Una Nueva Condomina que mejoraba su entrada con respecto al pasado fin de semana, se predisponía a abrir la segunda vuelta del campeonato liguero. Inmerso en una semana muy emotiva, en la que se había iniciado una campaña mediática para reverdecer el murcianismo, el club grana recibía la visita del siempre complicado Marbella.
Presión marbellí
Los marbellís se plantaban en Murcia como segundo mejor visitante del grupo, por lo que no fue de extrañar su buen inicio. El cuadro dirigido por Loren arrancó vivo, presionando bien arriba, propiciando así que el juego se estableciera en el campo del Real Murcia durante los primeros minutos de juego. Varias intentonas peligrosas de los blanquiazules pusieron nervioso a un Murcia, que intentaba asentarse en el encuentro sin demasiado acierto.
El cuadro dirigido por Loren arrancó vivo, presionando bien arribaCon el transcurrir de los minutos, los pimentoneros despertaron, lo que no frenó al Marbella en su idea de seguir presionando muy arriba. El cuadro de Aira estaba dubitativo, perdiendo excesivos balones, pero lograron mantener el tipo ante el buen inicio visitante. Pasada la veintena, las tornas cambiaron. Ante la presión marbellí, los granas reaccionaron, y gracias a las incursiones por la banda izquierda, donde se volcó la mayor parte del juego del equipo, consiguieron comenzar a crear peligro. Rafa de Vicente intentó varios remates lejanos y Chavero, volcado en la banda izquierda, estuvo muy activo a la hora de recibir y mandar balones al área.
Hacia el minuto 25, los granas habían dado la vuelta al partido, y el juego parecía fluir mucho mejor. El arrojo marbellí había sido frenado, y ahora eran los granas quien dominaban el choque. Con el equipo cada vez más cómodo sobre el terreno de juego, las triangulaciones en banda izquierda entre Chavero, de Vicente y Sergio García brotaron en pos de nutrir a un peleón Azkorra. No obstante, las intentonas no serían fructíferas para los locales, y las buenas intenciones se quedaron en nada ante la sobria zaga andaluza. Así, con los locales dominando el encuentro, el Marbella vería aliviado como se llegaba al final de un primer tiempo disputado.
Reacción insuficiente
El Marbella comenzó la segunda parte con mayor intensidad, volviendo a complicar a Fernando con alguna oportunidad de peligro, y aprovechándose de la pequeña desconexión grana. La caraja con la que el Murcia había saltado se extendió varios minutos, por lo que Aira no tardó en reaccionar. Antes de que se cumpliera 60, dio entrada a Arturo e Isi en el lugar de Guilló y Sergio García, lo que devolvió a Chavero al eje de medios. Pese a los cambios, hubo que esperar para ver reaccionar al Real Murcia, que eso sí, supo frenar la sangría marbellí.
Chavero, cada vez más suelto entre líneas, empezó a asociarse con Isi en izquierdaEntró entonces el partido en una fase atasco. Ambos equipos querían el balón, pero eran incapaces de darle cierta continuidad al juego antes de que las defensas lograran anteponerse. Hacia el minuto 70, los granas empezaron a despertar, volcando el campo hacia el lado marbellí. Chavero, cada vez más suelto entre líneas, empezó a asociarse con Isi en izquierda, y el equipo repitió, cual estribillo de una canción pop, la buena sintonía de la primera parte. Chavero daría el primer aviso con una buena internada que no encontró rematador, y poco después Isi remataría desviado.
El Murcia estaba en plena línea ascendente, mientras que el Marbella, por el contrario, retiro filas. Dando por bueno el empate, se parapetó atrás y supo cortocircuitar la transición pimentonera. Pese a ello el Real Murcia seguiría apretando, y primero Azkorra, de cabeza, y poco después Isi, desde la frontal, se quedarían muy cerca de abrir la lata. Con el final del partido, el Marbella endurecería su juego sacando un poco de partido al Murcia. En una de esas acciones, Isi entró al trapo y el árbitro lo expulsó con roja directa.
Finalmente, tras un alargue excesivamente corto, el partido acabaría entre los pitidos al colegiado y la sensación general de que inconformismo por el resultado. En una semana dura, con hasta tres partidos, el Real Murcia completó un choque solvente, pero no le bastó para derrotar a un buen Marbella, que se va de Murcia siendo de los pocos equipos intactos al podería grana. Pese al empate, la derrota del UCAM en Sevilla deja a los capitalinos con los mismos puntos de ventaja ante el segundo clasificado, que pasa a ser el filial hispalense.