Sevilla y Valencia protagonizaron un choque que, sobre el papel, debería haber enfrentado a dos equipos peleando por la clasificación para la Liga de Campeones, pero que en la realidad ha enfrentado a dos equipos situados en la zona media de la clasificación y con una mochila de decepciones a las espaldas de cada uno de ellos.

El partido comenzó igualado entre las dos escuadras, con constantes medidas de uno a otro equipo que acabaron en fallos o aciertos en defensa, pero sin llegada a puerta. Mucho juego de medio campo e incursiones aisladas llevaron al cronómetro a la mitad de la primera parte, sin nada que destacar mas que algún fallo en defensa de Banega, corregido rápidamente por la defensa rojiblanca, o alguna falta que botó el Valencia sin los efectos buscados con ella. Lo que si es cierto es que el Sevilla fue encontrando su camino sobre el terreno de juego con el paso de los minutos, quizás por deméritos del equipo visitante que se limitó a ver como el equipo de Unai fue ganando terreno poco a poco. En el minuto 27 llegó la mejor oportunidad del partido. Mariano puso un balón de oro para Llorente, que no remató bien, pero el balón llegó a la posición de Vitolo que, pese a su estirada, no consiguió remachar el balón al fondo de la red. Esa clara ocasión sirvió para que los nervionenses tuvieran sus mejores minutos y en el 31 tuvo otra gran ocasión. Llorente remata al borde del área chica un córner y Ryan está muy acertado en el despeje, desviando las ocasiones hispalenses de ponerse por delante en el marcador. Posteriormente, en el 35, Joao Cancelo vio su segunda tarjeta amarilla del encuentro y se tuvo que ir al vestuario prematuramente. El defensa ché sacó el brazo a pasear mientras protegía el balón y con ello golpeó en el rostro a Escudero. El árbitro no dudo en castigar la acción ante el jolgorio de la grada del Sánchez Pizjuán. Con un hombre más sobre el césped, los sevillistas acrecentaron su dominio sobre el Valencia y disfrutaron de más llegadas, convirtiendo el partido en un monólogo sin finalización, ya que el marcador se mantuvo como al comienzo. Seis remates sobre la portería de Matt Ryan, por ninguno del Valencia; uno de los defectos que el Sevilla sufre más este año: la falta de gol.

La segunda parte siguió con el mismo guión; un Sevilla con el viento a favor ante un desconocido Valencia, que no tiene alma y se arrastra sobre el terreno de juego. Las ocasiones fueron de los locales durante todo el partido, sucediéndose una tras otra, hasta que Banega, con un gran pase utilizando el exterior de su bota, le puso un balón de oro que Escudero aprovechó y remató en escorzo para anotar el primer gol. Maravilloso gol del defensa sevillista que adelanta a su equipo y aprovecha el gol para dedicárselo a Andreolli, recientemente lesionado de gravedad en el tendón de Aquiles. Ganaba el Sevilla con justicia en Nervión y el partido siguió de cara para el Sevilla, que vio como en el minuto 77, el Valencia se quedó con nueve jugadores tras una entrada de Javi Fuego sobre Krychowiak que el trencilla castigó con tarjeta amarilla, la segunda para el valencianista, que supuso la expulsión del futbolista ché. A partir de aquí y hasta el final del encuentro, se siguieron viendo ocasiones del Sevilla que los jugadores del club de Nervión no supieron aprovechar para hacer sangre en la herida valencianista, la cual  no parecer tener fácil cura. 

Ahora el Sevilla se sitúa décimo en la clasificación con 18 puntos, justo detrás del club de Mestalla, a un solo punto, en su caminar hacia Europa. Nuno se queda en una posición muy complicada, tras perder un partido clave en la temporada, con una gran rivalidad y ante un rival que se presume directo de cara al final de temporada.