La pasada semana, André Gomes se retiró del entrenamiento en la ciudad deportiva de Paterna para realizarse unas pruebas debido a molestias en su pierna izquierda. Los resultados confirmaron una contractura de sus isquiotibiales que le apartó del resto de la plantilla para trabajar de manera individual con un readaptador físico. Hoy lunes, el centrocampista portugués ha realizado ejercicios de balón en el proceso de su readaptación y la impaciencia es creciente. Su desempeño ofensivo se espera como agua de Mayo entre los valencianistas que junto a las lesiones de Feghouli y Bakkali, ven cómo su equipo queda huérfano de creatividad más allá de la línea de tres cuartos.

Desde su incorporación, Gary Neville ha hecho especial hincapié en el aspecto físico dada la inusual cantidad de lesiones musculares que presenta la plantilla y, sin embargo, el caso de André Gomes es uno de los más insidiosos. Tan pronto se recupera de una lesión, recae en otra, dificultando su papel en el club. Es uno de los jugadores más determinantes de la plantilla y verle alejado de los terrenos de juego no beneficia al Valencia. 

La semana viene cargada de encuentros con el enfrentamiento de Copa del Rey el próximo jueves contra el Granada, en el que el equipo deberá sellar su pase a cuartos tras una ida cómoda. En Liga BBVA, los hombres de Gary Neville recibirán el domingo al Rayo Vallecano de Paco Jémez, que necesita desesperadamente puntuar para asomar la cabeza por encima de los puestos de descenso. Preocupa el rendimiento del club ché en la competición doméstica donde encadena ocho partidos sin ganar. La última victoria fue aquel 5-0 que endosó al Celta de Vigo en noviembre. Si el objetivo continúa siendo el de pelear por alcanzar puestos de Champions, es menester que comiencen a sumar de tres en tres.