La orilla parecía lejana en el horizonte tras el gol tempranero del Gernika, pero Osasuna Promesas no lo dejó de intentar hasta conseguir el empate a uno en el 90. El milagro de Sabadell con el primer equipo se presentó entonces en la mente de la parroquia rojilla, un gol más del cuadro de David García significaba el ascenso a la Categoría de Bronce. Era el tiempo de descuento y el filial tuvo una ocasión más para conseguir la proeza, pero esta vez no pudo ser y la próxima temporada competirán en Tercera.

El encuentro de ida fue un hándicap demasiado duro de superar para un equipo tan joven como Osasuna Promesas. Desde su llegada, el entrenador rojillo ha dado la oportunidad a jugadores con ficha del juvenil de progresar con el filial en Tercera y hasta ha apostado por ellos en la fase de ascenso. Lejos de echar mano de jugadores como José García o Miguel Olavide; David García ha confiado en el grupo como premio a la gran temporada. En el último encuentro, la veteranía ha ganado a la juventud, pero seguro que en estas semanas los chavales se han curtido para el futuro.

Nada que reprochar

Osasuna Promesas tumbó al Atlético Malagueño y el Varea

Tras clasificarse para el playoff de ascenso, el destino quiso que Osasuna Promesas se viera la caras con el Atlético Malagueño en la primera ronda. El filial del Málaga era uno de los equipos más potentes de la categoría y muchos pensaban que hasta ahí iba a llegar la andadura rojilla. El Sadar acogió el encuentro de ida que acabó con empate a cero y con todo por decidir. En la vuelta el cuadro de David García tiró de orgullo para neutralizar un 2-0 en el tramo final de la segunda mitad y clasificarse por el valor de los goles. El siguiente escollo les mediría contra el Varea, equipo riojano bastante más asequible. La superioridad se tradujo con un contundente 3-0 en Pamplona y un 2-3 en tierras riojanas. Solo quedaba un paso más para regresar a Segunda B y el Gernika iba a ser el último obstáculo.

Cuando Mateo subió al primer equipo, David García se hizo cargo del filial.

De los tres partidos que el filial jugó en El Sadar tan solo recibió un gol, pero que pesó mucho tanto en lo deportivo como en lo psicológico. Una desafortunada acción del Promesas iba a acabar con el balón en la portería de Juan tras golpear en Julen Hualde. De este modo el Gernika se llevaba un botín que iba a hacer bueno en el encuentro de vuelta donde los rojillos no lo dejaron de intentar. De esta forma tan agridulce se acaba una temporada convulsa en la entidad navarra que deberá decidir en los próximos días el entrenador para el filial. Lo lógico sería que David García siguiera, pero nadie sabe el futuro del técnico navarro.