El encuentro se presentaba como otra final para un equipo universitario que, a falta de cinco partidos para finalizar la competición, se encontraba como farolillo rojo de la clasificación, pese a lo cual solo una victoria los separaba de salir de los puestos de descenso. Pese a la gran entidad del rival al que se enfrentaba, el FC Barcelona Lassa, una de las mejores plantillas del mundo, a la cual solo se le indigesta el Inter Movistar en su lucha por la primacía en la tabla clasificatoria, los antequeranos llegaban al enfrentamiento dispuestos a dar batalla, tal como hicieron en la primera vuelta, en la que consiguieron arrancar un meritorio empate fuera de casa en un encuentro que terminó con el resultado de 5-5; por lo que el equipo culé no podía confiarse ante un rival necesitado de puntos y que había demostrado poder plantarle cara en un enfrentamiento directo.

UN PRIMER TIEMPO IGUALADO

El Fernando Argüelles no desmereció la entidad de la ocasión: pese a ser el día del club, en el que el precio de las entradas para aquellos no abonados se duplicaba, la afición del equipo de la ciudad del Torcal abarrotó las gradas del pabellón, rozando un lleno que históricamente solo se ha oteado en las grandes ocasiones. Sin duda, el jugador número 6 estuvo muy presente durante la totalidad del encuentro: la entrada de los dos equipos al terreno de juego fue auspiciada por un gran mosaico de cartulinas verdes, que esgrimían el lema de Sí se puede, con la intención de llevar en volandas al equipo local hacia la victoria final.

Los primeros minutos de partido no trajeron el dominio claro de ninguno de los equipos, puesto que la posesión y las oportunidades estuvieron repartidas, destacando un potente disparo de Claudio Da Silva por parte de los locales en el minuto 2, que acabó en el palo y un lanzamiento culé que rechazó el propio Ferrao una vez habiendo superado al meta local, Juan Varela, que pese a los tantos encajados realizó cuantiosas paradas de entidad durante los cuarenta minutos.

El FC Barcelona Lassa se adelantó en el luminoso por mediación de Aicardo, que culminó una buena jugada individual con un lanzamiento raso y cruzado, que, desviado por el jugador universitario Fali, acabó en las redes de los locales ante la resignación de un Varela que no pudo hacer nada (0-1, minuto 4). Sin embargo, poco tiempo tuvo el equipo culé para saborear su ventaja temporal, puesto que un minuto más tarde, Armando conseguía el empate con una jugada individual que inició en su propio campo, batiendo con un disparo cruzado al guardameta Cristian, que defendía en el día de ayer la portería del club catalán, tras deshacerse de la marca de su defensor (1-1, minuto 5).

El carrusel de goles que se extendió en apenas tres minutos, finalizó cuando Wilde definió una gran jugada trenzada entre Aicardo y Diego, que le permitió recibir un pase de la muerte cuando se encontraba solo en el área, disparando a placer y adelantando de nuevo al club catalán (1-2, minuto 7).

El marcador en contra no hizo que el juego local decayera durante los minutos siguientes, en los que se sucedieron varias ocasiones de gol claras asociadas a infracciones del equipo rival, que acabaron siendo atajadas por Cristian o rechazadas por el plantel culé en la línea de gol. Sin embargo, la dinámica cambió y el equipo de la ciudad condal fue haciéndose progresivamente con el control del encuentro, con unos minutos de continuas llegadas al área que fructificarían en un nuevo gol, tras un manso disparo de Aicardo que rechazó en el cuerpo del capitán Tete (1-3, minuto 15). La fortuna no sonreía por el momento a los antequeranos, que caían en el fortín del Argüelles con dos goles evitables en propia meta, pese a estar plantando cara en términos futbolísticos a su contrincante.

Cuando peor pintaban las cosas para los locales, en el minuto 17, Tete lanzaba deportivamente el balón por la línea de banda ante la presencia de un jugador culé magullado en el terreno de juego. El FC Barcelona Lassa devolvió el balón a los dominios de Juan Varela, en cuyas manos se inició una jugada que acabó en el gol de Da Silva, muy activo de cara a puerta durante todo el primer tiempo, tras una buena jugada de su compañero Cecilio (2-3, minuto 17).

El Barça no consiguió romper al partido y la UMA llegó al descanso con opciones de plantar cara en la segunda mitad

Pese a los tiempos muertos consumidos por ambos técnicos en los minutos restantes del primer tiempo, el marcador no se movió hasta el descanso, en el que los locales se encontraron un resultado que, pese a lo desafortunado de los tantos encajados, les dejaba la puerta abierta a presentar batalla tras la reanudación.

