Toda la ilusión existente en el mundo se concentró durante hora y medio en los corazones de los integrantes del equipo local de un humilde municipio cántabro, Laredo, que saltaba al césped del Ramón de Carranza con la esperanza de lograr el pase a la siguiente ronda de la Copa del Rey y verse las caras con un grande del fútbol español. Delante iba a tener al Cádiz, un histórico que mantiene intacto el sueño de volver a ser lo que fue, sintiéndose de nuevo grande ante un equipo de primera división.

A los tres minutos de partido, la escuadra gaditana iba a tener la primera gran ocasión del partido. Un centro de Hugo Rodríguez iba a ser cabeceado por Wilson Cuero en el área pequeña, marchándose el disparo picado lamiendo la escuadra del portero visitante. Un minuto después, un disparo de Álvaro García se iba del campo rozando el palo izquierdo.

Un quiero y no puedo de ambos equipos

En el ocho llegaría el primer disparo del Laredo. Una buena jugada por banda izquierda era acabada con un centro de Alfredo Manzano al área amarilla, rematando David Camino con la testa directamente fuera. Probaba fortuna el cuadro de José Gómez, buscando el error de los locales, siendo estos los dominadores de la pelota.

Imagen: Pedro Ortega (Cadistas Finos)

Rozando la primera media hora de partido, la insistencia del Cádiz llevó algún que otro peligro a la defensa pejina, que tuvo que emplearse a fondo para acabar con una llegada más que peligrosa de Wilson Cuero. Pablo García, el más atento de la clase, evitó el tanto en líena de gol. Once minutos después, ya en el borde del final de la primera parte, Lolo Pla recibía en el balcón del área pequeña un centro desde la derecha de Wilson Cuero. El pase pilló al hoy mediapunta a contrapié, ejecutando un disparo flojo que sacó Antonio Cano bajo palos. Y con el empate a cero en el marcador, el árbitro Ricardo Escudo señalaba el camino al túnel de vestuarios.

Los de Claudio Barragán empezaron la segunda mitad con mucha más intensidad que el rival, moviendo bien la pelota de banda a banda buscando desquiciar a la zaga visitante. Una gran jugada de Álvaro García a los dos minutos de la reanudación casi acaba con el disparo de Lolo Pla en el punto de penalti. El balón le botó mal y no pudo conectar el lanzamiento.

Imagen: Pedro Ortega (Cadistas Finos)

Ya con Güiza y Fran Machado sobre el terreno de juego, el Cádiz volvía a dar un paso adelante. Haciendo más fáciles los movimientos de los hombres de arriba. Álvaro García, al sobrepasar la hora de partido y dejar atrás a la defensa del Laredo, estrellaba un balón al palo desde el interior del área pequeña. Minutos más tarde, un cabezazo de Wilson Cuero a centro lateral iba a acabar en las manos del cancerbero visitante.

Cerca de llegar al minuto setenta, el Laredo intentaría aprovechar una falta cerca del banderín de córner para asustar a Pol Ballesté, aunque el disparo final se fue muy lejos de la meta amarilla, la acción estaba invalidada por fuera de juego. Quien sí iba a crear miedo iba a ser Álvaro García, que hizo que Sergio del Río se tuviera que emplear a fondo hasta en dos ocasiones para ganarle los dos mano a mano.

El Cádiz gozó de 18 ocasiones de gol, tirando a puerta diez veces

En el setenta y cuatro de partido iba a llegar otra ocasión de gol para los de la Tacita de Plata. Alberto Quintana cazaba un rechazo en la frontal del área para enviar, de un zurdazo, el esférico a la madera. Tres minutos después, Sergio Mantecón remataba de primeras, en el punto de penalti, un pase desde la izquierda de Álvaro García que se marchaba muy cerca del poste izquierdo de Sergio del Río.

La insistencia tuvo recompensa

Al borde de finalizar los noventa minutos reglamentarios, el Cádiz apretaba junto a su afición en la búsqueda del pase de ronda, y un disparo de Dani Güiza desde fuera del área, que golpeaba en el palo, iba a dar lugar al único tanto del partido, al llegar Salvi al segundo palo y rematar, a placer, al fondo de la red visitante, desatando la locura en el Ramón de Carranza.

Y con el gol de Salvi, el Cádiz Club de Fútbol se clasificó para los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, donde se enfrentará a un equipo de Primera División que dispute competición europea.