Otro año sin emoción en los partidos finales. Otra temporada concluyendo en zona de nadie. Otro curso sin sufrir, con la permanencia atada a falta de varios partidos para concluir. Las lecturas del año futbolístico en Soria pueden divergir bastante dependiendo de la perspectiva con que se enfoquen. Bien es cierto que mantenerse en el fútbol profesional es un éxito para una ciudad tan pequeña y que hacerlo con un presupuesto ajustado y sin incurrir en deudas, es digno de elogio como siempre apunta el presidente Francisco Rubio.

No obstante, la afición numantina es exigente. Siempre se pide más, especialmente si se toman en consideración las primeras temporadas de este siglo XXI, cuando el club se hizo un hueco en la mejor liga del mundo con hasta cuatro campañas compitiendo con los mejores. Siendo realistas para la parroquia soriana la permanencia sabe a poco, y más con el actual sistema de competición de la Liga Adelante donde hasta el sexto clasificado puede optar al ascenso a la Liga BBVA.

Una pretemporada ajetreada

La pretemporada de la campaña 2015/16 comenzó con el fichaje del entrenador que dirigiría la nave numantina durante, al menos, ese año. Jagoba Arrasate venía con la intención de mejorar lo conseguido por Anquela. Este último había sido muy criticado por sus planteamientos tácticos en los partidos como visitante y por no poder llevar al equipo a los playoff por el ascenso. Como en varios equipos de reducido presupuesto, el míster vasco venía con el cometido de formar un equipo con bastantes "cambios de cromos". Bajas de jugadores que habían disfrutado de muchos minutos como Sergi Enrich (Eibar), Isidoro (Elche) o Gafoor (Mirandés), unidas a las necesidades propias de competir al nivel más alto posible generaban la necesidad de forjar una sólida columna vertebral a partir de incorporaciones. Asimismo, los fichajes debían generar esa ilusión que intentara traer más gente al campo de los Pajaritos para aupar al equipo.

Alex Alegría fue una de las incorporaciones de la temporada | Foto: LFP.
Alex Alegría fue una de las incorporaciones de la temporada | Foto: LFP.

Poco a poco se fue conformando la plantilla. Cesiones como las de Álex Alegría o Jon Gaztañaga fueron las más acertadas. También se incorporaron David Concha (en calidad de cedido procedente del Racing) y hubo compras como las de Óscar Díaz (Valladolid), Dani Aquino (Atlético de Madrid), Callens (Real Sociedad), Unai Medina (Alavés), Nacho (Almazán), Marc Mateu (Villarreal)... Todas ellas a coste cero.

Mientras estos fichajes se iban dando, el Numancia comenzó a rodar en la pretemporada. Las sensaciones no fueron del todo positivas durante este período. Solo se consiguió una victoria y un empate y se acumularon cuatro derrotas, algunas de ellas contra rivales de categoría inferior. Sin embargo, ya se sabe que toda semejanza entre la pretemporada y la temporada es pura coincidencia. Por ello, Arrasate insistía ante los medios en no presionar al equipo y en tener como único objetivo llegar con garantías al primer choque liguero ante el Tenerife.

El primera partido de la pretemporada se saldó con una derrota La pretemporada comenzó con una derrota ante el Burgos. En un partido malo, los rojillos encajaron un gol al que no supieron sobreponerse (0-1). Las sensaciones cambiaron en el siguiente amistoso, disputado en el Burgo de Osma ante el Atlético Madrid con motivo del Memorial Jesús Gil. Pese a la derrota (0-2), el cuadro soriano supo aguantar la primera parte al que terminaría siendo finalista de la Champions League. Los del Cholo Simeone no pudieron tumbar al rival salvo con dos chispazos de Lucas y Correa. La primera parte fue de dominio soriano aunque no pudo materializarlo en goles.

Atlético de Madrid y Numancia durante la pretemporada | Foto: Atlético de Madrid.
Atlético de Madrid y Numancia durante la pretemporada | Foto: Atlético de Madrid.

