El pasado domingo se vivieron dos realidades distintas al término del encuentro que enfrentó a Granada y Valencia en el Nuevo Los Cármenes. Por un lado, los de Neville lograron su tercera victoria seguida con todo el optimismo que ello insufla en la psique ché. Por su parte, el combinado granadino no consiguió sumar punto alguno (eran vitales tras la victoria del Levante frente al Getafe) por lo que su rostro reflejaba poco menos que desesperanza. El Granada salió a por el encuentro desde el inicio, dio buena imagen y gozó de ocasiones peligrosas para haber cambiado el sino del partido, pero a veces el fútbol es cruel y los de Sandoval salieron de su estadio portando el farolillo rojo de la presente edición de la Liga BBVA

Con todas las implicaciones que conllevará esta derrota para el entorno de la entidad granadina, hubo aspectos a destacar como el despliegue ofensivo que dispusieron. Aquel despliegue ofensivo que dejó sin opción al Valencia -que tuvo que sufrir para arañar esos deseados tres puntos-, encontró un estandarte muy definido en la persona de Isaac Success. El joven nigeriano hizo y deshizo a su antojo en banda, victimizando a un Siqueira que no supo ponerle freno. Ya fuese en combinación con Miguel Lopes (con quien formó una sociedad imparable) o en jugada individual, Success trajo el peligro al área valencianista a lo largo y ancho del encuentro.

Envió centros desde la banda, forzó saques de esquina, desbordó y filtró pases interiores que, de haber contado con mejor ejecución de los delanteros, hubieran acabado al fondo de la red. Tampoco se dejó vencer por el contratiempo del gol de Dani Parejo y prosiguió con su desempeño hasta que el tanto en el minuto 90 de Santi Mina puso fin a las intenciones de los granadinos. Aprovechando la resaca del gol de Santi Mina, el Granada sorprendió al Valencia con un saque rápido que culminó en gol pero el tiempo para lograr la machada se había agotado. 

El Granada tiene trabajo por delante para verse en Primera División la temporada que viene, pero la imagen mostrada el domingo ante el Valencia invita a pensar que la plantilla de Sandoval tiene condiciones para culminar el objetivo de la salvación, más aún si cuenta con Success en estado de gracia.