"Hay que subir sí o sí. Seguro que vamos a ganar", comentaba el yerno del máximo accionista del Real Oviedo, Arturo Elías, antes del partido, y así fue. La vetusta ciudad de Oviedo llora, pero ya no lo hace de pena como en el primer descenso a Tercera División en agosto del año 2003, la vuelta otra vez al pozo asturiano en 2007 o la posible desaparición del club a finales del 2012. Esta vez lo hace de alegría, habiendo sido capaz de quitarse la mala suerte de otros años y al celebrar la vuelta de su equipo del alma, del "Oviedin", a la Liga de Fútbol Profesional.

Oviedo - Cádiz; dos históricos en busca de la gloria

Todo comenzó el lunes 18 de mayo en Las Rozas. El caprichoso bombo se empañaba en emparejar a dos equipos históricos que partían como favoritos en las apuestas; Oviedo y Cádiz se tendrían que ver las caras. Dos equipos históricos en horas bajas con aficiones de Primera División se iban a disputar una plaza en Segunda División a lo largo de 180 minutos. Dos líderes a los que de poco les iba a valer presumir de haber sido el mejor visitante de la categoría o el líder de líderes.

Arrancaba la eliminatoria en el Carlos Tartiere ante 29.000 gargantas carbayonas acompañadas de 1.000 voces gaditanas. Un total de 30.000 almas unidas por una misma pasión. El Cádiz golpeo primero y Jona consiguió callar a toda la parroquia ovetense. El conjunto de Claudio Barragán se fue al descanso con ventaja pero en la recta final del partido Diego Cervero le daba el empate al equipo local, dejando todo abierto para la vuelta.

Cádiz ejercería de juez

Ya en el Ramón de Carranza la fiesta fue similar a la de Oviedo con un estadio lleno de aficionados en busca de anotar anímicamente el primer gol de la vuelta. Arrancó el encuentro con mucha intensidad y ambos equipos jugando sus cartas. El Cádiz apretaba con fuerza mientras el Oviedo se quitaba la presión con jugadas al contraataque. El respeto y la intensidad era tan grande, que hasta el minuto diez de partido no llegaría el primer disparo a puerta del partido con un remate de Kike Márquez que Esteban atrapaba sin problemas.

A partir de ese momento el Real Oviedo buscó ponerse por delante en el marcador y pasó a dominar la pelota, consiguiendo que el conjunto gaditano forzara tres saques de esquina consecutivos aunque eso sí, sin premio. Los minutos pasaban y el marcador no se movía. El Cádiz apretó mucho en la recta final de la primera parte obligando a Esteban a detener un mano a mano en primer lugar y rezar minutos más tarde para que no entrara un disparo de Márquez de falta que acababa, para alivio oviedista, estrellándose en el larguero. Estas serían las únicas ocasiones claras del Cádiz en el partido.

Los mejores minutos del Cádiz pasaban y se llegaba al descanso con empate a cero en el Ramón de Carranza. Los dos equipos se mostraban sólidos. El Cádiz jugaba tranquilo sabedor de que el resultado le daba el ascenso mientras el Oviedo, demostrando una solidez infinitamente mayor que en la ida y mucha superioridad, aguardaba la segunda parte.

David Fernández se convirtió en ídolo azul

Los segundos 45 minutos comenzaron con el Oviedo decidido a hacerse con el gol del ascenso mientras el Cádiz gestionaba el tiempo. Una falta botada por Héctor Font y un disparo lejano de Néstor Susaeta avisaban al conjunto amarillo de lo que estaba a punto de ocurrir. El marcador del Ramón de Carranza marcaba el minuto 52 de partido cuando Néstor Susaeta se preparaba para botar un saque de esquina con su pierna derecha. El 7 del Real Oviedo elevó la pelota al cielo de Cádiz y David Fernández, el líder de la defensa azul, remató con la cabeza el balón -ayudado por el alma de los 2.000 oviedistas desplazados a Cádiz-. La pelota se colaba en la portería del guardameta Aulestia y Oviedo estallaba. El 0-1 subía al marcador, el ascenso estaba más cerca, y ahora le tocaba al Cádiz llevar el peso del partido.

El equipo local necesitaba entonces, al menos, un gol para llevar el encuentro a la prórroga y lo intentó hasta el final. Kike Márquez y Jona trataron de evitar la derrota con varias internadas por banda auque eso sí, no sin llevarse algún que otro susto como un disparó del visitante Borja Valle que se estrellaba en el palo.

Los minutos pasaban y los hombre ataviados con camisetas azules comenzaban a celebrar lo que con el pitido final se acabaría convirtiendo en el ascenso a la Segunda División. En los minutos finales el Cádiz buscaba con más corazón que cabeza un gol que nunca llegaría mientras los jugadores carbayones dejaban el cronómetro correr esperando un pitido final que llegaría con el 0-1 en el marcador.

El Oviedo es de Segunda, el Cádiz luchará por serlo

Llegó tan ansiado final y el Real Oviedo, tal y como Arturo Elías predijo, conseguía el ascenso a la categoría de plata del fútbol español. El equipo carbayón se lleva la eliminatoria al final de los 180 minutos tras conseguir remontar el 0-1 de Jona en el Carlos Tartiere y el Cádiz seguirá luchando por ser el año que viene equipo de Segunda División.

Doce años después y tras pasar cuatro campañas en Tercera División y ocho en la Segunda B el Real Oviedo resurge de sus cenizas y abandona "el pozo". Ahora la parroquia ovetense se adueña de la famosa frase empleada por el que fuera hasta el 2012 máximo accionista del Real Oviedo Alberto González, aunque dándole un giro de 180 grados. Ahora sí, "el Real Oviedo tiene lo que se merece".

Cádiz - Real Oviedo: así lo vivimos.

Próximos compromisos

El Real Oviedo disputará el próximo fin de semana la ida de la eliminatoria de campeones ante el Nàstic mientras que el Cádiz estará en el sorteo de la próxima ronda de fase de ascenso a Segunda División.