 La única victoria llegó ante la Arandina en un encuentro disputado en Navaleno. Los sorianos golearon en el partido que mejor jugarían durante la pretemporada. Fue aquí cuando se empezaban a vislumbrar los artilleros que darían alas al proyecto de Arrasate. Dani Aquino (2), Alegría, Pablo Valcarce y Nacho (2) consiguieron las dianas de un equipo, el soriano, que al descanso ya ganaba por 4-0.

Una semana más tarde volvieron las dudas tras la derrota contra el Tudelano. Los fallos defensivos castigaron al cuadro rojillo. El míster seguía insistiendo en que los resultados no importaban en aquel momento del año, que solo se debían corregir errores. Frente al Eibar se vio un equipo más sólido, que llevó la manija del encuentro ante un rival de entidad. Sin embargo, la pegada del equipo de categoría superior dio con la derrota en Los Pajaritos en lo que fue la presentación ante la afición soriana (0-2). El último partido de la pretemporada se disputó en Laguardia contra la Unión Deportiva Logroñés.

 El encuentro se saldó con un justo empate entre dos equipos que alternaron el dominio sobre el terreno de juego, una parte para cada uno. Así pues, el Club Deportivo Numancia ya estaba en el momento de la verdad. A partir del siguiente encuentro, debía demostrar a qué podía optar en la Liga Adelante.

La Copa duró un suspiro

La llegada de la Copa del Rey tiene diferentes acogidas según los equipos. Generalmente, los aficionados suelen verla como un motivo de ilusión, una opción de hacerse un hueco ante los grandes en el torneo del KO. Sin embargo, el actual formato de la competición pone múltiples trabas a los equipos de categorías inferiores para poder dar algún susto a los 'primeras'. Hay que superar demasiadas rondas antes de enfrentarse a ellos para, encima, tenerlos que eliminar a doble partido. Es por ello que son bastantes los entrenadores que se toman el torneo como una manera de repartir minutos entre los menos habituales o de hacer diferentes probaturas de cara a la competición que les atañe.

En el caso del Numancia, este torneo siempre ha sido tomado como un motivo de alegría. La hazaña de la temporada 1995/1996 cambió la historia del club; en ese momento, la militancia en la Segunda División “B” del fútbol español, no impidió que el club soriano superara cuatro rondas eliminando a tres primeras. Real Sociedad, Racing de Santander y Sporting de Gijón sucumbieron sucesivamente al equipo dirigido por aquel entonces por Miguel Ángel Lotina. El premio gordo, el Barcelona de Cruyff se recibió en cuartos de final. Aunque pasaran los catalanes, siempre quedará en el recuerdo la vaselina de Movilla a Busquets y el empate en Los Pajaritos frente al todopoderoso Barcelona.

Alavés y Numancia durante un enfrentamiento | Foto: LFP.
Alavés y Numancia durante un enfrentamiento | Foto: LFP.

En Soria sueñan con realizar una buena andadura año tras año en esta competición desde entonces. Sin embargo, en los últimos años no ha podido ser. Este curso tocaba el Alavés, que acabaría ascendiendo. En un encuentro plagado de suplentes, se vio poco juego sobre el césped. Cuando el partido parecía destinado a la prórroga, Barreiro decidió con un cabezazo en el segundo palo. El jugador alavesista remataba libre de marca para impedir una prórroga que hubiera sido casi un castigo para los aficionados que bajaron al campo. A partir de aquí, el Numancia podría centrarse en la Liga.

Comienzo liguero con buen pie

La temporada comenzó de manera inmejorable para los sorianos. En dos partidos con muchas alternativas, los sorianos acabaron remontando a Tenerife (6-3) y Girona (2-3), para situarse en la cabeza de la tabla. Las sensaciones eran muy positivas y la ilusión volvía a la parroquia numantina. Los siguientes cuatro encuentros se saldaron con empate, lo cual provocó diferentes lecturas. Por un lado, se continuaba siendo invicto pero, por el otro, las dos victorias iniciales parecían un espejismo en el equipo que acabaría siendo “el rey del empate” de la categoría. Una nueva victoria frente a la Ponferradina devolvía la alegría a los sorianos.

