Joey Barton es uno de esos personajes que nunca dejan indiferentes a nadie en el mundo del fútbol y tras haber disputado más de 350 partidos en todas las competiciones inglesas y habiendo defendido cuatro camisetas diferentes, sigue ampliando sus horizontes.
Tras convertirse en uno de los futbolistas del año el pasado curso en Championship con el Burnley y con varias ofertas sobre la mesa (entre ellas las de renovaicón de los Clarets) decidió tomar la sorprendente decisión de marcharse al Rangers escocés. Su carácter y encendidas declaraciones fuera de los terrenos de juego rápidamente engancharon a la afición protestante aunque su aventura duró ocho partidos.
Barton tan solo disputó ocho encuentros con el RangersTras caer por 5-1 en el Old Firm ante el Celtic, tuvo una fuerte discusión con su entrenador, Mark Warburton y fue suspendido de empleo y sueldo tres semanas. Al regresar a los entrenamientos se le dió de baja por estrés e inmediatamente el club escocés decidió rescindir su contrato obligando al centrocampista a buscarse un nuevo destino, y Sean Dyche le recibió con los brazos abiertos.
En la temporada del ascenso Barton fue una pieza clave disputando 40 partidos y siendo nombrado jugador del año por sus aficionados en Turf Moor, por ello se le permitió entrenar con el club para mantener su estado de forma y a Dyche le ha convencido lo que ha visto.
Además llega con una sanción de un partido debajo del brazo, pues el polémico futbolista realizó 44 apuestas no permitidas por la Federación Escocesa entre el 1 de julio y el 15 de septiembre, de manera que no podrá estrenarse con el Burnley hasta el segundo partido del mes de enero.
Aunque tendrá que realizar una pretemporada especial estas navidades, Joey Barton está listo para volver a la Premier League.