Se acabó la temporada 2013-2014 para el Barakaldo CF. Terminó una campaña que comenzó de forma ilusionante para los vizcaínos y que, tras una segunda vuelta muy negativa, ha finalizado de forma decepcionante a pesar de cumplir con el objetivo que la directiva encomendó al hasta hoy entrenador gualdinegro, Iñaki Zurimendi. 

Los fabriles se han despedido de su afición obteniendo los tres puntos frente a un timorato filial del Atlético que parecía estar más pendiente de reservar fuerzas para disputar la eliminatoria de playout con la que tratarán de mantener la categoría de cara a la próxima temporada. 

Este guión, el de un equipo que se jugaba la clasificación copera y otro que parecía reservarse para la semana siguiente, se puso de manifiesto desde el pitido inicial. Así, los de Zurimendi, a base de rasear el balón y abriendo el juego a las bandas, comenzaron encerrando a los rojiblancos y, fruto de dicha vocación ofensiva, llegaría el primer gol de la tarde.

Gol tempranero

Corría el minuto 10 cuando, tras una gran jugada de Eneko Rubio en la frontal del área, éste abría al '9' gualdinegro, Orbegozo, quien, a su vez, daría el pase de la muerte a un Joseba Arriaga que empuajaba la red para anotarse un nuevo tanto que le afianza como máximo artillero del Barakaldo.

Un gol que convertía la tarde en plácida, comodidad que también se daba gracias a las facilidades que daba la bisoña defensa colchonera y que provocaba que se sucedieran las llegadas gualdinegras ante la meta defendida por David Gil, protagonista de una espectacular parada en un mano a mano con Orbegozo, en el minuto 27, tras un no menos genial pase entre líneas de Izurza.

Ante tal dinámica, era cuestión de tiempo que el Barakaldo aumentase su renta y, efectivamente, dicho momento llegó en el minuto 34 cuando un activo Goti enviaba a las mallas un balón que le llegaba rechazado desde la frontal.

De aquí y hasta el descanso, no hubo mayor novedad sobre el verde de Lasesarre y, en la segunda mitad, tampoco cambiaron excesivamente las cosas aunque los de Zurimendi se relajaron un poco con el marcador tan favorable alcanzado en los primeros 45 minutos.

Segunda parte soporífera

Y fruto de dicha relajación, la segunda parte del encuentro resultó francamente soporífera. Control del partido por parte de los locales pero con escasas aproximaciones y tímidas pero un poco más peligrosas que en la primera mitad, llegadas de la escuadra rojiblanca.

De hecho, buena parte del interés de este segundo periodo recaló en las interpretaciones que el respetable barakaldés hacía de los signos o expresiones que los jugadores sustituídos por parte de Zurimendi, realizaban al abandonar el terreno de juego: que si se ha despedido porque es el último partido, que si lo hace porque el año que viene no va a conttinuar, etcétera. 

Un disparo a la madera de Ndoye y el claro penalti que transformó Iván Calero en el minuto 78 despertaron a los aficionados e interrumpieron las elucubraciones al respecto del proyecto Intxaurraga que podrán vivir en la 2014-2015. Un acortamiento de distancias que, asimismo, reactivó los viejos fantasmas de remontadas foráneas en Lasesarre que, además, en este caso, podían poner en peligro la clasificación copera.

Pero no. Pese a la revolución colchonera que supuso la entrada en el terreno de juego de un eléctrico Roberto Núñez, los tres puntos se quedaron en el coliseo barakaldés para poner punto y final a la temporada.

Momento de despedidas

Con el pitido final, la grada se quedó a despedir a los protagonistas, a esos jugadores que durante tres cuartos de campaña hicieron soñar a la hinchada fabril con la posibilidad de que esta tarde del 11 de mayo no fuese la última en la que se viese fútbol en Lasesarre. También permanecieron en pie y aplaudiendo para despedir a un técnico, Iñaki Zurimendi, que, si bien ha generado controversia entre la afición debido a su estilo y planteamientos, pocos podrán cuestionar o no reconocer los méritos que el de Alonsotegi ha logrado en estas tres últimas temporadas en las que ha comandado la nave gualdinegra, incluída ésta, la de su final, consiguiendo, recordemos, cumplir con el objetivo que se le marcó - oficialmente - al inicio de temporada.

A partir de septiembre, con todo, arranca el ciclo de Axier Intxaurraga en el banquillo del Barakaldo CF. Un nuevo proyecto que, nuevamente, estará supervisado deportivamente por Boluka y del que habrá que ver, en función de la plantilla que se diseñe, en función del presupuesto disponible y de los rivales que configuren el grupo 2, qué aspiraciones u objetivos se plantea alcanzar.

Por su parte, el filial del Atlético de Madrid aún no ha terminado, desgraciadamente para sus intereses, la temporada. Aún tendrá que dar el do de pecho para salvar una eliminatoria con la que escapar del descenso a la tercera división. Mañana al mediodía, en Las Rozas (Madrid), conocerá cuál será el rival al que se enfrentará en el playout