La primera derrota de la temporada llegó en la jornada nueve en Córdoba. Los sorianos se adelantaron en el marcador con un gol de Óscar Díaz. Sin embargo, los blanquiverdes se acabarían llevando el encuentro merced a su acierto ofensivo. Florín Andone acabaría tumbando definitivamente al Numancia en un encuentro muy disputado.

La primera derrota en la Liga Adelante llegó ante el Córdoba | Foto: LFP.
La primera derrota en la Liga Adelante llegó ante el Córdoba | Foto: LFP.

Las siguientes semanas empezaron a fraguar lo que sería el equipo durante la temporada. Los sorianos, que tenían muchas dificultades para sacar puntos fuera de los Pajaritos, cosecharon dos derrotas consecutivas frente a rivales de la zona baja, Huesca y Llagostera. El mal juego volvió al conjunto de Arrasate. Las primeras jornadas empezaban a verse como un espejismo que, unido a la prolongada lesión de Julio Álvarez, el pilar del equipo, sembraban de pesimismo a la entidad.

El final de año para el Numancia tuvo un denominador común. El equipo siempre empezaba perdiendo, aunque solía reponerse y terminar sacando un empate. Esto sucedió frente a Mirandés, Almería, Zaragoza y, aunque se terminó perdiendo, contra el Leganés. Los jugadores no empezaban los encuentros con la suficiente concentración y lo pagaban en el marcador. Esto provocaba que tuvieran que ir a remolque durante la mayoría de los minutos del partido. Dos notas positivas de estas semanas fueron la capacidad de reacción del equipo y el acierto de Arrasate a la hora de realizar las sustituciones.

El Numancia comenzó el 2016 de la mejor manera posible | Foto: LFP.
El Numancia comenzó el 2016 de la mejor manera posible | Foto: LFP.

Con la llegada del nuevo año parecía que el equipo tenía otra cara cuando jugaba de visitante. Dos victorias consecutivas a domicilio frente a Lugo (2-3) y Albacete (0-2) dieron alas a los sorianos.

Sin sobresaltos

La segunda vuelta del campeonato siguió el cauce de la primera. Tres empates consecutivos ante Tenerife, Girona y Elche hacían presagiar lo que acabaría siendo otro año sin emoción. El mercado de invierno trajo polémica a las filas del Numancia. Óscar Díaz, el delantero procedente del Valladolid que había disfrutado de muchos minutos y había sido el máximo goleador del equipo, ponía rumbo a Mallorca por motivos económicos. Entre la afición soriana esto no sentó nada bien. El malestar se pudo palpar en el Numancia- Mallorca disputado el 14 de febrero. En este día, que coincidió con el estreno de la prometida calefacción en Los Pajaritos, el jugador Óscar Díaz fue silbado durante todo el encuentro y abucheado. Además, recibió gritos de “mercenario” por gran parte de la parroquia soriana, que le recordaban su decisión de marcharse a mitad de temporada. El encuentro se saldó con un 2-0 favorable a los sorianos gracias a la bota derecha de Julio Álvarez. El mediocentro venezolano transformó un penalti y una falta de manera magistral para dejar bien claro que estaba de vuelta. El Numancia fue claro dominador de este partido y las buenas vibraciones parecían volver a Soria.

El Numancia - Mallorca se convirtió en el partido de la discordia | Foto: LFP.
El Numancia - Mallorca se convirtió en el partido de la discordia | Foto: LFP.

