuar en el banquillo francés y no salir antes de tiempo. La directiva echó a Blanc en busca de una mejoría que, salvo cambio radical, no se está viendo en este primer tramo de temporada, y que incluso se podría decir que está yendo a peor.

Mercado invernal

El mercado invernal ha traído nuevos cambios al PSG con la llegada de Julian Draxler desde Alemania tras un gran desembolso de casi 40 millones por parte de los parisinos para traerse a la joven promesa alemana como revulsivo en ataque, la línea más comprometida ahora mismo, ya que Ben Arfa y Jesé no cuentan para su club. El canario parece que volverá este invierno a su tierra, a jugar en Las Palmas, mientras el francés parece haberle pedido a su agente que le busque nuevo equipo lejos de París.

Otro que no está contando apenas para su entrenador es Krychowiak, algo que resulta extraño dado que coincidió con él en Sevilla el pasado año y fue pieza fundamental con Emery. De cualquier forma, el equipo tiene una gran dependencia de los goles de Cavani, por lo que la llegada de Draxler le puede venir muy bien al charrúa, que se encuentra muy solo en la línea ofensiva pese a contar con grandes asistentes como Di María, que no está en su mejor momento, y Lucas Moura.

Draxler llega este invierno como revulsivo en ataque a París. Foto: (uefa.com)
Draxler llega este invierno como revulsivo en ataque a París. Foto: (uefa.com)

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