Tocaba acudir al campo del colíder y Javi Gracia salió con un equipo preparado para la contención: "Me gustaría ser más ambicioso, pero había que esperar al rival y aprovechar nuestras opciones", declaró el navarro en la rueda de prensa posterior al encuentro. Según dijo él mismo: el equipo "dió la cara" pero con eso no fue suficiente para conseguir un punto del Calderón.

Osasuna cambió el guión de su juego respecto a las jornadas anteriores. "Nos vamos con el buen sabor de boca de haber podido competir y de haber tenido al Atlético de Madrid con la opción de empatarles hasta el último momento", apuntaba Gracia. Las sensaciones son distintas tras tres jornadas con el nuevo técnico a pesar de que los resultados no terminen de llegar. 

Uno de los aspectos que parece haber mejorado Osasuna es la profundidad. Ayer volvió a demostrar que el equipo puede hacer ocasiones y crear peligro."Hemos tenido una al palo, jugadas a balón parado, creo que dentro de nuestras posibilidades hemos tenido nuestras opciones", reconoció Gracia. El delantero Oriol Riera, máximo goleador del equipo con dos tantos, también se mostró satisfecho en este apartado: "Nos vamos con la sensación de que el equipo ha dado la cara en un campo difícil donde no ha puntuado nadie", recordaba el catalán. 

La nota negativa llegó en defensa. Dos despistes en la zaga dieron lugar a los dos goles colchoneros y Javi Gracia se mostró disgustado al respecto: "Siempre que hay goles hay fallos. Deberíamos haber marcado mejor en esos dos centros laterales". Ahora sólo queda mirar hacia delante y pensar en el partido del domingo frente al Levante. Una victoria en casa daría alas a la afición y motivaría al equipo para seguir en esta misma línea.