Fue contra el Espanyol en Montjuic cuando comenzó una serie ininterrumpida de 18 partidos en los que Jonny partió como titular en banda derecha. Para nada afectó el cambio de técnico tras el descalabro de Getafe, tanto Paco Herrera como Abel Resino mantuvieron su confianza en el jovencísimo canterano, que en ningún momento se arrugó.

Jonny mostró durante esos 6 meses las clásicas virtudes que adornan a un lateral trabajador. Fuerza física pese a sus escasos 175 centímetros de estatura, brega permanente, cierre de espacios y, sobre todo, actitud. Futbolista que no se esconde jamás y en ningún momento rehuye el cuerpo a cuerpo con los atacantes rivales.

A la hora de sumar en ataque sus dificultades aumentan enormemente ya que debe apoyarse permanentemente en su espectacular condición física, dado que sus limitaciones técnicas resultan evidentes cada vez que cruza la línea de mediocampo.

No obstante, en todo el tramo de la liga 2012-2013 en que intervino Jonny el Celta sufrió múltiples dificultades. Jornada tras jornada se hablaba de la falta de gol, los errores defensivos, la línea defensiva adelantada de Abel,… En ningún caso se hizo referencia a problemas específicos en el lateral derecho, donde un chaval de 19 años recién cumplidos daba la talla con creces complicando la vida a cualquier delantero que intentase conquistar su zona. Eso sí, seguramente en su interior a Jonny le queda una espinita. Tras jugar ininterrumpidamente toda la segunda vuelta el lateral vio una cartulina amarilla en el Villamarín que le impidió participar en Zorrilla la semana siguiente, situación de la que se benefició Carlos Bellvís. Una vez cumplida la sanción llegó el partido de la verdad ante el Espanyol y Abel Resino prefirió dar continuidad al zurdo a pierna cambiada, evitando que Jonny pudiese vivir en el terreno de juego el día de la salvación. Una pena porque el canterano lo tenía más que merecido y a la alegría por la permanencia se hubiese sumado un brillante colofón de haber podido participar en ese partido.

Con los deberes hechos llegaba el verano y con él la posibilidad de disputar un mundial sub-20 con la selección española. Allí Jonny únicamente disfrutó de minutos en el partido de la liguilla contra Francia, no llegando a participar en ninguno de los restantes encuentros hasta la eliminación de España en cuartos de final.

Con la pretemporada ya en marcha, tocaba subirse al carro de Luis Enrique y las dificultades parecían importantes. Con Hugo Mallo recuperado de su larga lesión no quedaba otra que aguardar una oportunidad. Viendo que no acababa de cuajar el fichaje de un lateral zurdo para reemplazar a Roberto Lago, Jonny intuyó una posibilidad dada su experiencia en categorías inferiores jugando a pierna cambiada. Sin embargo su ofrecimiento no cuajó y se vio abocado al banquillo, interviniendo únicamente en el infausto partido de Getafe tras la temprana lesión de Carlos Bellvís.

No sería hasta el 23 de noviembre en Anoeta que el joven canterano disfrutaría de su primera titularidad como lateral izquierdo. Magnífico partido el suyo, colaborando incluso en la parcela ofensiva con una excelente asistencia a Rafinha. Su único error defensivo partió de una falta de concentración en el tercer gol de la Real, pese a que la jugada debió ser anulada por fuera de juego. Sin duda no fue el peor en un día en que la línea defensiva céltica mostró muchas debilidades.

A partir de ahí media hora para cerrar la victoria sobre el Almería y 90 minutos de buen nivel en la ida de la Copa del Rey ante el Athletic auguran un futuro interesante a este futbolista dadas las carencias del equipo en el lateral izquierdo. Especialmente importante el movimiento de Luis Enrique contra el Almería, partiendo de inicio con Toni pero terminando el partido con un lateral con mucha más capacidad defensiva. Parece probable que por ahí puedan ir los tiros en 2014, seguramente no se vea un lateral izquierdo titular indiscutible y sí una toma de decisiones del cuerpo técnico en función del rival que toque cada jornada. Para cerrar el año titularidad frente a Osasuna, esta vez en el flanco derecho para suplir la baja de Hugo Mallo. Una vez más muy buen partido de Jonny, tanto defensiva como ofensivamente.

Pero lo que parece claro es que Jonny Castro Otto se ha hecho con un sitio en este Celta. Futbolista polivalente y digno sucesor de los Xurxo Otero, Míchel Salgado o Hugo Mallo, cualquier entrenador estará encantado de contar con un jugador con su capacidad de lucha y compromiso. En 2014 seguirá contando con oportunidades y, a buen seguro, creciendo como futbolista. Porque el futuro del Real Club Celta de Vigo se gesta con gente como él, trabajadora y entregada. En definitiva un futbolista de la casa y para el club.

Fotos: Salvador Sas, Marta G. Brea // moiceleste.com

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Sobre el autor
José Luis Rodríguez Sánchez
Soy farmacéutico hospitalario