Osasuna se está empeñando en mostrar partido tras partido las mismas virtudes y los mismos defectos. Algún tuitero, en tono jocoso, dejó escrito hace un par de jornadas que los rojillos tendrían que meter al menos tres goles para llevarse la victoria en cada partido de esta temporada. Por lo visto hasta ahora, parece que no andaba demasiado desencaminado.

Los de Urban han perdido un partido que en líneas generales han dominado, pero en el que no han encontrado la forma de hacerle daño al rival. Un par estadísticas resumen bastante bien el partido de los rojillos en El Molinon: Osasuna ha realizado 6 faltas (por 15 del Sporting) y se va de Asturias sin ver ni una tarjeta amarilla (por 5 del Sporting). Por otro lado, los navarros han centrado 35 veces al área rival (por 14 del Sporting).

Osasuna muestra una y otra vez las mismas virtudes y los mismos defectos

La estadística de las faltas y las tarjetas amarillas explica bastante bien la falta de contundencia de los rojillos en tareas defensivas. Osasuna se ha mostrado especialmente inocente en esta parcela, una vez más. Incomprensiblemente, el equipo ha decidido no realizar faltas tácticas para frenar los peligrosos contraataques rojiblancos, cuando el de hoy parecía un partido que lo pedía. Da la impresión de que los de Urban necesitan una inyección urgente de "mala leche".

La segunda estadística, la de los numerosísimos centros al área, ha engordado mucho en los minutos finales del encuentro, cuando un Osasuna sin ideas y muy cansado, trataba de llegar al gol de la forma más rápida posible. En la primera parte los pamplonicas, aunque sin suerte, han atacado bien, con mucha movilidad y aprovechando las llegadas de los laterales. En la segunda, el físico y las ideas se han ido agotando poco a poco, lo que se ha traducido en multitud de centros improductivos al área.

Primera parte

Los primeros minutos del encuentro describen a la perfección al conjunto navarro. Los de Urban son un equipo temible ofensivamente —hoy sin suerte— pero muy blandito atrás. Antes del minuto 5, Osasuna ya había llegado un par de veces con cierto peligro a la portería de Cuellar y ya había recibido un gol en contra.

Tras las primeras aproximaciones, Alberto Lora, en el minuto 4 del partido, aprovechaba un despeje inocente de David García para hacer el primero de la tarde. El despeje del canterano a un centro lateral salía raso y blandito al borde del área rojilla, donde llegaba Lora para disparar sin demasiada contundencia, pero con la suerte de que el balón lo volvía a tocar el joven David García para desviarlo y hacer inútil la estirada de Santamaría. Osasuna iba a tener que remontar una vez más el partido si quería ganarlo.

Osasuna llegaba con facilidad al área de Cuellar pero no tenía suerte de cara a puerta

Los navarros llevaron el peso del partido desde el principio y consiguieron llegar a las inmediaciones del área sportinguista con relativa facilidad, creando acciones peligrosas aunque sin suerte de cara al gol. Estuvieron especialmente activos los cuatro jugadores ofensivos de Osasuna. Cedrick, por el costado izquierdo del ataque y Nino, De las Cuevas y Kodro moviéndose por todo el frente de ataque, generaban situaciones de peligro constantemente. Mención especial para un Jon Echaide muy profundo, que ganaba una y otra vez la línea de fondo por el flanco derecho. El de Barañain, tras verse discutido en multitud de ocasiones, está mostrando su mejor nivel.

El equipo de Urban es muy largo, permite a los rivales tocar entre líneas y montar contragolpes sin oposición

El Sporting, por su parte, se limitaba a defenderse con uñas y dientes de los arreones rojillos, y a esperar la ocasión de contragolpear, cosa que hicieron con mucho peligro en cuatro o cinco ocasiones en las que pudieron ampliar la distancia en el marcador. Contragolpear a Osasuna es como encontrarse con un ojeador del Athletic en Tajonar, muy fácil. El equipo de Urban es, habitualmente, un equipo muy largo, la distancia entre el primer jugador rojillo y el último es amplísima, lo que permite que los rivales tocar entre líneas sin problemas y montar contraataques sin apenas oposición. En este aspecto, el polaco tiene mucho trabajo por delante.

Segunda parte

La segunda parte comenzó sin cambios, ni en los onces ni en la propuesta futbolística. En el minuto cuatro de la reanudación, Cedrick se internaba en el área rojiblanca y caía al suelo tras chocar con un defensa rojiblanco. Aunque el congoleño pedía penalti, el colegiado Eiriz Mata, que realizó un arbitraje sin errores de bulto, decidía no señalar la pena máxima, y repetida la acción, el lance perece demasiado leve como para tal castigo.

Osasuna continuaba cargando con el peso del encuentro y merodeando la meta rival, mientras el Sporting esperaba cada vez menos agazapado el golpe final. Desde el minuto 60 hasta el 70, los asturianos, probablemente conscientes de la debilidad defensiva navarra, incrementaron la producción ofensiva haciendo trabajar a Santamaría, que respondía de forma notable a un par de disparos muy peligrosos de los de Abelardo.

El Sporting pudo sentenciar antes al contragolpe y Osasuna perdonó dos clarísimas ocasiones

En el minuto 69 Ansarifard sustituía a Merino y daba comienzo un periodo de acoso sin derribo de los de Urban. Los asturianos no conseguían salir de su propio terreno de juego y prácticamente renunciaban a atacar. En este tramo del partido, Osasuna iba a mandar al limbo dos ocasiones clarísimas que pudieron darle el empate. En el minuto 73, Cuellar realizaba la parada de la tarde al atajar un buen disparo de Kodro desde el interior del área, y en el 80, el iraní Ansarifard no acertaba a envíar a la red un preciso centro de Nino, y su cabezazo se perdía por la línea de fondo.

A pesar de la ambición mostrada, los jugadores rojillos llegaron a los minutos finales del encuentro demasiado cansados, y prácticamente se limitaron a bombear balones al área para tratar de lograr un empate que finalmente no iba a llegar. En el tiempo de descuento, Carlos Castro remataba a la red un contragolpe de libro de los rojiblancos que ponía el punto y final a un partido en el que Osasuna propuso, y el Sporting dispuso.