Este domingo el todopoderoso líder visitará El Madrigal, donde los amarillos intentarán cortar la gran racha del Barcelona. Un Villarreal, que vende muy cara su piel en casa, eufóricos tras lograr el pase a cuartos de la Europa League y con el objetivo de aumentar la ventaja respecto al Sevilla en Liga. Pero, sobre todo, el encuentro tendrá un carácter especial para Denis Suárez, pues el extremo de Pontevedra tendrá enfrente al equipo al cual perteneció, y que tras su gran temporada a las órdenes de Marcelino, es uno de los grandes objetivos para ser una de las balas de ataque del Barcelona la próxima campaña.
Razones no le faltan a la directiva azulgrana, pues desde que el mediapunta gallego aceptase el reto amarillo, se ha convertido en uno de los máximos referentes en la zona de ataque del Submarino. El peso que tiene en el esquema de Marcelino es evidente, pues sus grandes actuaciones han encandilado a la grada "grogueta", permitiéndole disputar un total de 36 encuentros esta temporada sumando todas las competiciones, de los cuales 26 de ellos como titular, convirtiendo 4 goles y 9 asistencias. No pudo brillar en la ida, donde el conjunto de la Plana cayó en Can Barça 3-0, y a pesar del bonito duelo que tuvo con Dani Alves, este domingo intentará conducir a su equipo a acabar con la racha de su ex equipo.
El Barcelona, que ya quiso traerle de vuelta en el mercado de invierno, tan sólo debería abonar a las arcas del Villarreal la cifra de 3 millones de euros, ya estipulada en el anterior contrato de cesión con el Sevilla, y 6 millones si la operación se realiza al término de la próxima campaña. Cifras muy por debajo del actual valor de mercado del atacante. El gusto de Luis Enrique sobre el joven jugador es conocido por todos, y Fernando Roig ha asumido que el conjunto catalán esta decidido a repescarlo: "A final de temporada, lo que decida el Barcelona, que tiene la posibilidad de recuperarlo."
Antes de jugar en el Barça, Denis dio sus primeros pasos como futbolista en el Porriño Industrial, antes de pasar a los juveniles del Celta de Vigo. Allí, pasó dos años donde maravilló a todos, siendo convocado para las categorías inferiores de la Selección. Ya en esa época el conjunto catalán se interesó por el joven talento, pero el City llegó primero, abonando 3 millones de euros al conjunto celeste. Hizo las maletas hacia tierras inglesas en verano de 2011 y en las filas del combinado de Manchester disputó dos partidos oficiales con la primera plantilla, ambos encuentros de la Carling Cup. Pero dos años más tarde decidió volver a España. Un millón y medio pagó el conjunto azulgrana para incorporarlo en su filial, donde deslumbró y a las órdenes de Eusebio se convertiría en el jugador clave de su esquema (36 partidos, 7 goles, 11 asistencias). Con el miedo de frenar su progresión, al no tener cabida en el ya poderoso ataque de la primera plantilla catalana, deciden cederlo al Sevilla, donde siendo pupilo de Unai Emery disputó un total de 46 partidos, vio puerta en 6 ocasiones y dió 5 pases de gol, ademas de conquistar la Europa League, en cuyo camino derrotó a su actual club, el Villarreal. Esta temporada, la posible ausencia de minutos en el conjunto andaluz le hicieron buscar sitio en otro equipo, y bajo la tutela de Marcelino, el talentoso jugador ha madurado esta temporada, además de confirmarse su liderazgo en la Selección Sub-21, y los cantos de sirena sobre su vuelta a Barcelona son más que razonables. Este domingo, ganas no le faltarán al gallego, para demostrar a Luis Enrique que ya está listo para volver a uno de los mejores equipos del mundo.