¿EL BARÇA SENTENCIA EL PARTIDO?

De los vestuarios salió un Barça diferente al que la grada había podido ver en la primera parte, en la que no se había acabado de sentir del todo cómodo; llevando a cabo un verdadero asalto a la meta de Varela: sus jugadores dieron lo mejor de sí mismos, demostrando así la entidad deportiva de un equipo de su talla. Llevaban los inquilinos del Palau Blaugrana la batuta del partido, protagonizando sucesivos ataques y lanzamientos que no se acababan traduciendo en gol. La UMA llevó a cabo una meritoria resistencia ante la embestida rival, contando con varias ocasiones claras para poner el empate en el marcador, si bien es verdad que su juego se veía coartado por las pérdidas de balón causadas por la presión blaugrana.

La polémica llegaría en el ecuador de la segunda mitad: los colegiados señalaron el cuarto gol del Barça ante un disparo de Ferrao que el travesaño escupió, cayendo verticalmente a la altura de la línea de gol, encendiendo las alarmas de la grada y del equipo local ante la posibilidad de que el balón no hubiera llegado a cruzar la totalidad de la línea que permite dar un gol por válido (2-4, minuto 30). El disparo de Wilde recordó por su factura técnica al lanzamiento de penalti del francés Zinedine Zidane en la final del Mundial de fútbol celebrado en Alemania en 2006, del cual se especuló durante unos minutos la posiblidad de tratarse de un gol fantasma.

El colista no tuvo tiempo de reponerse ante el palo que suponía el nuevo gol encajado, puesto que en una infracción que significó la quinta falta de equipo, Wilde conseguió el doblete en su cuenta particular con un disparo tras un pase del lanzador de la misma, aprovechando el hueco dejado por un Juan Varela adelantado (2-5, minuto 32).

LA UMA, A UN PASO DE LA REMONTADA

Este último gol dificultaba las esperanzas del equipo de Moli de puntuar a falta de ocho minutos para la conclusión del partido. Pese a ello, se vieron empujados por el ánimo de la grada, que no decayó en ningún momento, y que les llevó a marcar dos tantos de forma prácticamente consecutiva, por mediación de Javi Sánchez (3-5, minuto 35) y segundos después de Cecilio tras una gran jugada combinativa (4-5, minuto 35). El "sí se puede" rugió más fuerte que nunca en las gargantas de los aficionados antequeranos y retumbó en las paredes del pabellón: existía la posibilidad de que los minutos finales se acabasen convertiendo en una auténtica encerrona para el todopoderoso segundo clasificado.

El travesaño alejó a los universitarios del empate en el último minuto

Los cuatro minutos restantes fueron un auténtico bombardeo de una UMA que creía más que nunca en la remontada. Ni el tiempo muerto solicitado por Marc Carmona hizo que los visitantes se acercaran más de dos veces con peligro a los dominios de Juan Varela. Los malagueños se volcaron en ataque en los últimos compases del encuentro, utilizando la alternativa del portero jugador, logrando finalizar sus jugadas con varios disparos a puerta que atajó meritoriamente Cristian y con un lanzamiento al travesaño de Tete a falta de pocos segundos para el pitido final, que heló la sangre a los culés y que fue la oportunidad más clara de los universitarios para llevarse el que hubiera sido un meritorio empate.

Victoria para un Fútbol Club Barcelona Lassa (4-5) que, a falta de cuatro jornadas para terminar la fase regular de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS) de la temporada 2015-2016, no depende de sí mismo para lograr el liderato de la categoría y que deja sus opciones encomendadas a lograr el pleno de victorias en los encuentros que faltan y a la consecución de varios tropiezos por parte del Inter Movistar.

En cuanto a la UMA Antequera, el partido de ayer fue una muestra palpable de que, independientemente de su futuro en esta categoría, Antequera quiere fútbol sala y no tiene nada que reprochar a un equipo que se dejó el alma en la pista y que no se rindió en momento alguno. Esperemos que el color esperanza que visten en su primera equipación les traiga buena suerte en los encuentros que restan, aunque sin duda, si juegan al nivel del día de ayer, la permanencia podría ser una opción factible.

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Sobre el autor
José Ramón Pérez
Periodismo y Comunicación Audiovisual. El balonmano, una pasión.