Jamie Vardy fue uno de los más señalados cuando Claudio Ranieri fue despedido tras el partido de ida contra el Sevilla en Liga de Campeones. El delantero del Leicester ha afirmado que ha recibido amenazas de muerte contra él y su familia desde entonces. Además, el lunes comentó que incluso intentaron echar a su mujer de la carretera mientras conducía.

Vardy declaró que algunos de las noticias que se han dado tampoco le han ayudado, e insiste una vez más en que él no pudo haber participado en el despido del técnico italiano debido a que estuvo en el control anti-doping durante tres horas tras el encuentro de Champions.

Las amenazas llegaron a través de las redes sociales, o caminando por la calle. Siendo sincero, las recibo todas las semanas. Parece que no soy muy querido por los aficionados”, dijo en su encuentro con la selección inglesa. “Yo hago mi trabajo, pero cuando la gente hace esto contra tu mujer mientras conduce con los niños en la parte trasera, no es agradable. Ha pasado muchas veces y es horrible”, concluyó.

El jugador de los Foxes no ha denunciado los incidentes a la policía debido a que las amenazas han sido por Twitter, y él aseguró que “todo lo que puede suceder es que les eliminen el perfil”.

Vardy, que reprendido también por no haber expresado su tristeza después de que Ranieri se marchara del club, quiso defenderse alegando que: “tuve que reescribir muchas veces mi mensaje, no sabía qué decir”.

En cuanto al despido de Ranieri, Vardy expresó su opinión: “Es difícil. No me malinterpreten, lo que hizo por el Leicester fue increíble. Sólo podemos agradecerle lo que ha hecho”, dijo. “Los jugadores parece que nunca tienen la culpa y todo siempre cae sobre el técnico y es lo que ha sucedido. Estamos todos sinceramente afectados”.