Sam Allardyce ha dejado de ser entrenador de la selección inglesa. El que era el candidato ideal por todos (incluyendo entrenadores de grandísimo prestigio como Sir Alex Ferguson) ha terminado por convertirse en el protagonista de uno de los mayores escándalos en el mundo del fútbol en los últimos años.

Tras la marcha de Roy Hodgson horas después de finalizar el rídiculo en la Eurocopa de Francia frente a Islandia, catorce candidatos comenzaron a postularse para conseguir el trabajo más importante del fútbol inglés. El elegido final fue Sam Allardyce, que no ha podido aguantar más de dos meses en el cargo y marchándose (como recuerdan muchos a tono de burla) con un 100% de victorias conseguidas. "Haré lo posible para que los seguidores ingleses vuelvan a sentirse orgullosos de su selección de fútbol", dijo en su presentación 'Big Sam'. 67 días después se vive el bochorno más grande en la historia del combinado de los Tres Leones, pues la Federación Inglesa hacía pública la marcha del seleccionador tras destaparse en la mañana de hoy un escándalo de corrupción con Allardyce como protagonista.

Allardyce ha durado 67 días en el cargo. Foto: Action Images via Reuters
Allardyce ha durado 67 días en el cargo. Foto: Action Images via Reuters

El comunicado de Sam Allardyce

"Debido a los recientes acontecimientos, la Federación Inglesa y yo hemos decidido de muturo acuerdo separar nuestros caminos. 

Fue un gran honor para mí en el mes de julio ser nombrado seleccionador y estoy tremendamente decepcionado con el desarrollo de los acontecimientos. Esta tarde me reuní con Greg Clarke y Martin Glenn para ofrecer mis más sinceras y sentidas disculpas por mis acciones.

Aunque quedó muy claro durante las conversaciones que cualquier acuerdo al que llegáramos estaría supeditado a la posterior aprobación de la FA, tengo que reconocer que realicé algunos comentarios que han podido causar cierta vergüenza.

En la reunión de hoy se me pidió que explicará el contexto de esas conversaciones y he colaborado en todo lo que me ha sido posible.

También lamento profundamente mis comentarios sobre las otras personas implicadas".

Así termina la triste historia de Sam Allardyce, un hombre que declaró estar viviendo un sueño al conseguir el mejor trabajo posible para un inglés y que terminó por decepcionar a toda una nación.