Existen miles de historias en el mundo del fútbol, algunas emotivas, otras duras, y algunas de ellas resultan ser un tanto rocambolescas. Coincidiendo con la visita del Barcelona al Ciudad de Levante, así fue cómo el gran gurú barcelonista, Cruyff, acabó jugando en el club granota.

Estados Unidos y cómo se encontraba Cruyff

Finales de 1980, Cruyff contaba con 33 años a sus espaldas y por aquel entonces jugaba en Estados Unidos.

Pero Cruyff era diferente, era extraordinario: con metros por delante era ese jugador que encandilaba a las masas, una conducción de balón y un cambio de ritmo que hacían de “El flaco”, un virtuoso futbolísticamente hablando. Cuando Cruyff recibía el balón, nadie en las gradas conocía lo que iba a suceder. Si Cruyff bajaba el ritmo en los ataques, se producía un run-run en las gradas, segundos de expectación, ya que de todos era conocedor que si esto ocurría, algo iba a suceder. Normalmente, después de esos segundos de pausa “El flaco” miraba a un compañero y le daba un pase que para el resto era inverosímil, o por el contrario, fijaba su mirada en la portería y disparaba a puerta.

Inventaba, creaba y maravillaba, el escenario le era indiferente, jugaba como aprendió de pequeño en su ciudad natal Amsterdam (los grandes son así… Messi hoy en día) y esa era la razón por la que arrastraba a miles de aficionados a las gradas.

Ese era Cryff, Johan Cruyff.

Quiere volver

Todos eran conocedores de la magia de Johan, pero en ese diciembre de 1980, llegó a Barcelona para jugar un partido de exhibición. El partido era un cúmulo de estrellas en busca de financiación para UNICEF. Pero Cruyff era diferente, pese a ser un partido intrascendente, para Johan no existía ninguno así. El colegiado de la contienda José María Miguel Pérez, expulsó al holandés. Hecho insólito en partidos de esta índole.

Cruyff en su etapa barcelonista (vavel.con)

Cabe recordad que Cruyff nunca fue muy amigo de los colegiados. Podíamos citar millones de anécdotas, eran cosas de él.

Tras este partido, la rumorología comenzó a dispararse, Cruyff quería volver y si era al Barcelona mejor que mejor.

Como hemos citado anteriormente se encontraba bien de forma, y él estaba deseoso de volver.

Pero no iba a ser en el Barcelona, su vecino, el Espanyol, daba por hecho su fichaje al inicio de 1981. Los pericos querían clasificarse para la copa de la UEFA, y sabían que con la llegada de Cruyff la euforia se disparaba además que sabían que la llegada del holandés marcaría diferencias.

No al Espanyol

Todo parecía indicar que Cruyff recalaría en el conjunto periquito, pero nada más lejos de la realidad. Cruyff comenzó a esquivar esa posibilidad, surgieron miles de trabas para el cierre de la operación, la mayoría debido a sus contratos de publicidad.

Su fichaje por el Espanyol fue “como un tiro al palo”. Cuando parecía que iban a anotar el gol, se encontraron con la madera.  

Cruyff, adelantado a su tiempo, contaba con contratos con firmas de ropa deportiva, perfumerías y todo lo que se vendía en esa época.

El Espanyol se queda sin Cruyff.

Cruyff finalmente no recalaba en el conjunto periquito, y vuelve a desatarse la rumorología. Arsenal, Chelsea, Betis, Sevilla, Dumbarton (2ª División Escocesa) y Levante UD.

Muchos se tomaron a broma el interés del Levante, inclusive a sabiendas del viaje a Holanda del entonces presidente granota, Francisco Aznar, en un intento de contratar al astro.

Cruyff daba esperanzas y después largas a todos los clubes que se acercaban a un intento de contratarle, es más, alguno de ellos a última hora.

"Hoy estamos cerca de firmar, pero tenemos que ver condiciones de negocio", esa era la respuesta de Cruyff.

El Levante estuvo meses detrás del holandés en busca de reunir el dinero que cumpliese los deseos de Cruyff. Incluso el propio Johan, anunciaba una oferta del Leicester donde se convertiría en el jugador mejor pagado del fútbol británico.

Cruyff volvió a ser blaugrana

El Levante a punto de conseguir el ascenso a Primera división. La meta era clara: contar con Cruyff.

La contratación de Cruyff le daría un impulso deportivo a la par que le daba un impulso económico. Las previsiones eran un aumento en socios, cuatro veces superior a los que contaban por esa época. Una golosina para los dirigentes, y un agravio comparativo para los integrantes de la plantilla, aún con deudas.

Pero el Mesías llegó a Valencia

Cruyff "granota"

Debutó en Palencia. Mandó, dirigió y dejó detalles de su clase. El Levante ganaba el partido y Cruyff, como estipulaba su contrato, se llevó parte de la taquilla.

Viajó a Granada, centrando todas las miradas y siendo la auténtica atracción, y una sema después, se lesionaba. Cundía el pánico, pero Cruyff estaba bien.

Su estado de forma era alto, fue citado por su selección de nuevo. La Holanda de Rijvers, en un acto de desesperación, llama a Cruyff para apurar sus opciones de clasificación para el Mundial de España. Pero Johan iba a ser protagonista por un acto fuera del terreno de juego.

Su equipo, el Levante, jugaba en Mendizorroza. Johan era de nuevo la atracción, pero no llega a vestirse, llegaba una noticia de que su esposa estaba internada en un hospital valenciano. El jugador holandés salía de Vitoria dirección Valencia en coche y además renunciaba a jugar con su selección.

Dos goles ante el Oviedo fueron su único bagaje. “El Flaco” culpó a sus compañeros de la mala situación. Pero la verdadera razón era que Cruyff no cobraba íntegramente lo que habían pactado en el contrato.

Salida del club

Cruyff volvía a protagonizar otro acto de indisciplina. El holandés se marchaba a Barcelona para jugar un partido homenaje, a la vez que su equipo jugaba un partido oficial de liga.

"He venido a este partido para que luego no digan que solo juego por dinero, además, el Levante ya no tiene opciones en la clasificación" expetó Cruyff.

Salió del club por la puerta de atrás. El Levante no olvida su paso, grabado como un error histórico. El conjunto “Granota” le ganó la partida a todos en post de la contratación de un genio, pero el precio fue demasiado alto.

Esta fue la historia de cómo Cruyff, uno de los cinco mejores jugadores de la historia, militó en el Levante UD.