Salió Pacheco rumbo al Alavés, y el hueco de tercer portero en el Real Madrid se quedó vacío. La tendencia que había iniciado José Mourinho en 2010 se sigue manteniendo, y el cuadro merengue utiliza al último portero titular con el Castilla una temporada como tercer guardameta, al que luego da salida rumbo a un primera (Jesús Fernández) o a un segunda con opciones de ascenso (Mejías o Pacheco).

Esta temporada, esa posición dentro del esquema blanco era para Rubén Yáñez. El portero catalán del conjunto merengue cuajó una gran temporada en el Castilla como primera espada, y su buen hacer le llevó a ser considerado por Rafa Benítez para ocupar un lugar en el primer equipo, con el que ya viajó en verano a la pretemporada. El de Blanes debutó en un partido frente al Valerenga en Oslo a unos 10 minutos del final, enfundándose los guantes por única vez en toda la campaña.

Y es que Yáñez ha acusado la eliminación en Copa del Madrid, quedándose sin ninguna oportunidad, y con la presencia tanto de Keylor Navas como también de Kiko Casilla siempre por delante en las convocatorias. Descarte habitual, su presencia en las citaciones ha sido reducida a las ausencias de uno de los dos porteros que estaban por delante, y sentándose únicamente en el banquillo. Su año ha sido, tal y cómo él mismo ha asegurado en alguna ocasión, una base de aprendizaje, que podría ampliarse para el año próximo.

A pesar de que las opciones de jugar el año próximo son tan reducidas o más que este, la intención de Yáñez según han comentado algunos medios en los últimos días sería la de hacer bueno el deseo de Zidane, de seguir contando con los tres porteros que tiena ahora mismo, y poder continuar trabajando con ellos y Lluis Llopis, el preparador de guardametas y hombre clave en el desarrollo de los tres futbolistas.