Alrededor de las dos de la tarde, el Celta vencía a domicilio al Villarreal con un agónico gol de Nolito en el último suspiro. Un partido importante que hace que el conjunto celeste pueda presumir de compartir  liderato con los dos grandes, Real Madrid y Barcelona; un partido importante porque Eduardo Berizzo cumple 50 encuentros al mando de su navío vigués.

Los números del Toto en esta media centena de duelos son tan positivos como esperanzadores: 20 victorias, 15 empates y 15 derrotas (repartidas entre Liga BBVA y Copa del Rey) en algo menos de temporada y media (15 victorias, 12 empates y 15 derrotas el pasado curso). Pero más allá de la gran campaña 2014/2015, el seguir invictos en este nuevo curso futbolístico es lo que realmente ilusiona a la afición celtiña (cinco victorias y tres empates).

Suceder a Luis Enrique, el mayor de los desafíos

Berizzo llegó a Vigo con la presión de sustituir a un Luis Enrique que había dejado una fuerte pegada en club y afición. El técnico argentino, lejos de amedrentarse, transformó rápidamente esa fuerte presión en empuje, ganas e ilusión. La base del proyecto ha sido y está siendo la continuidad de una idea ya instalada desde hacía tiempo: fútbol ofensivo, vistoso, agresivo y muy vertical, siempre facilitado por el enorme descaro de sus jugadores.

''En mi cabeza nunca existió ni existirá interrumpir un contrato vigente para cambiar de equipo''

El futuro es brillante para un técnico que parece tener los meses contados en Balaídos. Varios equipos de alta talla europea ya se han fijado en él este verano, aunque el de Cruz Alta siempre dejó claro el deseo de cumplir su contrato. Contrato que expirará al final de la presente campaña, el 30 de junio de 2016.

Por el momento, debe ser el club el que se nutra de sus servicios y saque el mayor rendimiento posible del gran tándem que forman técnico y plantilla.