Sin embargo, el equipo no pudo encadenar una buena racha de resultados que le permitiera dar el salto de calidad necesario para acercarse a los playoff. Los sorianos fueron incapaces de conseguir repetir las dos victorias consecutivas con que habían comenzado la liga hasta las jornadas 35 y 36 del campeonato. A esas alturas ya era demasiado tarde como para pensar en cualquier opción de ascenso. El partido en el Carlos Tartiere, disputado en la jornada 33 se puede considerar como el último cartucho quemado para acercarse a los playoff. Aquel día, pese a la superioridad palpable sobre el terreno de juego en buena parte del partido, los sorianos se fueron de vacío. Una expulsión rigurosa de Ripa en la segunda mitad marcó el devenir del encuentro. El Oviedo acabaría imponiéndose con un gol de Toché en una de las escasas llegadas de las que disfrutaron los carbayones.

Los últimos partidos de la temporada fueron bastante bien gestionados por el conjunto soriano. Los de Arrasate siguieron compitiendo, pese a estar lejos de cualquier objetivo, y demostrando su profesionalidad. Prueba de ello fueron las victorias ante Mirandés y Almería, ambas solventadas con suficiencia (0-2 y 2-0) y el partido en Butarque ante el Leganés, que por aquel momento iba líder de la categoría. En este encuentro los sorianos se adelantaron hasta dos veces y acabaron con un jugador más merced a la expulsión de Mantovani por doble amarilla. Sin embargo, los pepineros harían gala de su buen estado de forma para acabar consiguiendo el empate a dos.

Los sorianos celebran un gol ante el Leganés | Foto: Jesús Troyano (VAVEL).
Los sorianos celebran un gol ante el Leganés | Foto: Jesús Troyano (VAVEL).

El Numancia siguió poniendo las cosas difíciles a sus rivales. Igualó un 0-2 en casa ante el Real Zaragoza para alcanzar el empate en el Derbi del Moncayo. En su visita al Sadar empezó dando la sorpresa al adelantarse 0-2 ante el que hoy es equipo de la Liga BBVA. Sin embargo, el empuje local consumó la remontada con un gol de Merino en el minuto 89.

Los últimos tres partidos sirvieron para dar minutos a los jugadores menos habituales. Cabe destacar que los sorianos fueron testigos del ascenso del Alavés en Mendizorroza al caer por 2-0. La postrera jornada 42 sirvió para despedir al eterno capitán Javi Del Pino. El madrileño, que seguirá vinculado al club, se llevó una sonora ovación del respetable al ser sustituido frente al Albacete.

Arrasate, un entrenador con ideas claras

Arrasate en una rueda de prensa | Foto: Jesús Troyano (VAVEL).
Arrasate en una rueda de prensa | Foto: Jesús Troyano (VAVEL).

Jagoba Arrasate vino con la intención de llenar al Numancia de trabajo e ilusión. Al analizar sus incorporaciones se pudo comprobar cómo apostaba por gente de su confianza. Se buscaron fichajes en equipos vecinos como la Real Sociedad o el Alavés, sin gastar ni un euro, como viene siendo habitual en el conjunto soriano dada su situación económica. Al analizar a posteriori su trabajo, se puede comprobar cómo los fichajes tuvieron bastante protagonismo. Incorporaciones como Álex Alegría, Unai Medina, Alex Callens, Gaztañaga, y Óscar Díaz (este último solo en la primera vuelta) formaron parte de la columna vertebral del equipo.

Se empezó jugando con Pedraza y Gaztañaga como doble pivote defensivo. La lesión de Marc Pedraza en febrero dio paso a Íñigo Pérez, situación que ha sido habitual hasta final de temporada. El sistema defensivo dio problemas a principio de temporada. El equipo se veía fuerte arriba pero no encontraba solidez atrás. Arrasate fue probando diferentes parejas de centrales hasta decantarse por Regalón y Callens en diciembre. Ambos jugadores han dado una mayor fiabilidad a la zaga. Esta debilidad defensiva también ha estado influenciada por el carácter ofensivo de los laterales empleados. Tanto Unai Medina como Luis Valcarce han demostrado ser muy incisivos en el plano atacante. Esto ha generado espectáculo y gran potencial goleador, pero también ha tenido sus consecuencias negativas sufriendo por las bandas a la hora de defender. El equipo ha tenido la segunda marca goleadora de la temporada con 57 goles (solo superado por Córdoba y Leganés con 59) pero sus carencias defensivas se han visto reflejadas en los 51 goles encajados.

