Hoy se enfrentaban el Villarreal y el Getafe en el Coliseo Alfonso Pérez en un duelo mañanero, a las 12:00 horas, en el que ambos venían necesitados de puntos, el Villarreal porque en la última jornada se dejó dos puntos en su casa ante el sorprendente Eibar, y los azulones por el mismo motivo, ya que también en su estadio sumó solamente un punto en la pasada jornada ante el Rayo Vallecano en un derbi madrileño que acabó con empate a uno.

La primera noticia se vio antes incluso de empezar el partido, cuando aparecía el once inicial del conjunto amarillo, plagado de novedades, provocado por el partido jugado este pasado jueves en Europa League, el que seguramente sea uno de los motivos por los que hoy el equipo de Marcelino García Toral haya cosechado una derrota. Las novedades fueron el joven lateral izquierdo, Marín, que jugaba por primera vez esta temporada, que hasta ahora no lo había hecho, como sí sucedió la pasada temporada. Iba a hacerlo sustituyendo a Jaume Costa, ausente por sanción, la presencia de Pina y Trigueros en el centro del campo, sin el cerebro Bruno Soriano. También jugó el habilidoso internacional con “La rojita” Nahuel como extremo derecho, Jonathan Dos Santos por la izquierda y arriba, dos delanteros, que ninguno de ellos lo son ciertamente, los dos Samus, Castillejo y García, en sustitución del también sancionado Roberto Soldado.

Marcelino apostó pues por un 4-4-2, que tras los primeros minutos de juego parecía que le había salido muy bien el experimento, ya que el conjunto de Castellón entró al campo con una altísima intensidad y con varias llegadas  que no acabaron en la red porque el poste hoy era un jugador más del Getafe. Fueron Trigueros primero y Nahuel después los que dispusieron de las mejores ocasiones para su conjunto. Si fue Lafita el que con una descomunal jugada y un gran disparo pegado al palo a media altura el que puso el primer gol del partido para los azulones en el minuto 21. Fue a raíz de este gol cuando el partido cambió absolutamente, y es que el no materializar las ocasiones que continuamente  generaban y recibir en contra un gol afectó mucho moralmente a los de Marcelino, que jugando mejor y generando mucho más, se vieron de pronto con un gol en contra. Fue a partir de ese primer gol cuando el Getafe se creció y comenzó a llegar con mucha asiduidad.

Ya en la segunda parte, Marcelino iba a dar entrada a Denis Suarez, en sustitución de Samu castillejo, dejando como único punta a Samuel García, pero este cambio no le iba a dar muchos frutos al técnico santanderino. Y es que el Getafe iba a meter su segundo gol tras una muy buena jugada nuevamente de Lafita, quien le puso un pase perfecto a Álvaro Vázquez, que no iba a desaprovechar. Pero si parecía que las cosas no podían ir peor para el Submarino Amarillo, iba a llegar la peor noticia del partido, Mario Gaspar, el que probablemente sea el jugador más en forma del equipo, se iba a tener que retirar del campo por una lesión. A partir de aquí, el partido lo iba a controlar el Getafe perfectamente, quien no concedió ninguna ocasión, y ninguna opción de gol a su rival.

El Villarreal por lo tanto pierde un frustrante partido, que pudo haber sido otra historia de no ser por los largueros y por la poca eficacia que tuvo hoy el club castellonense, que acabó castigado por un gran Lafita y una magnífica defensa local, que se aleja así un poco de los puestos de descenso.