El Heliodoro Rodríguez López volvió a ver a su equipo, el Club Deportivo Tenerife, llevarse los tres puntos en un partido que dominó desde el principio, pero sin grandes alardes. Parece que el cambio de entrenador y los nuevos aires les ha venido bien a los chicharreros. En cambio el Deportivo Alavés, reafirmó sus malas sensaciones y su mal juego cuando juegan lejos de Mendizorroza. Durante los 94’ que duró el encuentro, el conjunto albiazul no encontró su sitio en el campo, no generó juego ni creó ocasiones de gol. El marcador, 2-0 a favor de los locales, fue justo.

A Pep Lluís Martí no se le puede negar su valentía. Hace más o menos cuatro meses que colgó las botas de fútbol y cogió la carpeta de entrenador, y ahora se ve inmerso en una situación complicada, pero no imposible. Recoge a un equipo en mala racha, que lleva más de un mes sin conocer la victoria, en puestos de descenso y sustituye a un entrenador que tan solo ha durado nueve meses en el puesto. Equipo exigente donde los haya. Dos días de entrenamiento y partido ante los de José Bordalás. Hace catorce años se veía las caras con este mismo equipo en su debut en Primera División. Y no lo ha hecho mal.

Parece que Martí en dos días encontró la fórmula para ganar los tres puntos. Un cambio en la táctica, presión arriba y verticalidad. Eso fue lo que necesitaron los chicharreros para superar a un Deportivo Alavés sin ambición desde el principio, posicionados muy atrás y sin la posibilidad de crear juego.

Aviso en el minuto 16

El Tenerife hizo su partido. No le hizo falta ilustrar su mejor juego, ni generar numerosas ocasiones para marcar. Y aún así, con eso le bastó. En el minuto 16 de la primera parte los blanquiazules dieron el primer aviso de lo que se avecinaba con un remate de cabeza de Pedro Martín que se estrelló en el palo derecho de Fernando Pacheco.

A los babazorros les costó reaccionar. No fue hasta el minuto 29 cuando tuvieron la primera ocasión clara del partido gracias a un remate de Gaizka Toquero a un balón que fue directamente a las manos del cancerbero Dani Hernández. Sin embargo, fue en el minuto 44 cuando los babazorros estuvieron realmente a punto de ponerse por delante del marcador con una notable jugada por la banda izquierda de Kiko Femenía. De ahí derivaron tres córners que pusieron en claro peligro a la portería de Hernández. Sin embargo, el colegiado Cordero Vega dio por finalizada la primera parte del encuentro para la tranquilidad de los tinerfeños.

Parecía que los de José Bordalás iban a revivir tras las grandes ocasiones que tuvieron antes del descanso, pero no fue así. El chicharrero Jorge Martínez tuvo una clara ocasión en el minuto 5 de la segunda parte desde el área pequeña. Sin embargo, fue en el minuto 13 cuando Pedro Martín con un lanzamiento raso batió a Pacheco marcando el primer gol del Tenerife y poniendo así fin a su mala racha individual.

El gol para redondear la victoria  

El partido continuó con numerosas interrupciones. Tras el gol, José Bordalás cambió la estrategia con la que había comenzado el partido con la entrada de Dani Pacheco y Manu Barreiro con el objetivo de buscar el empate. No lo consiguió. Los albiazules tuvieron muchos problemas para llegar al área rival y batir a Dani Hernández.

Desde el comienzo hubo problemas en el centro del campo con Manu García y Jagoba Beobide que estaban muy cerca de Sergio Mora impidiéndole generar su juego y crear jugadas de peligro. Se perdieron muchos balones y los pases directos se perdían fueran de la banda.

Los tinerfeños controlaron el balón pero sin generar demasiado peligro. No fue hasta el minuto 90 cuando Omar Perdomo marcó el segundo gol gracias a una asistencia de Aitor Sanz.

El Deportivo Alavés volvió a mostrar grandes decadencias en su juego lejos de su feudo. Su falta de ambición y su incomodidad en el terreno de juego hace que les falte la regularidad que necesitan para hacerse un hueco en la zona noble de la clasificación. La próxima semana acogerá al Girona en Mendizorroza en un encuentro al que deberá acudir a por los tres puntos si no quiere pasar dificultades para lograr su objetivo.