El Real Valladolid B inaugurará el domingo a las 12:00 un día en el que asturianos y vallisoletanos se verán las caras por partida doble. El encuentro frente al Oviedo en el José Zorrilla será el primer plato de una jornada que el primer equipo dará por concluida alrededor de las 19:00 horas, cuando finalice su encuentro frente al Sporting de Gijón en El Molinón.

Dos rivales asturianos si, pero muy diferentes desde la óptica blanquivioleta. El Oviedo siempre ha sido club con el que, tanto los aficionados como directivos, han mantenido una buena relación deportiva e institucional. Incluso en el momento en el que la situación económica del club asturiano pendía de un hilo, en el año 2012,  el Real Valladolid pidió ayuda a través de su página web.

El inicio de este romance entre la afición ovetense y la pucelana tiene su inicio en el tres a ocho que el Pucela endosó al conjunto asturiano en la temporada 95/96. El conjunto dirigido por entonces por Rafa Benítez necesitaba la victoria para mantenerse en la categoría de oro del fútbol español. Tras la abultada victoria, la afición pucelana cogió estima al club ovetense.

Cinco horas más tarde del partido entre el filial vallisoletano y el Real Oviedo, Real Valladolid y Sporting se volverán a ver las caras en El Molinón, tras la victoria de los pupilos de Rubi en Copa del Rey. A diferencia que con el Oviedo, los aficionados del Real Valladolid mantienen una rivalidad mutua con los seguidores del Sporting de Gijón. Rivalidad acentuada en el año 2009, tras la ruptura de relaciones por parte del club gijonés.

Este hecho se produjo debido al desmesurado precio en las entradas que impuso el Real Valladolid a todos los aficionados del Sporting que se quisieran desplazar para ver el partido que enfrentaba a ambos equipos en Zorrilla, con la permanencia en juego. El ‘veto gijonés’ no se limitó a eso, sino que hubo una conjura general para no consumir en Valladolid horas antes del partido, por lo que los aficionados de ‘La Mareona’ comieron y consumieron en León, donde fueron recibidos con los brazos abiertos.

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