Las cosas no están bien para la gran plantilla gestionada por Vincenzo Montella, entre semana demostraron tener dificultades en la Europa League, ganando en extremis. Un partido contra un rival de peso como la Roma sería una verdadera prueba de fuego para un equipo que juega con mucha intermitencia. Los pupilos de Eusebio Di Francesco se muestran ambiciosos en lo que va de campaña y en San Siro dejaron claro que el equipo que domina el juego no es el que merece la victoria. 

A pesar de ser un choque de titanes del balompié italiano, ambos equipos no demostraron su mejor versión en la primera mitad. El partido parecía tener un cerrojo en el centro del campo y con mucha solidez por parte de ambos cuerpos defensivos. Montella alineó un 3-5-2 que desde el inicio hasta el final se vio falto de profundidad, la presencia de Ricardo Rodríguez fue el poco empuje que tuvieron los lombardos, la dupla Kalinic-Silva no fue eficaz, pero el portugués sí tuvo algunos momentos de brillo. Los romanos tuvieron más solidez y dejaron que el local dominara el partido a placer, preparados para sentenciar en la recta final

La Roma perdió a Strootman en la primera parte por molestias musculares, esto dio cabida a la entrada de Pellegrini, el causante de una de las jugadas más importantes de los primeros 45 minutos, haciendo un disparo con la zurda que fue atajado por Donnarumma. También cabe destacar la acción en la que Donnarumma abandonó el arco para interceptar un balón filtrado, la defensa despejó favoreciendo a la Roma y Kolarov hizo un disparo largo que pasó cercano al arco vacío. El Milan había sido dominante, pero la Roma tuvo las oportunidades más relevantes. Un disparo desviado de Kessi fue lo mejor de los locales. 

El Milan empezó a tomar más control del juego en la segunda parte y el andamiaje del mismo empezó a cambiar, se abrió para cualquiera y se convirtió en un partido de lado a lado, pero predominaba el manejo de los locales. Hubo muchos centros de ambos costados, ninguno alcanzó a conectar con los delanteros, Manolas siempre solvente. Di Francesco optó por contragolpe y así llegó el premio en la fase complementaria, en tan solo diez minutos. 

Derrota express

A los 71 minutos se le iría el partido al Milan, quizá cuando estaban mostrando su mejor versión. Todo inició en el costado derecho con Pellegrini controlando con total soledad, nadie a la marca, manejó hasta el centro del campo, pasó el cuero al solitario Dzeko y este hizo un disparo desde la entrada al área, bien colocado a la esquina inferior izquierda del portero, un gol con firma de delantero de calidad. 

El segundo gol cayó tras una jugada colectiva iniciada con los defensores desde el costado izquierdo. Kolarov puso un pase elevado a Dzeko que se había abierto a la banda, este atrajo doble marca y dejó vía libre para Nainggolan que pegó zurdazo a los guantes de Donnarumma, el arquero no retuvo el chut y Florenzi llegó a rematar con sencillez para el 0-2 que le caía como trago amargo a San Siro. 

Las oportunidades de mejorar el resultado disminuyeron para i rossoneri que perdieron a Calhanoglou a los 79 minutos por doble amarilla, hizo una barrida que negó el avance de Nainggolan en la acción que le valió la roja y le quitó una pieza de ataque a los locales. La Lupa no tuvo mayores dificultades para cerrar el partido, el Milan se desvaneció como fantasma y siguen causando dudas a pesar de tener una gran escuadra que no termina de afianzarse a una filosofía de juego.