El delantero valencianista, Paco Alcácer, tiene el gol en la sangre. Por las venas le corre ese saber estar en el campo en el momento propicio, ese ADN ganador para poder buscar desmarques que anulan defensas y una definición que de ser un jugador extranjero sería portada de casi todos los periódicos a nivel nacional y mundial.

Corría el minuto sesenta y dos de partido, y la inoperancia de Negredo en ataque y quizá el deseo de Gary Neville por reservar al Tiburón de Vallecas para el partido de Liga del domingo y que descansara unos minutos, propició que Alcácer entrara al terreno de juego del estadio de Los Cármenes. El encuentro ya estaba encarrilado, pues un gol de Zahibo daba la ventaja mínima a los ché aunque en la eliminatoria global, el Valencia estaba cómodo con los cuatros goles que cosechó en Mestalla.

Aunque no tuviera más trascendencia, el delantero de Torrent salió y un minuto más tarde marcaba el cero a dos en el marcador. Alcácer aprovechaba un pase magnífico de Danilo Barbosa para batir sutilmente al guardameta del Granada. Salir y besar el santo, gol marca de la casa del jugador valencianista.

Progresión meteórica

La progresión de Alcácer le ha permitido pasar de ser un jugador cedible - como su etapa poco productiva en el Getafe - a ser un jugador revelación. Pero Paco no se queda ahí, ya que después de realizar una segunda parte de la temporada 2013/2014 de ensueño, cuando Pizzi estaba en el banquillo Alcácer terminó explotando, desde que llegara Nuno y Negredo el de Torrent ha mantenido la titularidad ganándose de hecho el ser convocado con la selección española

La Eurocopa de 2016 está a la vuelta de la esquina, y el modesto jugador blanquinegro se postula como uno de los delanteros que estará en la lista de Vicente del Bosque. Un esfuerzo en toda la carrera deportiva que se vería recompensado en esta cita de selecciones, donde ha demostrado ser mucho más efectivo que el jugador tan mediáticamente ensalzado Diego Costa.