Luis Valcarce ante un jugador del Leganés | Foto: Jesús Troyano (VAVEL).
Luis Valcarce ante un jugador del Leganés | Foto: Jesús Troyano (VAVEL).

Asimismo, Arrasate ha apostado bastante por el juego de banda. Pablo Valcarce y Marc Mateu han tenido protagonismo en este aspecto. La presencia de Julio Álvarez como enganche, cuando las lesiones lo han permitido, ha mejorado al equipo. El capitán hace jugar de manera diferente al equipo. El entrenador vasco no se ha caracterizado precisamente por ser 'amarrategui'. En los partidos como local sus permutas han permitido levantar resultados adversos. Para ello no ha dudado en quitar a hombres atrás para meter más mordiente arriba.

Los jóvenes fichajes que se han realizado esta temporada no han rendido al nivel esperado. Sobre todo en el caso de David Concha, las lesiones le han impedido tener una continuidad que, a buen seguro, hubiera aprovechado el atacante numantino. Siempre que ha jugado ha dado destellos de su calidad pero en Soria se esperaba más. Nacho, por su parte, ha ido de menos a más. Ha sido un hombre importante cuando se le ha utilizado como revulsivo y ha acabado rindiendo a gran nivel.

Hombres como Dani Aquino o Gaztañaga no han tenido sus mejores momentos aquí en Soria. El delantero ha disfrutado de pocos minutos y el centrocampista, pese a haber protagonizado gran parte de los minutos de la temporada, ha pasado desapercibido. Óscar Díaz rindió a gran nivel hasta que decidió marcharse por la puerta de atrás al Mallorca.

Se ha dando la cara ante los mejores de la categoríaEl estilo de juego de Arrasate se ha visto favorcido cuando se ha jugado en campos grandes. Partidos como el de Zaragoza, Córdoba, Pamplona, Oviedo o Leganés han sido en los que mejor juego ha desplegado el conjunto rojillo pese a no llevarse la victoria. El equipo ha sabido competir aun sin tener nada en juego y eso siempre es positivo.

La nota negativa la han puesto las igualadas sufridas en los últimos minutos en partidos jugados en casa. Nástic, Girona y Llagostera han podido rescatar puntos en Soria con el tiempo prácticamente cumplido. Esto lo debe mejorar el técnico vasco la próxima temporada.

Partidos clave para conseguir una posición en la zona templada

El Numancia se ha mostrado como un equipo muy difícil de batir durante la recién acabada temporada. Los sorianos han basado su fortaleza, sobre todo, en el potencial anotador y los partidos como local. Aun así, el equipo dirigido por Jagoba Arrasate no ha mejorado los registros de otros años como local. Solo han sufrido 11 derrotas pero sus 18 empates (el equipo que más igualadas ha realizado de toda la categoría) han impedido que pueda aspirar a conseguir una plaza en los playoff.

El equipo ha llevado una trayectoria bastante regular, quizás demasiado. En cuanto parecía que podía aspirar a algo más que a sellar su permanencia tras una racha positiva de resultados, llegaban las derrotas para hacer despertar del sueño a la afición rojilla. De la misma manera, los malos resultados que hacían despertar los fantasmas del descenso daban paso a victorias que aseguraban una posición más tranquila.

Los sorianos no han tocado puestos de ascenso ni playoff desde las primeras jornadas. Tampoco se han visto involucrados en las últimas cuatro posiciones, que dan pie a descender, en todo el año.

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